La industria del Puerto de Sevilla se hace con un proyecto millonario de energía eólica marina

«Será la primera vez que asumamos un encargo de este nivel y lo vamos a hacer en los talleres del Puerto», indican las fuentes consultadas. Además de la inyección económica, dará empleo a 300 personas para sacar adelante, en los plazos acordados, las dos subestaciones a través de las que se generará la energía que produzca el parque eólico marino, localizado a 24 millas de la costa atlántica de Estados Unidos, concretamente en Virgina.

La empresa que ha adjudicado este contrato es la danesa Bladt Industries con el que la carga de trabajo queda garantizada para los próximos dos años, comenzando este otoño y extendiéndose hasta 2024. Así se recupera una estabilidad laboral que se había visto gravemente comprometida por la pandemia y la subida del precio de materiales en toda la industria sevillana. «Ahora se nos presenta el reto de encontrar mano de obra cualificada», señalan desde la compañía. Este es un problema recurrente con el que se encuentra la industria metalmecánica sevillana cada vez que asume un proyecto de gran envergadura.

La falta de trabajadores con la experiencia y la acreditación necesaria sigue siendo la norma en un sector que precisa de nuevos profesionales. En este tiempo se han ampliado las titulaciones industriales de Formación Profesional pero siguen sin ser suficientes y las compañías reclaman una mayor oferta o la recuperación de la figura del aprendiz que se incorporaba a los talleres para conocer el oficio.

Con este proyecto, la sevillana Tecade pasa a ser un referente entre los grandes proveedores de componentes para la energía eólica marina. Hasta el momento había asumido encargos de menor nivel como la fabricación de piezas de transición, conocidas como TP, que son las bases sobre las que se asientan los mástiles de los molinos, pero el encargo de estas dos de las tres subestaciones eléctricas que se instalarán en el complejo estadounidense la posiciona en el mercado internacional.

La reactivación de la industria metalmecánica asentada en el Polígono Astilleros supone también un impulso para el tráfico de buques del Puerto de Sevilla, que viene sufriendo un retroceso a lo largo de este año. La carga de grandes estructuras se había convertido en un negocio consolidado gracias al empuje de las empresas sevillanas, que empiezan a recuperar el pulso tras dos años complicados. El pasado mes de julio lo hacía Megusa, otra compañía vecina, que ha fabricado un viaducto para Malta, que cargó prácticamente ensamblado desde sus instalaciones. Para favorecer este tipo de tráfico, la Autoridad Portuaria avanza en la ampliación del muelle de Armamento. El objetivo es mejorar la capacidad del espacio destinado al movimiento y acopio de grandes estructuras y cargas especiales con una repavimentación completa.