Comienzan las obras de rehabilitación del Palacio del Pumarejo de Sevilla, que terminarán en 2027

El Ayuntamiento pone en marcha ahora las labores de rehabilitación. Así ha informado este lunes desde la propia casa del Pumarejo el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, en una rueda de prensa. Los trabajos, por un valor de ocho millones de euros, se realizarán en dos fases.

La primera, de 4,2 millones, estará centrada en la parte trasera, la fachada y la balaustrada del edificio. Su plazo de ejecución es de dieciocho meses, que podrían reducirse en función de cuánto tiempo consuma la necesaria intervención arqueológica que se va a realizar durante esta fase. La segunda, por su parte, tendrá un coste ligeramente menor, se prolongará durante unos doce meses y estará centrada en el patio. Por tanto, se espera que los trabajos puedan estar terminados en la segunda mitad de 2027.

«Hoy es un día importante para todo el Casco Antiguo por la recuperación de este edificio histórico del siglo XVIII que constituye un referente para los vecinos del barrio. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2003, lleva 14 años abandonado por el Ayuntamiento y por fin se acomete su puesta en valor», ha señalado el alcalde.

Para los inquilinos de la casa, cuyas condiciones rozaban lo infrahumano, Sanz ha señalado que se realizará una mejora de la habitabilidad, pero también de la seguridad y de la accesibilidad con la instalación de ascensores y salvaescaleras. Asimismo, se trabajará en la «mejora del confort acústico y estético», además de en la salubridad del edificio para quienes en él viven.

Por su parte, también supondrá un impulso para el barrio, puesto que se efectuará la revitalización urbana de «un espacio fundamental para la ciudad, imagen del barrio de San Gil». Las obras aumentarán el valor inmobiliario del edificio, y contribuirán a la mejora de los espacios comunitarios, fomentando la cohesión social. En palabras del alcalde, el Pumarejo se convertirá en «un punto de encuentro para los vecinos del barrio y otro reclamo turístico más» para Sevilla.

El comienzo de las labores supuso el desplazamiento de la Asociación del Pumarejo desde la obra previa de acondicionamiento, así como de una pescadería y una mercería históricas con los que se ha firmado un acuerdo de realojo. Lo mismo ocurrirá con el bar Camacho, que se reubicará también en la plaza durante la segunda fase del proyecto. Todos ellos volverán a sus espacios tras las obras.

La comparecencia de Sanz ha tenido lugar con el proyecto de reforma del inmueble a su espalda, y rodeado de carteles pegados por los vecinos en el patio interior, todos ellos muy reivindicativos, que dan buena muestra de la situación actual de los residentes en este espacio sevillano: «Nos estamos volviendo anfibios con tanta humedad». Por fin parece atisbarse el fin de esa situación.