Zonas como San Vicente, la Cartuja o Santa Clara llevan meses sin baldeos y la suciedad está ya incrustada
ABC ha hecho la prueba del algodón durante una semana sobre ejemplos de manchas y residuos que no se retiran
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El estado de suciedad que presenta la ciudad es preocupante, un mal endémico que no ha sabido ponerle solución el actual equipo de gobierno y que incluso se sitúa en los primeros puestos de las encuestas ciudadanas sobre los problemas de Sevilla. El ... alcalde, Antonio Muñoz, que tomó posesión en enero de 2022, reconoció durante los primeros meses el déficit de limpieza y prometió que los cambios que emprendería tanto en la creación de una nueva delegación municipal como en la gestión de Lipasam darían resultado pronto. Pero por más máquinas se han adquirido, la realidad es que la mugre sigue incrustada en las calles sin que se baldeen desde hace meses en algunos lugares, incluso del casco histórico. ABC ha recorrido tres zonas dispares zonas como la calle San Vicente, el barrio de Santa Clara o el Camino de los Descubrimientos en la Cartuja para comprobar cómo, día a día, no ha pasado Lipasam a limpiar.
El mejor ejemplo de la escasa excelencia a la que llegó el servicio de limpieza es el tiempo que se llevó una pata de jamón dejada sobre la calzada junto los coches aparcados en la calle Baños en junio del año pasado, en el tramo más próximo a Torneo. Junto al bordillo de la acera, el hueso del jamón permaneció durante un par de semanas , cambiaron los coches aparcados pero la pata permanecía en el mismo sitio no pasaba desapercibida para los vecinos de la zona, donde el Ayuntamiento ha retirado los contenedores de basura obligándoles a depositarlas en los ubicados en la avenida de Torneo. Sólo Lipasam no se percató en ese largo tiempo de su presencia hasta que fue retirada.
Siendo una zona céntrica, la limpieza de la calle Baños en su tramo mas cercano a la Gavidia muestra la paradoja de una zona recientemente reurbanizada para su peatonalización que parece sucia. La zona peatonal, ahora llena de establecimientos gourmet y todo tipo de comercios de calidad cuenta con un pavimento, ya de por sí poco agraciado por la combinación de colores, que en poco tiempo se ha llenado de manchas y costras que ni maquinas espaciales de Lipasam son capaces de eliminar, debido a la porosidad del material utilizado en la pavimentación.
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Pero lo mismo ocurre en la calle San Vicente con el acerado tradicional, en el tramo en el que se encuentra la sede del PSOE andaluz, el pavimento es nuevo, pero tiene una cantidad de mugre que pone de manifiesto que por allí no pasa una máquina de baldeo desde hace mínimo tres meses. Aunque haya llovido poco, los vecinos de esta zona comprobaron cómo, en los días en los que hubo precipitaciones, el agua que cayó no fue capaz de retirar la roña allí depositada.
A principios de febrero, algún ciudadano arrojó un vaso largo lleno de café junto a una papelera. El cartón se llevó días recorriendo la calle, pero la mancha se quedó... hasta ahora. Éste es uno de los puntos en los que ABC ha comprobado durante una semana cómo pasan los días y por allí no parece pasar Lipasam, salvo para retirar los cubos de basura. Esta mancha es similar a las que se encuentran junto a los bolardos de toda esta calle y las aledañas.
La Cartuja
Otra de las zonas de Sevilla que presentan un estado indigno, pese a estar situado junto a un bien de interés cultural y en el principal acceso desde el Centro al puntal tecnológico y empresarial de Sevilla, es el Camino de los Descubrimientos. Allí frente al Consulado de Marruecos y junto a la tapia del monasterio de la Cartuja hay un vertedero que acumula suciedad por la desidia del servicio de limpieza que no actúa hasta pasados meses.
En la zona más próxima al muro de este edificio histórico -lleno de grafitis y maleza-, en lo que debería ser una zona ajardinada con las canaletas que se prolongaron de los patios del monasterio solo hay matorrales y vegetación descontrolada, junto a todo tipo de residuos: bolsas y plásticos, latas, vidrios y hasta preservativos. Durante una semana, ABC ha acudido al mismo punto para comprobar no sólo que allí continúan los mismos restos de basura, sino que cada día se suman nuevos, ya que es una zona que se usa como aparcamiento diurno y botellódromo nocturno y que, cuando hay conciertos en el cercano auditorio es un recogedero de suciedad.
