El museo de la Torre de la Plata de Sevilla imitará el aspecto de la muralla

La reordenación de la zona, que llevará el nombre de Balcón de las Herrerías, se ha adjudicado a la UTE formada por el estudio de Ramón Queiro Quijada y Juan Vega Arquitectos SLP. El proyecto busca poner en valor el importante patrimonio que converge en este enclave. No en vano, lo que actualmente funciona como aparcamiento se reformulará como un espacio urbano que estará delimitado por la Torre de la Plata, los lienzos de la muralla islámica, el nuevo espacio museográfico y los Hornos Reales.

Las obras abrirán a la ciudadanía este céntrico espacio del barrio del Arenal, mostrando y explicando la riqueza cultural del mismo, y lo integrarán en el circuito turístico y patrimonial del Centro de Sevilla al conectarlo con el entorno de la Torre del Oro, articulando el tránsito de los peatones entre esta y la Casa de la Moneda.

Se creará así un gran eje que vinculará los espacios patrimoniales más importantes de la capital hispalense, todos ellos a pocos metros de distancia, fomentando una nueva y más completa ruta turística, pero también volviendo accesible para todos los sevillanos un entorno que permanecía escondido y dejado de lado pese a su valor histórico y a encontrarse al lado de la Catedral, el Alcázar y la Torre del Oro.

La recuperación de este entorno para abrirlo al público como espacio ciudadano y cultural es posible gracias a las obras que a partir de 1985 realizó la Gerencia de Urbanismo para la rehabilitación de los lienzos de muralla, la Torre de la Plata y los edificios de la Fundición y Hornazas, así como la demolición en 1999 de los restos del antiguo Corral de las Herrerías, del que toma su nombre la nueva plaza.

El proyecto consta de tres bandas longitudinales que estructurarán el nuevo espacio: un balcón mirador, la plaza central y el museo al aire libre, así como el propio centro de interpretación. La primera de ellas discurrirá en paralelo a la muralla y estará compuesta de bancos lineales para contemplar el lienzo de la muralla islámica. En ellos se prevé que se realicen proyecciones, espectáculos de 'videomapping' y representaciones teatrales.

El nuevo foso de la muralla permitirá conocer una mayor extensión de la misma. Además, el estudio seleccionado contempla la intervención como un proceso de investigación abierto a través del cual se podría descubrir nueva información sobre los lienzos de la muralla, como, por ejemplo, la posible ubicación de una tercera torre en la esquina suroeste. Si se demostrase su existencia, el proyecto contempla la instalación de haces de luz vertical que recreen la ubicación de esta atalaya.

La segunda zona será la plaza que ocupará la parte central de las Herrerías, planteado como un pulmón con numerosa vegetación que proyecte sombra. Esto lo convertirá en un lugar agradable para la visita incluso en verano, lo que lo volverá un atractivo punto de reunión tanto para sevillanos como para turistas. Esta suerte de patio de los naranjos urbano evocará las huertas y jardines que hace siglos pertenecieron a una residencia palaciega de la primera ocupación islámica, preservando una tradición magrebí como es la de los huertos de naranjos intramuros.

Por otra parte, la fachada de la Casa de la Moneda y los Hornos Reales, que va en línea con la calle Santander, será la principal de la plaza. Se pretende que esta tercera banda del nuevo espacio urbano sirva para la instalación de paneles expositivos en relieve en el exterior que incluyan información relevante sobre las murallas y la historia de la ciudad, de tal forma que el contenido del nuevo espacio museográfico salga de sus paredes hasta el exterior de la plaza, invitando a que todo el mundo se empape de él. En ese sentido, los muros expositivos dejarán cinco espacios intermedios vacíos ideados para la colocación de hasta diez módulos para mercadillos artesanales o muestras temporales como los que habitualmente se realizan en la plaza Nueva, la avenida de la Constitución o la calle Fray Ceferino González.

El centro de interpretación se localizará junto a la Torre de la Plata en la misma calle Santander, lo que contribuirá a la puesta en valor de este emblemático edificio que se ha pasado tantos años en el ostracismo. Uno de los aspectos más destacados al respecto del nuevo edificio es que pretende ser tan respetuoso a nivel estético con la muralla que «se fundirá e integrará» en el entorno, «casi como un paño adicional de muralla». Estará revestido en piedra y tendrá un color muy parecido al de los lienzos originales y la propia Torre de la Plata.

Además de sus otras dos plantas, el museo contará con un sótano que permitirá la visita y contemplación del lienzo de la muralla norte que permanece oculto. El centro ofrecerá a sus visitantes una experiencia inmersiva a través de las murallas y la historia urbana de Sevilla. El estudio encargado del proyecto y el Ayuntamiento esperan que se convierta en uno de los referentes de su ámbito en la ciudad, integrándose en el amplio circuito que componen los espacios culturales del Casco Antiguo.