Nolito: «De niño dormíamos seis personas en una habitación; hoy, poder ayudar es un regalo»

Nolito sólo entiende de compromiso: «En una diferencia de apenas unos minutos me llamaron Borja Lasso (exjugador del Sevilla y secretario técnico del Cádiz) y Juanlu Montoya (cantante) para decirme que si me apuntaba a un partido de fútbol para sacar dinero para los niños de Las Tres Mil viviendas. ¡Y claro que sí! Ayudamos entre todos, y, además, me lo paso bien. Eso sí, le tengo que decir al entrenador que me ponga de mediapunta, que yo no estoy ya para correr mucho. Que corra Amavisca... Está fino el tío, ¿eh? El otro día lo vi y está como cuando jugaba«.

El sanluqueño, con la guasa que le caracteriza, reconoce que tiene muchas ganas de ver a los que serán sus compañeros de equipo. «Me han dicho que van a estar Guti, Morientes, Capel, Capi, también Joaquín. Me enfrenté a Joaquinito un montón de veces, Ahora se puede decir. Nos hartábamos de reír antes y después de los partidos, incluso en el túnel de vestuario. A ver si me da un pasesito de gol en el 'Partido de la Alegría'«.

Para alegría, la que transmite Nolito: «Yo siempre he vivido así, tuviera o no tuviera dinero. Yo también soy de un barrio humilde, trabajador, con mucha gente buena también. Como en las Tres Mil. Mi amigo Joselete, guitarrista de los buenos, vive en el barrio, y es una de las mejores personas que he conocido en mi vida. Por eso, a mí me gustaría que también se hablara de las Tres Mil de otra manera. Nosotros, el jueves 6 de junio, por todos los niños, lo vamos a intentar. Poder ayudar es un regalo«.

Nolito recordó sus vivencias en su niñez: «Yo sé de dónde vengo, y así estoy intentando educar a mis hijas. No es un tema de dinero, es un tema que va más allá: de educación y valores. Mis abuelos me enseñaron a ser como soy. No nos sobraba el dinero, claro que no, pero vivíamos con alegría en un piso pequeñito. Yo dormía en una habitación con cinco personas más, con mis tíos. Mi cama era también la de mi tío Jesús. Luego empecé a compartir cama con mi sobrino Cristian. Yo recuerdo todos esos momentos con cariño. Tengo para escribir un libro«.

El exfutbolista del Sevilla, siempre pegado a un balón, llegó a trabajar de carnicero antes de fichar por el Barcelona B: «Hacía las hamburguesas y las albóndigas. ¿La verdad? Me salían regular. Yo estaba en la Carnicería Pepe, de mi barrio. Hoy, seguramente, si no hubiese sido futbolista, no creo que estaría como carnicero. Me da que yo habría sido marinero«. Persiguiendo estrellas. Persiguiendo sueños, como los que esculpen desde la Fundación Alalá para ayudar a los niños más desfavorecidos del barrio más pobre de España.