El puente de las mordidas en Sevilla: atascos, sobrecostes y retrasos
Desde su contratación hasta su ejecución acumula irregularidades y una inversión un 50% superior a lo inicialmente presupuestado
La única empresa sevillana que estaba en la UTE con Acciona se vio fuera del proyecto tras la adjudicación
El puente del Centenario, la única gran infraestructura que tiene el Gobierno en marcha... y con mordidas
Nada ha sido normal en la ampliación del puente del Centenario. Desde el primer anuncio de la obra, por la que ABC preguntó ante la intentona de adjudicación por la vía de urgencia saltándose el proceso de licitación, hasta la contratación definitiva por ... la que esta semana conocimos que hubo mordidas gracias a un plan urdido desde la fontanería del Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos y del propio PSOE.
El oscurantismo se ha instalado desde el año 2019 en torno a lo que se estaba proyectando y ejecutando en esta infraestructura. Las obras comenzaron dos años después de lo anunciado y acumulan casi dos años más de retraso sin que nadie del Ministerio de Transportes actual diga claramente cuál es el porcentaje de ejecución de los trabajos, que estuvieron paralizados durante meses. Ni siquiera desde el Gobierno hablan de la fecha de conclusión de una reforma que a priori trataron de envolver en una supuesta emergencia por el mal estado de los tirantes que soportan el viaducto, que hasta seis años después no han comenzado a sustituirse. Por si fuera poco, al retraso de la ejecución y la ausencia de información alguna por parte del Ministerio se le ha unido un sobrecoste de más del 50 por ciento que han justificado en el incremento del precio de los materiales al coincidir su producción con el estallido de la guerra de Ucrania.
La obra del puente del Centenario es el símbolo del nulo interés del Gobierno de Pedro Sánchez por saldar las deudas pendientes en infraestructuras por parte del Estado con Sevilla: retrasos, sobrecostes y una incidencia en el normal desarrollo del tráfico cada semana, con cortes sin que nadie vea el grado de avance de los trabajos.
La obra se le adjudicó finalmente por 86 millones de euros a una UTE encabezada por Acciona, de la que formaban parte Freyssinet y la sevillana Tecade, con quien concurrió entre otros motivos para abaratar costes y presentar la oferta más barata en la licitación. Para luego, posteriormente, orillarla y dejarla sin trabajo, obligando al erario público a pagar otros 42 millones más para poder continuar por los constantes cambios en el proyecto.
Algunos de ellos fueron sustanciales, como el cambio del tipo de material, hasta el punto de que el Ministerio de Transportes podría haberse visto obligado a resolver el contrato y volver a sacarlo a concurso, sobre todo después de comprobar que el coste se disparaba hasta los 128,74 millones de euros, muy lejos de aquella oferta inicial por la que la UTE se llevó la obra.
Para conocer qué estaba ocurriendo con el puente del Centenario tuvo que llegar una pregunta escrita de una diputada de Izquierda Unida en el Congreso, Engracia Rivera, a la que sí contestó el Ministerio, algo que no ha hecho en los constantes correos electrónicos que ABC ha remitido a su gabinete de prensa sin obtener respuesta alguna durante meses. Según se detrae de aquella contestación a IU, la obra estaría a fecha de hoy a la mitad de su ejecución. Es decir, desde que se proyectó en 2019 o, más bien, desde que se adjudicó julio de 2021, aún le queda el otro 50% para que los sevillanos puedan circular por sus nuevos carriles. Se especula con que será a finales de 2026.
Una UTE disuelta
Según ha podido saber ABC, pese a la ausencia de participación de la empresa Tecade en la dirección y en la ejecución de la obra, ni la empresa sevillana ni la madrileña Freyssinet llegaron a salirsde de la UTE para evitar afectar al contrato en marcha. Tecade apenas conservó el 0,01% del mismo, lo mínimo para que no se volviera a adjudicar, aunque recientemente sí ha firmado finalmente su salida.
Acciona Construcción, durante este tiempo, no ha subcontratado tampoco a ninguna otra empresa sevillana, pese a que tuvo multitud de ofrecimientos que hubieran abaratado en principio fabricación, transporte y almacenamiento de materiales. Tampoco el Ministerio de Transportes ha sometido a la adjudicataria a los controles pertinentes para asegurarse del cumplimiento de los plazos y presupuestos, algo que este medio lleva años preguntándose hasta que, finalmente, en el pasado jueves, un informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil ofreció la respuesta definitiva: hubo mordidas.
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