Jorge Cadaval cuenta cuál fue el peculiar regalo que le hizo su hermano antes de morir: «Me descolocó completamente»

Ese tono íntimo y sincero fue el hilo conductor de una charla donde el humor cedió paso a la emoción. Jorge se abrió como pocas veces para hablar de la muerte de su hermano Diego, fallecido de cáncer de riñón. «Mi hermano Diego murió de cáncer. Le echo muchísimo de menos diariamente.», confesó conmovido.

Desde el inicio de la conversación, Jorge Cadaval aprovechó el recuerdo de su hermano para reflexionar sobre la importancia de comunicarse de manera clara, especialmente en momentos difíciles. Recordó que, durante el proceso de la enfermedad, Diego tuvo dos médicos: uno con el que no se enteraba de nada de lo que le decía y otro que se lo explicaba todo muy bien. «Lo que me llena a mí de alegría es que conociera al doctor Poyato, qué importante es que te llegue alguien, empatices con esa persona y te enteres de lo que te está hablando»

Ante la pregunta de Risto sobre cuánto tiempo duró la enfermedad, Jorge respondió: «Un año y ocho meses». Y acto seguido añadió: «Te voy a contar una cosa. A mí no me importa llorar. Yo lloro a moco tendido y lo sabe mi hermano César. Pero te voy a explicar una cosa muy bonita».

Fue entonces cuando relató uno de los momentos más emotivos de su vida: el último cumpleaños que celebró antes de la muerte de Diego. «Yo he celebrado siempre mucho los cumpleaños. El último año que estaba mi hermano así ya regular antes de Navidad, no iba a venir al cumpleaños porque estaba fastidiado, la verdad, bastante... Murió el 4 de enero. Yo no quería celebrar el cumpleaños y mi hermana Maite me decía que lo celebrara, que aunque Diego no iba a estar, él quería que lo celebrara. Yo no tenía ganas, y mi hermano me dijo que como no lo celebrara... Total, lo celebro».

Ese día, Jorge recibió un regalo que nunca olvidará: «Mi hermano sabe lo que me gustan los animales. Ese día me dicen que tengo que ir a la puerta de casa, que había algo para mí, que había alguien que me mandaba una cosa para que lo tuviera un par de horas».

Con la voz temblorosa, recordó: «En la puerta estaba un señor. En esa época se hacían cosas de animales en televisión y ese señor los traía. Diego le conocía muchísimo y le dijo que si me podía llevar un cachorro de león a mi cumpleaños para que yo lo tuviera un par de horas conmigo. Me descolocó completamente. Una cosa muy bonita, nos queremos con locura».

Este testimonio dejó claro que, detrás del humor y los personajes que han hecho reír a generaciones, hay dos hermanos que también han vivido el dolor, la pérdida y la ternura más profunda. En un mundo que a menudo premia lo superficial, Jorge Cadaval recordó que la autenticidad, la empatía y la emoción siguen siendo un lenguaje universal.