Iglesia en Sevilla
Los inicios del Opus Dei en Sevilla
Un libro recoge la primera década de la Obra en la ciudad entre 1942 y 1951
Joaquín Herrera Dávila ha reunido muchísima información de los primeros años
Escrivá de Balaguer vio frustrada una entrevista con el cardenal Segura en 1938
Sevilla
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónUn libro recién publicado por la editorial Rialp, del que es autor el doctor en Farmacia Joaquín Herrera Dávila, reconstruye, con abundante información inédita, los inicios del Opus Dei en Sevilla desde que en 1938 su fundador, San Josemaría Escrivá de Balaguer, visitó ... por primera vez la ciudad.
En plena Guerra Civil, de su paso por Sevilla camino de Córdoba quedó un apunte (el número 742) en su libro 'Camino' referido a los cuadros de las Postrimerías de Valdés Leal de la iglesia de San Jorge de la Santa Caridad. Pero la entrevista con el cardenal Segura, que llevaba menos de un año en la sede, se frustró porque no la había solicitado de antemano. Escrivá estuvo esperando en Palacio, pero nunca se vio con el prelado, sin cuyo consentimiento no se podía fundar ninguna labor apostólica.
Esta llegó en 1943 tras una entrevista de Segura con el joven ingeniero Álvaro del Portillo (luego sacerdote y más tarde, prelado a la muerte de Escrivá) tras los buenos oficios del catedrático de Historia Vicente Rodríguez Casado -verdadero artífice de la implantación del Opus en Sevilla- con el canónigo magistral Javier Alert, secretario de cámara del arzobispo.
MÁS INFORMACIÓN
En marzo de 1943, Segura recibió a Del Portillo como enviado de Escrivá y accedió a que el Opus inaugurara una residencia universitaria venciendo las reticencias que había expresado el jesuita al frente de la congregación de los Luises. El cardenal se permitió incluso recomendar a un joven catedrático de Derecho, José María Lojendio, para que entrara en la Obra. El apoyo de Su Eminencia obtuvo algo a cambio: Del Portillo medió con el Ministerio de Obras Públicas (lo hizo directamente con el ministro) para construir una carretera que llegara al monumento a los Sagrados Corazones de San Juan de Aznalfarache.
Los comienzos del Opus en Sevilla tienen dos nombres propios en las personas de Vicentón (el apelativo cariñoso con que lo conocían) Rodríguez Casado y Jesús Arellano, el primer director de la residencia universitaria Guadaira, más tarde colegio mayor con sede en el paseo de la Palmera.
La primera instalación del Opus Dei en Sevilla no estuvo lejos de allí, en la esquina de Manuel Siurot con Marqués de Luca de Tena, en un chalé denominado Casa Seras, por el que pasaron Florentino Pérez-Embid, Octavio Gil Munilla (aunque acabó desvinculándose del Opus), José Antonio Infantes Florido (obispo de Canarias y de Córdoba) o Alberto Martínez Fausset, el primero en pedir la admisión en la Obra en Sevilla puesto que Antonio Fontán Pérez (primer presidente del Senado tras la restauración monárquica) había solicitado su ingreso en Madrid.
El foco de irradiación del Opus en Sevilla estuvo ligado a los americanistas, la especialidad de Rodríguez Casado. La universidad de verano de La Rábida, el colegio mayor Santa María del Buen Aire o el instituto de Estudios Hispanoamericanos se convirtieron en semillero de vocaciones no sólo andaluzas sino hispanoamericanas de investigadores o doctorandos que venían a Sevilla, lo que obligó a habilitar una residencia universitaria con más capacidad.
Así fue como se abrió Monteflorido en el número 8 de la calle Canalejas, una finca posteriormente demolida y reedificada en 1968, propiedad de Santiago Benjumea y López, marqués de Monteflorido, que dio nombre a la primera obra corporativa del Opus en Sevilla. Ángel O'Dogherty, Juan Jordano Barea, Javier de Ayala o Andrés Vázquez de Prada son algunos de sus primeros residentes a partir de octubre de 1945.
En torno a alguno de los círculos de estudio, giraban por allí Francisco Gallardo Ariza, Eduardo Vioque, Adolfo Cuéllar, Perico Barbadillo, Francisco Sánchez-Apellániz, Martín Serrano o Patricio Peñalver. Por la residencia desfilaron también Vicente Palacio Attard, Joaquín Ruiz Giménez o Guillermo Lohmann.
La residencia universitaria Guadaira, colegio mayor adscrito a la Universidad de Sevilla desde 1951, se convirtió en la plataforma desde la que el Opus comenzó a darse a conocer entre profesionales y no sólo universitarios. Así llegó la primera hornada de supernumerarios (con familia) sevillanos como el oculista Diego Díaz Domínguez, el coronel Julio del Junco, el pediatra Manuel Laffón Soto (padre de la pintora Carmen Laffón) y el también médico Francisco Rosales (padre del notario del mismo nombre).
La obra abarca también la implantación del Opus Dei en Cádiz y Córdoba. En definitiva, una extensísima (y por momentos, prolija, con detalles en algunos casos nimios) obra para conocer los primeros tiempos en Sevilla y el quién es quién de esa década.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete