El militante del Daesh que adoctrinaba desde el salón de su casa de La Rinconada

El vecino de La Rinconada que ya duerme en una prisión de Madrid había intensificado su actividad en internet en los últimos meses a través de diferentes perfiles con los que difundía sus mensajes en las redes más populares. Como ocurre con otros muyahidines virtuales, que tienen como principal misión propagar a través de internet los postulados de Daesh, generando una corriente favorable en la que puedan captar a nuevos adeptos, Tirmidhi llevaba una doble vida. De puertas para fuera mantenía un perfil bajo sin llamar la atención en el vecindario, que apenas se percató de lo que había pasado el martes; mientras que desde el anonimato que ofrecen las redes sociales, desplegaba un bombardeo constante de mensajes y montajes de vídeo con los que enaltecía las acciones terroristas de Daesh.

Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC detallan que la difusión de propaganda a favor de la organización terrorista se ha intensificado en internet a partir del atentado de Hamás y la posterior respuesta belicista de Israel. No son pocos los llamamientos a favor de los grupos islamistas que piden intervenir en Palestina.

El último detenido en La Rinconada no era un mero transmisor de mensajes, según la información recopilada por los agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil, sino que además llegó a dar un paso más al introducirse en la captación de fieles y el envío de fondos a favor de la causa yihadista.

Los agentes rastrearon la vivienda del sospechoso con perros adiestrados en la detección de explosivos por si se había iniciado en la elaboración de artefactos explosivos, pero en el rastreo de la casa no encontraron nada. El tránsito del activismo en la red a las acciones armadas es un paso natural y la señal inequívoca para los investigadores de que hay que intervenir. Así ha ocurrido con los tres menores que pasaron a disposición de la Audiencia Nacional este pasado martes. La Policía Nacional había detectado cómo se estaban organizando para la fabricación de explosivos.

Tras concluir el registro, el vecino de La Rinconada fue introducido en un vehículo del GAR y fue trasladado directamente a Madrid sin pasar por las dependencias de la Comandancia de Sevilla. Este viernes, el juzgado central nº 5 de la Audiencia Nacional que dirige Santiago Pedraz ordenó su ingreso en prisión provisional.

«Estas labores de propaganda utilizando las nuevas tecnologías son equiparadas por los grupos terroristas a las de aquellos que participan en combates o ejecutan ataques», decía este viernes la Guardia Civil, poniendo así en valor el papel que tienen estos muyahidines virtuales que en apariencia pueden no parecer una amenaza directa pero que son claves en el entramado de una organización terrorista que lleva años reorganizándose, mutando bajo distintas siglas con un único objetivo: instaurar un estado islámico.