Luces, alta tecnología, arte e historia: las Atarazanas de Sevilla serán un museo en 2026

La Fundación Cajasol invertirá 20 millones de euros en el proyecto museográfico del antiguo arsenal, reconvertido en un espacio cultural dedicado a las relaciones con América y la historia de la ciudad y del propio edificio

Las Atarazanas de Sevilla abrirán definitivamente en 2026 «con tecnología puntera»

El último pétalo de la margarita de las Atarazanas está aún por deshojarse. Aunque tras una espera de 32 años, ya falta muy poco para descubrir esta joya patrimonial andaluza reconvertida en «ágora cultural», una denominación muy genérica que la Fundación Cajasol, cesionaria ... del mismo y encargada de su gestión, concretará en un espacio dedicado a las relaciones con América. Para ello, y según ya avanzó este periódico, encargará a Acciona el proyecto museográfico e invertirá 20 millones de euros.

El presidente de la entidad, Antonio Pulido, adelantó en el acto de presentación de la rehabilitación de este Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, que además de esta vinculación con el Nuevo Mundo, «como puente de unión y diálogo con América», la apuesta expositiva girará en torno a otros dos ejes: la ciudad y el propio edificio, construido en tiempos de Alfonso X (en 1252). En estos ocho siglos sus usos han sido variados, arsenal naval de la Corona de Castilla, lonja de pescado en tiempos de los Reyes Católicos. Astilleros, prisión, aduana, almacén de aceite y de lanas, Maestranza de Artillería, almacén de azogues, hospital... Un capítulo extenso de Sevilla espejo de su pasado glorioso, pero también del menos memorable, incluido su abandono y ruina.

El contenido que a partir de ahora dispondrá el monumento tras una procelosa rehabilitación llevada a cabo durante los últimos tres años en base al controvertido plan diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, es el nudo gordiano del proyecto, del que todo el mundo está pendiente, y para cuyo conocimiento habrá que esperar en torno a diez meses. Pulido fijó la fecha más general en el calendario: «2026 será el año de las Atarazanas». Y estableció una meta: convertir a la llamada catedral civil de Sevilla en uno de los espacios culturales «más visitados de Europa». Buscando para ello, como con la obra de su contenedor (financiada por la Junta de Andalucía y la Fundación La Caixa con casi 20 millones de euros), el equilibrio estético y conceptual entre lo antiguo y lo moderno. En este punto es donde entra en juego la alta tecnología, tan importante para la apuesta de la fundación, que pretende convertir a las Atarazanas en «referente mundial» de su empleo, para «atraer a nuevos públicos y crear experiencias en las que el conocimiento no sólo se transmite, sino que se vive».

Aunque estén presentes en todo el recorrido, serán más profusas en la planta de arriba del BIC. Esta parte, que también precisa de unas tareas de adecuación museística que impiden que pese a que la compleja obra estructural esté realizada, se pueda mantener abierto el edificio para las visitas, estará formada por salas de proyección, experiencias inmersivas, realidad virtual y activaciones artísticas.

Volvamos al piso de abajo. Donde al entrar por la fachada principal de la calle Temprado o paseando por Dos de Mayo, se podrá observar la majestuosa planta de las atarazanas más importantes del mundo que en su día llegó a estar compuesta de 17 naves. El plan del equipo de Vázquez Consuegra ejecutado por la constructora Avintia consistía en la intervención de todo el inmueble (12.607,80 m² construidos) y a efectos de conservación y se ha adecuado para el uso cultural la planta baja y parte de la primera planta (8.625,2 m² útiles) y ha precisado de una compleja ingeniería para sortear todos los contratiempos y las exigencias patrimoniales. En esta planta de abajo sobresale la recuperación del muro de barbacana, llegando la cota de excavación a los dos metros y medio (hasta la misma base del edificio originario, que alcanza unos 15 metros de altura).

En toda esta nave principal, con sus característicos arcos que se han podido ver en todo el mundo gracias a producciones audiovisuales como la serie 'Juego de tronos', será utilizada, según la propuesta de la Fundación Cajasol, como espacio para la realización de eventos. Además, se ofrecerán visitas a la rehabilitación patrimonial en múltiples formatos: recorridos expositivos, teatralizaciones y espectáculos lumínicos que emocionalmente la memoria del lugar».

La entreplanta, por su parte, a la que se accede por unas escaleras mecánicas, albergará exposiciones temporales centradas en temáticas globales, rutas culturales y problemáticas medioambientales.

La consolidación de las fábricas de ladrillo y azulejo, el mantenimiento de las cerchas originales de madera, la impermeabilización de las cubiertas y la conservación de los elementos de fundición originales han sido otras de las claves de esta rehabilitación.

Con todo, este espacio se convertirá en un reclamo más del polo cultural que conforman el Teatro de la Maestranza, el Hospital de la Caridad y las propias Atarazanas en el barrio del Arenal de la capital hispalense.

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