Unos influencers revelan la verdad de sus vídeos: «Comer fuera de casa no es lo mejor»
La pareja, reconocida en redes sociales por su contenido sobre restaurantes y comida, ha decidido hacer un parón
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La pareja de influencers en uno de los momentos del vídeo
En una era marcada por la inmediatez, la exposición constante y la necesidad de alimentar el algoritmo, las redes sociales pueden convertirse en una rutina tan exigente como cualquier trabajo tradicional. Lo que empezó como un proyecto ilusionante, con pasión y autenticidad, puede volverse una ... carga. Así lo han expresado una popular pareja de influencers sevillanos (@topfoodsevilla) que esta semana ha anunciado que dejará de crear contenido sobre restaurantes y comida.
Durante mucho tiempo, su cuenta ha sido un referente para descubrir nuevos sitios donde comer, probar platos y seguir recomendaciones. Pero el desgaste acumulado ha terminado por hacer mella. «Nos hemos dado cuenta de que estamos muy quemados del tema restaurantes, de salir a comer y grabarlo. Nos hemos saturado», confesaron en un vídeo que rápidamente se viralizó entre sus seguidores.
La gota que colmó el vaso fue su último viaje. «Volviendo en el coche de Barbate a Sevilla, íbamos muy serios los dos. Nos preguntamos qué nos pasaba, y ahí salió todo», relatan. Ambos estaban en el mismo punto sin haberlo dicho en voz alta: necesitaban parar. Ya no disfrutaban de lo que hacían, y grabar cada salida a comer se había convertido en una obligación más que en una pasión.
El motivo no es solo el agotamiento creativo, sino también el deseo de recuperar coherencia con su estilo de vida. «Jesús está muy informado en temas de nutrición y sabemos que salir a comer tres veces por semana no es lo mejor. Lo que subíamos iba en contra de nuestro propio estilo de vida. No nos sentíamos bien con el contenido que estábamos haciendo.»
Además, admiten que el ritmo impuesto por las redes les ha pasado factura como pareja. «Llevábamos meses sin recordar la última vez que salimos a comer solos, sin grabar, sin pensar en el siguiente post.» Las redes, dicen, los llevaron a obsesionarse con subir contenido constantemente, perdiendo tiempo para ellos mismos.
Su mensaje es claro: han decidido priorizar su bienestar, su salud y su relación. «Al final, la vida tiene sus tramos, y este ha sido uno de ellos. Lo que hemos construido lo hicimos juntos, y si queremos seguir, también tenemos que saber cuándo parar.»
Una decisión valiente en un entorno donde no siempre se premia el freno. Pero también un recordatorio de que detrás de cada cuenta hay personas reales, con límites, emociones y derecho a elegir cómo quieren vivir.
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