Así será el museo de la Torre de la Plata de Sevilla, un nuevo edificio que irá en línea con la calle Santander

Es decir, Urbanismo pretende evitar un edificio rupturista con la gran importancia histórica del conjunto de la Casa de la Moneda y la Torre de la Plata, como ocurrió con el que construyó el arquitecto González Cordón y que originó una fuerte controversia. En este caso, el futuro centro de interpretación servirá como zona de acogida y vestíbulo distribuidor del itinerario de visita del recinto amurallado y a la plaza del Corral de las Herrerías, que es el espacio donde actualmente está el aparcamiento.

El programa arquitectónico básico contempla una zona de acceso de 70 metros cuadrados donde estará la consigna, los aseos y la tienda. El área de administración contará con 45 metros cuadrados, despacho, sala de reuniones y un almacén de bienes culturales y recursos expositivos. Habrá otras dependencias del mismo tamaño donde se ubicarán los servicios para el personal, oficio de limpieza, instalaciones y un almacén general. Y, en lo que se refiere al propio museo, la zona de exposición contará con salas que sumarán unos 400 metros cuadrados y que incluirá una zona multimedia.

El programa, que es una base de cara a la redacción del proyecto que ahora está en licitación, explica que se tratará de un centro de intrepretación de un conjunto monumental donde habrá muestras puntuales de colecciones -como pueden ser las maquetas antiguas de las puertas que están actualmente en la Casa Consistorial o las inscripciones y escudos-, y donde habrá un mayor peso informativo de carácter gráfico y audiovisual.

La intención es que la mayor parte de los contenidos sean de propiedad municipal para que requiera las mínimas autorizaciones sobre derechos de propiedad y sólo haya solicitudes de reproducción. Por otro lado, se pretende que sea un proyecto museográfico versátil, es decir, que pueda haber flexibilidad de contenidos, pero siempre partiendo de un discurso desde la perspectiva histórica, constructiva, iconográfica y patrimonial para un público generalista.

Se plantea que se muestren hasta seis bloques temáticos de contenidos, partiendo del origen: la Sevilla andalusí y la toma de la ciudad en 1248. Aquí se destacará la importancia del reino de Taifa, la Isbiliya almorávide y el problema de la cronología del recinto amurallado. También, mostrará cómo fue el desarrollo urbanístico de la capital almohade de Al-Andalus, la toponimia del árabe en los nombres de las puertas andalusíes y la presión castellana que acabó con la conquista por parte de las tropas del Rey Fernando III. Todo ello, aportando planos de la ciudad y de otras similares como la Granada nazarí, la Córdoba califal o la Marrackech almohade, terminando con mapas de la campaña de expansión cristiana en la Península.

Plantea el programa que en este punto de partida se aporte material audiovisual con extracto de la Primera Crónica General que describe el asedio del Castillo de Triana, con reproducciones de las 'Cantigas de Santa María' y la 'Gran reconquista de ultramar'.

Otro bloque enseñará el sistema defensivo que levantaron los almorávides y su técnica constructiva, con el glosario básico, las puertas, torres de flanqueo, la barbacana, el foso, el castillo y el puente de barcas, el Alcázar y alcazabas y las torres singulares como la del Oro, la de la Plata, la de Abdelazizo la Blanca.

El tercer bloque será el de las reformas postmedievales -la pérdida del carácter defensivo y el carácter representativo de las puertas-, tanto la renacentista como la escenografía barroca, mostrano grabados y planos de cómo eran las puertas desaparecidas y restos conservados como los escudos o inscripciones.

El cuarto bloque será el referente a las los derribos del siglo XIX en el contexto de la implantación del ferril, el ensanche y expansión con la Revolución de 1968, el salvamento tardío con la declaración como monumento de las Murallas de la Macarena o las consecuencias urbanísticas de los derrivos.

El quinto bloque será el referente a la protección y conservación durante el siglo XX, con las nuevas leyes de patrimonio y la declaración de conjuntos como el de la Casa de la Moneda o el Alcázar, así como los planes de protección. También, la identificación y seguimiento del trazado de las antiguas murallas en la actual ciudad, tanto en los espacios públicos como privados, y los que aún están sin constatar.

Por último, estará el bloque de la iconografía, donde habrá dibujos y grabados del XIX como los de Richard Ford o Bartolomé Tovar, las primeras fotografías y las maquetas que se hicieron para la Exposición de 1929.