El monasterio de Santa Paula cumple 550 años

Hace cincuenta años, cuando se cumplió el medio milenio desde la fundación, el monasterio jerónimo acogió una sesión pública de la Real Academia de Bellas Artes celebrada en la iglesia conventual, como oportunamente reseñó ABC: «El gran marco de yeserías barrocas que encuadra la reja y la policromía en penumbra del coro sirve de fondo al estrado presidencial, que ocuparon don José Hernández Díaz, director de la Real Academia; el padre Ignacio de Madrid, prior del monasterio del Parral, vicario general de la orden de San Jerónimo; con los académicos Santiago Martínez y don Alfonso Grosso y el secretario, don Antonio de la Banda».

La disertación corrió a cargo de sor Cristina de la Cruz, priora del convento de las jerónimas, lo que dicho así parece hasta demérito de la protagonista. Porque tras ese nombre fuera del siglo se ocultaba Cristina de Arteaga y Falguera, hija del duque del Infantado, primera mujer en obtener el doctorado en Historia en España, con una tesis sobre el cardenal Palafox, premio extraordinario de licenciatura en 1920 y gran cruz de Alfonso XII por su brillante expediente académico. Después tomó los hábitos dos meses antes del estallido de la Guerra Civil.

Su actividad intelectual y su perfil literario estaban fuera de toda duda, por lo que fue nombrada miembro correspondiente de la Academia de la Historia de Madrid en 1944 y de la de Buenas Letras de Sevilla en 1967, además de numeraria en la de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría hispalense en 1973. Su causa de beatificación se abrió en 2001.

«Sor Cristina, ostentando sobre la estameña buriel de su escapulario, la medalla académica, comenzó su disertación recordando otro acto semejante no hace mucho celebrado en este lugar en conmemoración del VI centenario de la fundación de la orden de San Jerónimo». La priora trazó luego un perfil biográfico de Santa Paula, ambientada en la Roma y la Palestina eremítica del siglo IV. «En una segunda estampa histórico-literaria relata el origen del monasterio de monjas jerónimas de Santa Paula de nuestra ciudad, en aquella Sevilla de principios del último tercio del siglo XV, ya gran ciudad Sevilla, todavía de acentuado carácter morisco en trazado y viviendas, sus gentes de vigorosa fe cristiana y vida religiosa».

El monasterio de Santa Paula lo fundó Ana de Santillán, viuda del jurado de la ciudad Pedro Ortiz Núñez de Guzmán, tras morir su única hija, Blanca, a los 18 años en 1469.

El periódico, que destacaba a sor Cristina en la portada de su número del martes 10 de junio, resaltaba que «la monja académica disertante, sor Cristina, fue larga y afectuosamente aplaudida». Terminado el acto académico, «fray Ignacio de Madrid ofició la santa misa, concelebrada por tres sacerdotes seculares y cuatro monjes jerónimos».