Una irlandesa compara el clima de Sevilla con el de su país y esta es su contundente conclusión: «Paso más frío en mi casa que en la calle»

En el video, la tiktoker responde a un comentario sobre cómo se siente el frío dependiendo de la humedad. Dice que aunque en el sur de España no hace tanto frío como en Madrid o Pamplona (donde ella misma ha vivido y ha pasado auténtico sufrimiento con las bajas temperaturas), las casas en Sevilla no están preparadas para el invierno. Y ahí está el problema.

Las viviendas están diseñadas para el calor, con paredes gruesas que en verano ayudan a mantener el fresco. Pero en invierno se convierten en auténticas neveras. «Es como entrar en una cueva», dice en su video. Y claro, sin alfombras, sin calefacción central y con apenas un aire acondicionado con bomba de calor, la sensación de frío en casa es real. Esto se traduce en noches en las que cuesta conciliar el sueño por las bajas temperaturas o mañanas en las que salir de la cama parece una misión imposible.

En Irlanda, según explica @sevilla.storytime, el frío también es duro, pero las casas están mucho mejor preparadas. Hay calefacción central, las ventanas y paredes están bien aisladas, y hasta las alfombras y cortinas gruesas ayudan a mantener el calor. En Sevilla, en cambio, es habitual que la gente pase frío dentro de casa, algo que a ella le sigue sorprendiendo.

Además, en Irlanda es común encontrar suelos con calefacción, lo que permite que el ambiente en los hogares sea mucho más confortable. También es normal contar con radiadores en cada habitación, algo que en Sevilla es poco frecuente. Esto hace que, aunque en Irlanda el termómetro marque temperaturas mucho más bajas, dentro de casa se pueda estar en manga corta sin problemas.

Otro punto que menciona es la humedad. En Irlanda, el frío húmedo es penetrante, pero gracias a la calefacción se puede sobrellevar. En Sevilla, aunque haga menos frío en la calle, dentro de casa es difícil entrar en calor porque la humedad se mete en los huesos y no hay un sistema eficiente para combatirla. La humedad no solo contribuye a la sensación de frío, sino que también puede provocar problemas como la aparición de moho en las paredes o una sensación constante de incomodidad.

En este sentido, muchas personas en Sevilla recurren a soluciones caseras, como mantas eléctricas, estufas portátiles o incluso calentar bolsas de agua para meterse en la cama con algo de calor. Sin embargo, estas alternativas no siempre son suficientes para contrarrestar la falta de un sistema de calefacción adecuado.

A pesar de todo, la tiktoker no cambia Sevilla por nada. Reconoce que el invierno puede ser complicado, pero la llegada de la primavera lo compensa con creces. «Merece la pena porque luego llega la primavera, y eso es lo más bonito que hay», dice con entusiasmo.

El contraste entre el invierno y la primavera en Sevilla es algo que muchos extranjeros destacan. Y es que durante estos meses el frío aprieta en casa, aunque luego llega el buen tiempo y la ciudad se llena de vida: las terrazas se llenan de gente, los parques florecen y la sensación de frío se convierte en un recuerdo lejano. Esta transición hace que, a pesar de los inconvenientes invernales, vivir en Sevilla siga siendo una experiencia maravillosa. Lo que está claro es que en invierno toca abrigarse dentro de casa casi tanto como en la calle