Entrevista
«No hay navegantes que puedan hacer hoy una gesta como la de Elcano»
El historiador y constructor de barcos Ignacio Fernández Vial publica, junto a Guadalupe Fernández Morente, «La Primera Vuelta al Mundo», donde recrea con todos tipo de detalles la ruta de Magallanes y Elcano
«La Comisión del V Centenario de la Vuelta al Mundo no ha hecho nada»
Sevilla
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Iniciar sesiónEl investigador, historiador, construrctor de barcos e ingeniero técnico naval Ignacio Fernández Vial acaba de publicar, junto a Guadalupe Fernández Morente, «La Primera Vuelta al Mundo. Los preparativos. La travesía. El regreso» (Fundación Nao Victoria/Fundación Cámara Sevilla) en el que describe ... con todo tipo de detalles la ruta trazada por la Armada de Magallanes desde su salida de Sevilla hasta el regreso a la capital hispalense de la nao Victoria al mando de Juan Sebastián Elcano. Los autores han investigado las crónicas que dejaron escritas algunos tripulantes y las obras españolas de los siglos XVI y XVII sobre navegación y construcción naval para reconstruir, con la ayuda de cartas marinas y oceánicas, este viaje que Fernández Vial recreó entre 2004 y 2006 con la réplica de la Nao Victoria que él mismo diseñó. Con ella recorrió 17 países en los que pudo comprobar el desconocimiento general sobre esta gran gesta.
-Han pasado más de 15 años desde que hizo la Vuelta al Mundo con la réplica de la Nao Victoria. ¿Sigue habiendo ese desconocimiento?
-Algo hemos avanzado pero hay que seguir difundiendo lo que se hizo hace cinco siglos.
-Hizo una encuesta durante la Exposición Universal de 1992 y menos del 1 por ciento de los turistas sabía quién fue Elcano. Y sólo el 4 por ciento de los españoles...
-Esas cifras han mejorado mucho en España. Tenga en cuenta que entonces ni siquiera los sevillanos sabían que Elcano fue el primero que dio la vuelta al Mundo. Para que se conozca la gesta planeamos llegar con nuestras réplicas a ciudades del interior de España y dar a conocer en ellas la historia. Estamos pendientes de llegar a acuerdos con los ayuntamientos.
-Ese desconocimiento sobre la gesta de Elcano es casi global. ¿Lo comprobaron en su viaje por esos diecisiete países a bordo de las réplicas?
-Sí. Recuerdo que llegamos a Hawai desde Panamá y nos recibió el gobernador de ese Estado, el alcalde de Honolulu y el cónsul honorario de España. Hawai es la isla que está más lejos de cualquier zona de tierra del mundo y el alcalde de Honololu nos explicó que el primero que llegó allí fue Cook. Yo le hice llegar las cartas que demostraban que los españoles habían llegado antes que él y que los españoles le llamaban la isla de las flores. Después de que las leyeran, me dijo el gobernador que iban a cambiar los libros de texto para que los niños supieran que fueron los españoles los primeros que llegaron a Hawai y que mucho después Cook la colonizó. Los ingleses nos han robado muchas cosas.
-Usted no es muy anglófilo que digamos.
-Es que nos han robado la historia entera. ¡Los ingleses han dicho tantas mentiras! No querían admitir que les enseñamos a navegar y hay un libro del siglo XVII escrito en alemán que cuenta que Europa aprendió a navegar con libros españoles. Los únicos navegantes que tenían nuestro nivel fueron los portugueses, como reconocí en una conferencia que di en Lisboa, aunque ellos se centraron más en Asia. El único imperio universal que hubo, compartido a menor escala con Portugal, fue el imperio español. Y nuestro imperio, de casi tres siglos, duró casi el triple que el de ellos. El libro trata de divulgar la historia marítima española, sin duda, la más brillante del mundo. Descubrimos el Pacífico al que llamaron el lago español. España descubrió todo el litoral del Pacífico americano y todo el litoral del Atlántico Norte. Y de eso no hablaron nunca los ingleses.
