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UNA HISTORIA DE SEVILLA

Miguel de Cervantes y los señores del atún: Zahara, la almadraba y los presos de Sevilla en el siglo XVI

«Pasó por todos los grados de pícaro hasta que se graduó de maestro en las almadrabas de Zahara, donde es el finibusterrae de la picaresca. (…) no os llaméis pícaros si no habéis cursado dos cursos en la academia de la pesca de los atunes»

Con estas palabras, Miguel de Cervantes inmortalizaba en 'La ilustre fregona' la turmabulta y el ambiente bullicioso de las almadrabas de Zahara de los Atunes a finales del siglo XVI

Recreación de Zahara de los Atunes en torno a 1580, en la misma época en la que la debió conocer Miguel de Cervantes. Se aprecian los campamentos y tiendas de los almadraberos provenientes de Sevilla -la mayoría de la Cárcel Real-, las construcciones del Duque de Medina Sidonia, la chanca -aún existente- y los barcos de la almadraba. A la derecha el Río Cachón y los acantilados de la Breña
Jesús Pozuelo

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Aquellas pesquerías, controladas por la poderosa casa de los Pérez de Guzmán —duques de Medina Sidonia—, se sostenían con una mano de obra peculiar: los presos de la Cárcel Real de Sevilla, enviados cada primavera al pie del río Cachón. Allí, entre ... redes y sangres de atunes, surgían también juergas y excesos que, según la tradición, dieron origen al término «cachondeo», ligado a las correrías de pícaros y tunantes tras la faena.

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