Sevilla envejece: los nacimientos caen un 41% en los últimos 15 años

Extendiendo la mirada a principios de siglo el dato mejora. Desde el 2000 la caída en los nacimientos registrados en la provincia ha sido únicamente de un 28%, un dato que se explica con la última curva ascendente en los datos registrados en Sevilla. De hecho, en el primer año del siglo XXI los nuevos bebés que llegaron al mundo fueron 19.513, datos que se quedaron atrás con el crecimiento en los registros de niños y niñas en la provincia, que subieron sus datos hasta los 25.193 que refleja el año 2014, unos números que no han hecho más que descender hasta nuestros días. Esta especie de baby boom a la sevillana no tenía unos números semejantes desde principios de los 80, cuando superar los 25.000 nacidos era algo más que habitual.

La explicación a estos datos no es distinto a lo que explica que España sea el segundo país de Europa con la tasa de fertilidad más baja, con una media de 1,19 nacimientos por cada mujer. En Sevilla los registros son semejantes y factores como el paro de la provincia, los bajos salarios, el problema de acceso a la vivienda de los jóvenes y los trabajos incompatibles con la conciliación están propiciando que la curva de natalidad en la provincia no pare de disminuir.

Para intentar paliar este descenso de nacimientos, la Junta de Andalucía aprobó el Plan de Familias en el año 2024, cuyos efectos prácticos tardarán aún en demostrar su efectividad o no. Este paquete compuesto por 129 medidas y más de 1.700 millones de euros busca favorecer la natalidad con medidas como la gratuidad del primer ciclo de educación infantil, incentivos en materia de empleo o ayudas en el acceso a la vivienda que, por el momento, están en su fase germinal. También desde el Ayuntamiento de Sevilla están intentando mejorar estos registros con el Plan Familias, en el que el Consistorio dota con 600 euros a cada familia por nacimiento, adopción o acogimiento, y 1000 euros si el menor tiene alguna discapacidad. Una ayuda que se multiplica en caso de nacimiento, adopción o acogida múltiple. Además, el Gobierno de España ha aprobado aumentar el permiso de paternidad de 16 a 19 semanas, con visos de intentar favorecer la conciliación en los primeros meses de vida del bebé.

En una población cada vez más envejecida, la tendencia natural es que las muertes vayan siendo cada vez mayores. Es lo que ocurre también en la provincia de Sevilla, si bien el nivel de defunciones no crece tan rápido como decrecen los nacimientos. Las muertes registradas en 2010 alcanzaron las 14.614, mientras que en 2024 llegaron a las 16.423, lo que supone un incremento del 12 por ciento, lejos del descenso del 41 por ciento de los nacimientos en la misma franja de tiempo. El resultado de estos registros es que la población que pierde la provincia por muertes aumenta a un ritmo bastante menor que la que pierde por falta de nuevos nacimientos en la provincia.

El crecimiento vegetativo de una población es uno de los exponentes que definen el futuro demográfico de la misma. Este concepto sale de la diferencia entre el número de nacimientos y el número de defunciones en una población durante un período determinado, que generalmente es un año. En el caso de Sevilla, el 2024 ofreció un crecimiento vegetativo negativo, ya que las muertes superaron a los nacimientos en 2.366. Una tendencia que viene repitiéndose desde 2020, año en el que, por primera vez en la historia reciente y desde que existen registros fehacientes, el número de fallecimientos en Sevilla superó al de los nacimientos, cuando siempre había sido a la inversa.

Otra de las consecuencias de la bajada del número de nacimientos es la disminución en la oferta que la Consejería de Desarrollo Educativo y FP presenta para el próximo curso en la provincia de Sevilla. Así, en la edad de tres años -en la que entran al colegio por primera vez- la administración autonómica ofrecerá en el ejercicio escolar 2025/26 18.867 puestos, una cifra que bajó por primera vez tras' las 19.000 plazas que venía ofreciendo años atrás. Una decisión derivada de este descenso en la natalidad que ha propiciado que existan muchos colegios que no llegan a cubrir las plazas de educación infantil que ofrecen, con líneas enteras que se han suprimido en algunos centros por falta de niños para cubrirlas.

Otro dato que ha sido relevante históricamente para comprobar el número de nacimientos de una zona es el de los matrimonios celebrados en dichas ubicaciones. Si bien la sociedad ha ido diversificando el modo de desarrollar un proyecto de vida, y ya no es un paso 'obligatorio' para las parejas el casarse antes de tener hijos, estos matrimonios todavía están consolidados como el paso previo de muchas parejas a plantearse tener descendencia.

En lo que respecta a la provincia de Sevilla, el número de matrimonios registrados registró un gran descenso a partir del año 2007. En ese año y los anteriores las uniones matrimoniales superaban o rondaban muy cerca las 10.000. No obstante, ese baremo ha ido decayendo hasta establecerse una media de en torno a los 7.500 matrimonios, de los cuales unos 300 suelen ser de parejas del mismo sexo. Todo con la lógica excepción de los años en los que la pandemia global por el Covid frenó la decisión de casarse de muchas parejas hasta poder reunir a sus amigos y familiares en torno a un día tan señalado. Así, si el año 2019 registró 7.601 matrimonios en la provincia de Sevilla, el 2020 sólo registró 3.663, mientras que el 2021 los números subieron a los 6.541.

En el último año, el 2024, se han casado en la provincia un total de 7.693 parejas, unos datos que mejoraron los 7.475 de 2023 pero que no llegan a los 8.159 de 2022, un año indudablemente condicionado por, como destacábamos anteriormente, los matrimonios en suspenso por los efectos de la pandemia. Todos esto registros se quedan lejos de los más de 10.000 matrimonios que hubo en Sevilla desde el comienzo de siglo hasta la crisis económica de 2007.