La operación urbanística del Sánchez-Pizjuán tuvo un precedente en el estadio del Real Madrid que tumbó la Justicia

La comisión de fiscalización celebrada ayer fue escenario de una controversia entre los grupos municipales sobre las dudas de esta operación, que tiene un precedente en el proyecto del Real Madrid para el estadio Santiago Bernabéu que tumbó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en dos sentencias dictadas en 2015, que obligó al club de Florentino Pérez a negociar otro convenio con las administraciones públicas de Madrid.

En concreto, el TSJM, tras la denuncia de Ecologistas en Acción, anulaba el acuerdo del 15 de noviembre de 2012, dictado por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, que aprobó la Modificación Puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid que afectaba al estadio Santiago Bernabéu porque vulneraba la ley regional del suelo y las normas del propio PGOU porque la operación impulsada por la entidad madridista comprendía una permuta de terrenos entre el Ayuntamiento y el club para que éste obtuviera los metros cuadrados que necesitaba en el Paseo de la Castellana, adyacentes al estadio, que le permitirían incrementar su edificabilidad.

A cambio, la ciudad ganaría nuevos terrenos para equipamientos públicos públicas en el barrio de Opañel, en Carabanchel. Esta operación también fue analizada por la Comisión Europea por si la misma suponía una ayuda estatal al club.

Además, el proyecto de transformación arquitectónica del Bernabéu planteaba la mejora del entorno urbano del estadio gracias a la creación de nuevas zonas verdes en el espacio que ocupaba 'La Esquina del Bernabéu'. Ese convenio fue aprobado por el Ayuntamiento de Madrid y refrendado por la Comunidad.

Según el TSMA, las parcelas afectadas estaban alejadas en más de siete kilómetros entre sí (en el paseo de la Castellana y en el distrito de Carabanchel). No eran por tanto áreas homogéneas y la edificabilidad en una zona no puede compensarse en otra distante.

En el caso de la propuesta de permuta que ha realizado el Sevilla en su avance del estudio de ordenación la distancia entre los terrenos es algo superior a los seis kilómetros, según exponía ayer la portavoz municipal de Podemos, Susana Hornillo, quien considera esta operación «un pelotazo urbanístico», al tiempo que pedía al gobierno local que articulara un mecanismo que evitara que el club especulara con la explanada de Gol Sur una vez fuesen de su propiedad teniendo en cuenta la situación económica del club. Frente a esto, el delegado de Urbanismo, Juan de la Rosa, garantizó la legalidad de esta actuación y la que impulsa el Real Betis para el Villamarín, que son «dos proyectos de ciudad».

El proyecto de construcción del nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán necesita de más terrenos de los que actualmente alberga el estadio, por lo que desde el club se ha propuesto a la Gerencia de Urbanismo el cambio de calificación de los terrenos de la explanada delantera de la grada de Gol Sur, de modo que pasen de estar considerados como espacio libre a inscribirse como equipamiento privado, una operación similar, aunque con algunos matices, a la que ha realizado el Betis con el solar contiguo a la calle Doctor Fleming, de cara a la que será la nueva grada de Preferencia del Benito Villamarín.

En el 'Avance del Estudio de Ordenación para una Actuación de Transformación Urbanística del Nuevo Estadio Sánchez-Pizjuán' se recoge que esto permitiría la ampliación de la huella del actual estadio y la mejora inmediata del entorno urbano. Pero la modificación de la calificación de los suelos de Gol Sur obliga al Sevilla, como promotor del proyecto, a compensar la pérdida de los usos dotacionales de espacio libre con la modificación de los fines de otros terrenos, que pasarían a tener esta consideración.

Lo que propone el club, en base a dos de los artículos de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (Lista), al Ayuntamiento es permutar el espacio delantero de la grada, en pleno corazón del barrio de Nervión, por una parcela de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, situada en la carretera de Utrera, que modificarían su calificación actual de equipamiento deportivo de carácter privado para pasar a ser dotaciones de espacio libre.

Este avance del estudio de ordenación tiene consideración de borrador a los efectos del procedimiento ambiental correspondiente, que se ha sometido consulta pública, donde ha recibido tres alegaciones, entre ellas la del grupo municipal de Podemos.

Fuentes de la Gerencia de Urbanismo insisten a ABC que los proyectos de los estadios del Real Betis y del Sevilla FC cumplirán los requisitos legales, y matizan que cada uno se encuentra en una fase distinta del proceso administrativo correspondiente.

Al hilo de esto, las citadas fuentes apuntan que aún no existe valoración de los terrenos ofrecidos por el Sevilla como contraprestación a la explanada de Gol Sur y que, en el supuesto de que éstos tuvieran menor valor que la pastilla de Nervión junto al Sánchez-Pizjuán, se planteará la compensación de la operación ya sea con dinero o con inmuebles, algunos de los cuales estarían en el desarrollo de la explanada junto al futuro estadio, como ha ocurrido con el Villamarín.