La Plaza de América será el eje cultural de Sevilla en 2029

La Consejería de Cultura ya está avanzando en el programa institucional para que en un año esté redactado, evaluado y aprobado y se puedan iniciar las obras en 2025. Calculan que el presupuesto estará entre los 15 y los 20 millones de euros y esperan contar con la cofinanciación del Ministerio de Cultura, en lo que respecta al edificio.

Fuentes del Ejecutivo andaluz explican que se encontraron en 2019 con un museo en una situación de descuido y desatención comparable al Estadio de la Cartuja. Desde entonces, la Junta ha tratado de revitalizar un espacio que considera «clave» y que, «desde una perspectiva antropológica, permita mostrar a la ciudadanía nuestra raíces y reflexionar sobre nuestro presente».

Tras el parón cultural que supuso la pandemia, se han organizado exposiciones para que las visitas al Pabellón Mudéjar donde se asienta el museo desde hace ahora 50 remonten el vuelo, ya que hasta 2019 apenas llegaba a los 60.000 usuarios al año. Pese a la situación en la que se encuentra, con una sala clausurada y un programa expositivo obsoleto, es el único museo de Sevilla que ha crecido en el número de visitantes en 2022, cuando se rozaron lass 67.000 entradas. Y sólo en los cinco primeros meses de 2023, supera en un 5% las visitas del mismo periodo de hace cuatro años.

La Consejería lleva trabajando varios meses en el borrador de un nuevo plan museológico, que sentará las bases de cómo será el expositivo una vez que se acometan las obras. La intención de que el Museo de Artes y Costumbres Populares deje de ser concebido por los sevillanos como un apéndice del Bellas Artes, que fue como se creó en 1973. También, el hecho de que sus fondos iniciales procediesen de la citada pinacoteca, así como del Arqueológico o del Nacional de Artes Decorativas, la subordinación de este espacio ha generado que siga siendo considerado un museo de «segunda división». «El principal objetivo es acabar con esta idea preconcebida», y de que «su función es conservar aquel patrimonio que, aun siendo interesante, no tiene la entidad suficiente para estar en los grandes museos», señalan estas mismas fuentes.

Ese borrador, al que ha tenido acceso ABC, define filosóficamente qué debe ser el Artes y Costumbres Populares y señala que debe ir más allá de lo que en su día fueron los museos etnográficos, cuyo nacimiento en España estuvo «estrechamente relacionado con la llegada tardía y descontextualizada de los movimientos folcloristas y románticos, preocupados por un mundo rual depositario de la esencia nacional y condenado a desaparecer ante la llegada de la industrialización que los entendía como sinónimos de atraso y la pobreza». Estos museos -como explica el documento- se centraban en los objetos y se olvidaban de los que los creaban y usaban.

Ahora, se pretende que el centro beba de las bases de lo que debe ser un museo antropológico, «con notables diferencias» respecto a los etnográficos. «La cultura andaluza supone una forma peculiar de percibir el mundo; de vivir la existencia, colectiva e individual; de relacionarse con la naturaleza, con las personas y con un mismo; de enfrentarse a los grandes temas de la vida y de la muerte; y de expresar nuestras emociones y anhelos». Por ello, se plantea que dedicar un museo a las 'artes y costumbres populares' «carece de sentido» y que habría que cambiar la denominación ya que este nombre «no sólo no nos identifica ni nos representa sino que, además, nos lastra al transmitir una idea contraria a la que proponemos: ser el museo de la identidad cultural andaluza».

Noticia Relacionada

El Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla cumple 50 años de vida... y olvido

Javier Macías

La crónica de cómo la Administración lo trató como un museo «de segunda división»

También se plantea que el 'nuevo' museo supere «los límites territoriales», y pone un ejemplo: el mantón de Manila, prenda originaria de China convertida en un referente identitario de Andalucía.