La tarea de Lipasam se ciñe a una recogida de residuos en maquinaria en lo que es el carril bici que permanece limpio poco tiempo por el paso de vehículos que utilizan el ahora descampado como aparcamiento. En general, todos los accesos y presuntas zonas verdes que dan acceso al parque tecnológico de Sevilla presentan una imagen poco edificante a pesar de ser un espacio heredado de la Expo 92, referencia del salto a la modernidad de la capital andaluza.
El barrio de Santa Clara
Los problemas de suciedad y falta de mantenimiento del viario no sólo afectan al Centro de la capital andaluza y la Cartuja, sino a sus barrios periféricos. Y en ese ámbito no hay distinciones entre zonas con mayor nivel socioeconómico o menos. En una de las habituales, en el podio de barrios sevillanos con mayor renta, Santa Clara, las carencias municipales en ese aspecto son también enormes.
Más allá del tremendo déficit de mantenimiento y mobiliario urbano en esta área, pueden tomarse muchos ejemplos con respecto a la suciedad y la falta de un servicio suficiente. Uno de ellos son los jardines y sus respectivos paseos de la calle Juan de Mendoza Luna, en paralelo a Montes Sierra, que los fines de semana, además, son pasto del 'botellón'. Pero no se queda la cosa ahí. La basura 'ordinaria' genera otras molestias añadidas porque, como en tantos otros puntos de la ciudad, no se recoge debidamente. Sirven de ilustración paradigmática los desperdicios que se han ido acumulando esta pasada semana en uno de los caminos de esos jardines, donde envoltorios y latas de refresco se han ido 'asentando' sin que una sola escoba o barredora haya pasado en días. Y todo a pesar de tratarse de un camino en plenos jardines y junto a un transitado carril bici. De lunes a viernes, el mismo panorama de suciedad.
Barrios como Los Remedios o el Polígono de San Pablo presentan un estado de degradación preocupante
En otro punto del barrio aún más neurálgico, la plaza Fray Junípero Serra, otro ejemplo significativo se abre paso a los ojos de cualquiera que pasa. En plenos aparcamientos y a sólo varios metros de la parroquia del barrio -separada de esta zona por unos mugrientos contenedores- los cristales rotos de un coche robado permanecen en medio del asfalto de la plaza durante días. Las cinco jornadas laborables de la semana transcurren sin que ni un operario público se persone a limpiar y recoger los cristales, que además de ofrecer una imagen de dejadez enorme suponen un peligro nada desdeñable para peatones, mascotas o ruedas de vehículos. Ni la proximidad total de la iglesia, ni los colegios ni el hecho de estar justo al lado de las cubas de Lipasam cambia las cosas. Nada se recoge entre el lunes 10 y el viernes 14 de abril.
Un problema extendido
Esto es sólo un seguimiento puntual de tres zonas que evidencia, eso sí, un roblema extendido por toda la ciudad. En Los Remedios y Triana, la situación del viario sucio se eterniza. Calles y avenidas como Esperanza de Triana o Virgen de Villadiego presentan un estado mugriento. Lo mismo ocurre en la calle Ardilla y en Febo, donde además de las manchas también se pone de manifiesto que no se barre asiduamente, ya que hay hojas y papeles. Denunciaban los vecinos que hace ya semanas que se encuentra una rata muerta que allí se ha fosilizado.
En esta zona, otro ejemplo es la Plaza de Cuba y el espacio peatonal que linda con Juan Sebastián Elcano; o la calle Asunción, una de las zonas más transitadas en su parte peatonal y que no sólo tiene suciedad incrustada sino restos de comida y tetrabriks en el suelo en el entorno de los bancos de madera.
Por otras zonas, residentes de Nervión advierten de este problema endémico en Luis de Morales o, los de Bami, en las pistas deportivas. Concretamente, vecinos del Polígono de San Pablo han denunciado en Twitter el estado del barrio, no sólo por la falta de baldeos sino por el abandono general de las calles, con malas hierbas en los parterres, hojas secas, plásticos, naranjas podridas y hasta carritos de supermercado tirados, en lugares como la plaza Vicente Pastor.
Los grafitis
La imagen de suciedad que presenta Sevilla se refleja también en las paredes. El incivismo que echa residuos al suelo o pinta las fachadas de grafitis no tiene una respuesta municipal eficiente. Hay barrios en los que no hay una sola casa o muro sin pintadas. En el casco histórico, hay zonas verdaderamente afectadas, como el entorno de la Alameda -la calle Vascongadas es el paradigma- o de San Luis y San Julián, precisamente una zona en la que el Ayuntamiento pretende desplazar al turismo para desconcentrarlo del entorno de la Catedral y el Alcázar.
No se ha puesto en marcha un servicio de repintado de fachadas en el Centro, una tarea propia del complejo de Penélope: lo que se tapa por el día vuelven a grafitearlo de noche.
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