La mujer de otro alto cargo del PSOE replicó el modelo de la parcela del Higuerón en el Tamarguillo

Los hechos se remontan hasta 2017, sólo un año después de que la Federación Andaluza de Fútbol recuperara la titularidad de unos terrenos situados en la calle Francisco Buendía esquina con la Ronda del Tamarguillo, en pleno Distrito Nervión, que había comprado al Ayuntamiento de Sevilla en una subasta convocada en 1960. Con posterioridad, los suelos se inscribieron a nombre del Ministerio de Hacienda y con el tiempo pasaron a la Junta de Andalucía por la cesión de competencias a las comunidades autónomas. La RFAF inició un proceso judicial en el que por sentencia del año 2016 se le acabó reconociendo esa propiedad. Un año después de quedar resuelto este asunto, su junta directiva decide el alquiler de una parte de estos terrenos, que quedaron adjudicados a una empresa denominada Tamarguillo Sports S.L., que luego los subarrendó a un restaurante de comida rápida y una gasolinera.

Aquella empresa se había constituido el 21 de febrero de 2017, indicando en su acta de creación que su actividad sería el arrendamiento, adquisición y enajenación de bienes inmuebles de naturaleza urbana y rústica. En un primer momento, su administradora única fue Virginia Calderón Moreno, aunque solo unos meses después (en noviembre de 2017) se produjo un cambio en favor de María Antonia Capón Capón, paradójicamente la esposa de otro ex alto cargo del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla. En concreto, se trataba de la pareja del que fuera gerente de Urbanismo en la etapa de Alfredo Sánchez Monteseirín, Miguel Ángel Millán, que estuvo al frente de esta responsabilidad en el año 2008. Una labor que coincidió con la presencia de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis al frente de la Delegación de Urbanismo. El actual vicepresidente primero del Congreso era el 'padrino' político de Millán, como también lo fue de Rafael Pineda, el marido de la adjudicataria de la parcela del Higuerón.

Entre Millán y Pineda siempre ha existido una estrecha relación. De hecho, pertenecen al mismo círculo político socialista, en el que también se halla el actual concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Sevilla, Francisco Javier Páez, entre otros. Sin embargo, la coincidencia entre ambos también se traslada a la situación de sus mujeres. Pérez Jiménez -la de Pineda- era la administradora única de la empresa que se hizo con el arrendamiento de la parcela del Higuerón que investiga ahora la UCO, mientras que Capón -la de Millán- fue durante casi dos años (entre el 30 de noviembre de 2017 y el 20 de noviembre de 2019) la responsable de la firma que consiguió acordar con la Federación Andaluza de Fútbol el contrato de alquiler de los terrenos junto a la Ronda del Tamarguillo para luego, y como en el caso de Pino Montano, subarrendarlos a otras empresas terciarias. Casualmente, en ambos suelos estableció un restaurante de comida rápida de Burger King y una estación de servicio de las gasolineras Q8, replicando casi al dedillo la misma operación en estas dos situaciones. Y, también, ambas empresas se constituyeron con el nombre del lugar que explotaban: Higuerón Real Estate y Tamarguillo Sports, respectivamente.

En medio de esta operación se produjo también la llegada de otro histórico miembro del PSOE a la Federación Andaluza de Fútbol: Gaspar Zarrías. El que fuera uno de los nombres más destacados del gobierno de la Junta de Andalucía durante la etapa socialista llegó a estar condenado a nueve años de inhabilitación por prevaricación en el caso de los ERE, aunque el Tribunal Constitucional anuló la condena hace algo más de un año. Pues bien, en 2017, ya alejado de la primera línea política, se incorporó a la RFAF como asesor del que era entonces su presidente, Eduardo Herrera, pasando también a formar parte de su junta directiva. Unos hechos que tuvieron lugar el día 22 de junio, sólo unos meses antes de que Marian Capón se convirtiera en la administradora única de Tamarguillo Sports, la empresa que gestionaba estos terrenos de la parcela de la calle Francisco Buendía.

Tanto Pérez Jiménez como Capón, esposas de los socialistas Rafael Pineda y Miguel Ángel Millán, respectivamente, replicaron el mismo modelo en cada una de las parcelas. Ambas, a través de sus empresas, se hicieron con una concesión que les permitiría alquilarlas. Y las dos, por otro lado, subarrendaron estos suelos a empresas terciarias, como Burger King y la gasolinera Q8 que emprendieron en ellos su actividad comercial. Para la apertura de estos negocios, los promotores tuvieron que solicitar en aquel momento una licencia de obras y de apertura a la Gerencia de Urbanismo, que en aquellos años, coincidiendo con la etapa de Juan Espadas al frente de la Alcaldía de Sevilla, estaba dirigida por Antonio Muñoz, el que fuera alcalde y actual portavoz socialista en el Ayuntamiento.