-Tampoco hablaron mucho de su derrota frente a Blas de Lezo.
-¡Los ingleses han mentido tanto! Mandaron su mayor flota a Panamá y perdieron. Y lo ocultaron todo como si hubieran ganado. Tres siglos más tarde lo reconocieron. También mintieron sobre Australia y sobre Alaska, donde llegamos mucho antes que ellos.
-Con la primera Vuelta al Mundo tampoco dijeron la verdad.
-Dijeron que fue el capitán Drake y esa fue quizá su primera gran mentira.
-Hay que reconocer que los ingleses han sabido vender mucho mejor sus conquistas. Nos faltaron buenos comunicadores.
-Sí, lo vendieron todo mucho mejor que nosotros. Hay que tener en cuenta que en la época del imperio español no había prensa ni medios de comunicación. Una carta de Hernán Cortés a la Corte podía tardar tres meses en llegar, si llegaba. En la época del imperio británico sí había prensa y medios y muchos avances técnicos.
-¿La Leyenda Negra es una pura invención inglesa?
-Sí. Y nos hizo muchísimo daño. Se empeñaron en desacreditar a España porque envidiaban nuestro imperio Hoy todavía estamos con la hispanofobia en algunas ciudades Estados Unidos, México y Nicaragua. Difunden la especie de que fuimos unos cobardes cuando fue todo lo contrario. Por desgracia, esa idea está muy arraigada esa idea en muchos lugares. Ojalá nuestro libro ayudara a reparar en eso.
-Ha navegado más de 47.000 millas con las réplicas de la nao Victoria y del galeón Andalucía. ¿Se puede hacer uno así una idea de lo que logró Elcano hace quinientos años?
-Es imposible que nadie navegue hoy en estos barcos y menos que haga una gesta como la de Elcano. Nosotros ni siquiera nos atrevimos a doblar el Estrecho de Magallanes. Navegar en estos barcos era un infierno. Mucha gente considera que Elcano lo único que hizo fue continuar lo de Magallanes y esto es un error tremendo, porque él hizo una travesía mucho mayor y en unas condiciones inimaginables. Las averías de los barcos se tenían que reparar en altamar, con un tiempo infernal. Se rompieron palos y los arreglaron.
-¿El nivel de marinería actual no es comparable al de Elcano y sus tripulantes?
-No les llegamos ni a la suela de los zapatos. Doblar el Estrecho de Magallanes es algo que nadie se atreve a hacer por lo peligroso que es y por los vientos tan fuertes y las corrientes. Y eran barcos muy frágiles, de madera, sin ningún tipo de motor. Cuando empiezan a construirse los grandes veleros y se incorporan motores, tampoco se atreven por lo duro que es y prefieren hacer la ruta por el cabo de Hornos.
-¿Cómo era la disciplina en las naves de esa época?
-La disciplina era más importante que la vida. Si no la había, el barco se iba de las manos. Es algo impensable ahora. La vida notampoco tenía ningún valor en esa época.
-Cuenta en el libro que los tripulantes morían de hambre.
-Sí. Encontramos un documento de la Trinidad que contaba que moría un tripulante un día sí y otro no. Morían de todo, de hambre, de enfermedades, de escorbuto, de ingerir comida en mal estado. Comían ratas y algunas se vendían la precio del jamón.
-¿Cuántos tripulantes fallecieron?
-129 de los 245. Hubo también desertores. Cuatro de la Trinidad llegaron años más tarde. Algunos de los que retuvieron en Cabo Verde también regresaron.
-¿Llevaban presidiarios?
-Llevaron sólo a dos y esos dos tenían que probar la comida en los lugares a lo que llegaban. Eran como conejillos de indias. Si no se morían, entonces todos los demás probaban esa comida. La esperanza de vida en aquella época era de menos de 50 años.
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