La ministra de Transporte le adelanta al secretario del PSOE que licitará el puente de la SE-40 en 2024

Así lo recogía la nota de prensa que difundió la institución provincial y en la que consideró que «la opción del puente ha resultado ser la más eficiente para el interés general por su coste, plazo de ejecución, impacto medioambiental y menor riesgo al proponer una inversión sensata y sostenible, incluyendo su mantenimiento a lo largo del tiempo«. La cuestión económica es la primera que ha determinado la decisión, como admitió la propia ministra, aunque también se atrevió a asegurar que »el viaducto propuesto es la solución óptima por su impacto medioambiental y su versatilidad, ya que su explotación requiere un menor consumo de energía que las alternativas en túnel y permite la movilidad activa«, cuando todavía no cuenta con un dictamen del Ministerio de Transición Ecológica, que es el competente para certificar la evaluación ambiental.

Igualmente resaltó que «es una infraestructura pensada para las bicicletas y los peatones», obviando que la altura del puente alcanzará los 70 metros sobre la lámina de agua, que son necesarios para mantener las condiciones de navegabilidad del río y que ese viaducto será un tramo de autovía que debe mantener una velocidad de más de 100 kilómetros por hora para no convertirse en otro cuello de botella como el puente del Centenario. Por poner un ejemplo parecido, el puente de la Constitución de 1812 de Cádiz, que tiene una altura y una longitud parecidas al planteado para Sevilla ni siquiera dispone de carriles bici por la dificultad para subirlo y la cercanía con los vehículos.

Raquel Sánchez hizo hincapié en los problemas técnicos que tuvo la obra de los antiguos túneles, adjudicada e iniciada hace once años, a la que su departamento no quiso nunca dar una solución técnica. Además insistió en que «su ejecución era inviable , por lo que se decidió redactar un nuevo anteproyecto para analizar las alternativas».

Entre los detalles del proyecto que comentó con el secretario provincial de su partido está la construcción de un mirador y siete kilómetros de carriles bici y sendas peatonales. La intención, según dijo, es que este tramo se pueda poner en servicio en 2028 y terminar la circunvalación en 2030.

Los tres proyectos de construcción que conforman el arco norte, Salteras a la conexión con la A-4, redactados hace más de una década, requieren de una nueva tramitación, reestructuración y actualización técnica, que incluye una nueva evaluación del desagüe de las avenidas del Ribera de Huelva y del Guadalquivir.

Dichos proyectos «se van a actualizar, con el objetivo de continuar con la programación ya establecida de culminación de toda la SE-40« y de hecho, como según el compromiso de la ministra, en 2024 está previsto licitar el contrato para actualizar el proyecto entre el enlace con la A-4 y el enlace con la carretera autonómica A-8008 .

Así, en los próximos meses se aprobarán los dos proyectos constructivos del arco Noroeste (Espartinas-Valencina-Salteras), tras lo cual, se iniciarán los trámites para licitación de las obras correspondientes con una inversión estimada de 160 millones de euros. Estas actuaciones supondrán la culminación de la conexión norte sur de la circunvalación que lleva más de dos décadas en obras.

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El escenario en el que la ministra hizo estas declaraciones sin medios de comunicación y sin la presencia siquiera de los alcaldes a los que afecta este proyecto llama poderosamente la atención, porque hasta el momento nunca había tenido como interlocutor al presidente de la Diputación hasta la llegada de Javier Fernández de los Ríos, que es también el secretario provincial de su partido. En otras ocasiones los avances en los proyectos que Transportes y Movilidad tiene pendientes en Sevilla se los había hecho directamente al secretario andaluz, Juan Espadas, y al exalcalde Antonio Muñoz, a quien visitó en numerosas ocasiones durante los meses previos a la campaña electoral. Precisamente a Muñoz lo convirtió en el principal apoyo para la negociación del acuerdo del metro con la Junta, a pesar de que el Ayuntamiento no tiene las competencias para esa infraestructura y no aporta un euro a la misma.