Misterios de Sevilla: la noche del miedo

«Que vaya por delante que no queremos aumentar el miedo de nadie. Porque el que más y el que menos aún le queda por la espalda el escalofrío de cuando escuchó temblar la tierra aquella noche ya inolvidable del día 28 de febrero. Que vaya por delante que cuando vamos a decir no está avalado por fundamento científico alguno. Tómelo el lector a beneficio de inventario, como cuando lee esas extrañas informaciones sobre nacimientos de corderos con seis patas, de partos de gatos con dos cabezas. Resulta que, según parece, los terremotos y los OVNIs han ido de la mano más de la cuenta. Parece que en más de una ocasión ambos estremecedores fenómenos se han dado juntos».

Y en hemeroteca se podría leer: «Según una carta al director publicada en este diario, y varios testimonios que el periodista ha escuchado de viva voz, parece que también en Sevilla, la otra noche, algunos vieron un OVNI mientras todos salíamos de estampida. Uno todavía se ríe con lo del 'Conozca usted a sus vecinos' y con lo de 'En mi casa sí que sentimos el temblor más que en ningún otro sitio'. Y aunque por delante echa su cuarto a espaldas de incrédulo, presenta pruebas que le han llegado sin aval científico alguno. Pero es muy escamoso esto de que los OVNIs y los terremotos sean compañeros de viaje…» Escribía en las páginas del diario ABC el profesor Burgos.

La carta referida al director de un lector decía: «Cuando sentimos el temblor de tierra me reuní en la plaza de Sanjurjo con varios vecinos que se encontraban nerviosamente alarmados; pero cual no sería nuestra sorpresa que, a pesar de estar la noche cerrada y totalmente cubierta, apercibimos y observamos un resplandor (que no fue un relámpago, sino una potente luz) que atravesó el espesor de la densa atmósfera y que desapareció en el espacio. ¿No pudiera ser un artefacto de otro planeta que hizo temblar parte de la Tierra?» firmaba Francisco Delgado Varo en carta abierta al director del diario ABC.

Curiosamente en 1962 la revista 'Brother´s Magazine', de la localidad japonesa de Yokohama, publicaba un interesante artículo llamado «Terremotos y platillos volantes» que firmaba el autor Yusuke Matsumura.

El 12 de marzo de 1969 se informaba desde las páginas del diario ABC de como numerosos testigos había visto una misteriosa luz coincidiendo con el temblor de tierra.

Uno de esos testigos era Eulogio González quien desde su domicilio en El Plantinar (barriada de Sevilla) vio «una gran luz que penetraba en mi habitación pese a que las personas estaban cerradas».

Otros vecinos fueron testigos de mismo OVNI luminoso, además de sentir un misterioso zumbido. Experiencias similares se vivieron en otros barrios sevillanos en lo que la prensa de la ciudad hispalense pasó a denominar en 1969 como la «noche del miedo».