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«Es importante que los responsables de la guerra sean juzgados. Si no ayudáramos a Ucrania, ¿qué país sería el próximo ante una Rusia cada vez más imperialista»
Maria Margarete Gosse, embajadora de Alemania en España, recalca el clima de colaboración con nuestro país «cuyas compañías invierten en el sector energético alemán, clave para nuestro país tras el corte del gas ruso»
«Como alemana llamo a mi padre una vez a la semana; mi marido, que es sevillano, dos veces al día»
Maria Margarete Gosse en una céntrica calle de Sevilla
Maria Margarete Gosse es la embajadora de Alemania en España desde agosto del pasado año. Con una trayectoria diplomática muy dilatada, es la primera mujer embajadora del país teutón, aunque lleva años rompiendo moldes y abriendo caminos para sus compatriotas. Gosse fue la cónsul ... de Alemania en Barcelona de 1996 a 1999, jefa de prensa de la Embajada de Alemania en Pekín, jefa de la sección jurídica y consular de la Embajada de Alemania en París, y directora general de Servicios Centrales del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania, entre otros cargos, antes de hacerse cargo de la Embajada alemana en España. El tren que la trae a Sevilla llega con un retraso de casi media hora, lo que obliga a reprogramar la entrevista con ABC, que tiene lugar durante cuarenta minutos en un conocido restaurante del centro histórico de Sevilla. En cuanto se cumple el tiempo pactado, se despide con destino de nuevo a la estación de Santa Justa para coger otro tren que la llevará de nuevo a Madrid.
-Dice el empresario alemán Philip Werle que Europa se ha cortado una mano para cortarle un dedo a Rusia, que ha sufrido mucho menos las sanciones económicas que los europeos. ¿Esa opinión está extendida entre los ciudadanos alemanes?
-No. Lo importante es ver que si ayudamos a Ucrania a recuperar su territorio y su país de acuerdo con las leyes internacionales lo hacemos también para nosotros. Yo entiendo que esto puede resultar abstracto para mucha gente que está sufriendo una inflación elevada como consecuencia de la crisis. Hay que imaginarse lo que pasaría si no ayudáramos a Ucrania y Rusia consiguiera su propósito. ¿Qué país sería el próximo? ¿Qué haría Europa ante una Rusia cada vez más imperialista? Hay que tenerlo muy claro. Tenemos una gran responsabilidad en esta situación, sobre todo con los millones de refugiados que ahora viven en Alemania, Polonia y otros países europeos.
-¿La acogida de ucranianos en Alemania produjo tantas tensiones como la de los sirios que huían también de la guerra?
-La acogida de ucranianos quizá haya sido más fácil pero seguimos teniendo migración de otros países, no sólo de Siria. Esto es un gran desafío y hay discusiones sobre los recursos económicos necesarios entre las distintas administraciones públicas, pero mi impresión es que la discusión pública es más relajada que en 2015. Los ucranianos se han integrado con más facilidad y aprendido con más rapidez nuestra lengua pero no tengo datos estadísticos. Con los sirios, la integración quizá fue más lenta, pero también funciona. Por ejemplo, muchos han montado sus pequeñas empresas. Hay que tener un poco de paciencia y considerar que nunca es una decisión fácil desplazarse.
-Se han celebrado hace pocos días varias reuniones en Sevilla de una comisión del Consejo de Europa en la que se que an tratado las responsabilidades penales de Rusia y de su presidente, Vladimir Putin. ¿Cómo cree que será la reconstrucción de Ucrania, cuando acabe la guerra?
-Las primeras conferencias sobre la reconstrucción se celebraron en octubre del año pasado y me parece muy adecuado que se estén preparando ya porque cuando callen las armas quedará mucho trabajo por hacer. Es indispensable juzgar la responsabilidd de los que han lanzado esta guerra y por ello crear un tribunal internacional. En muchos casos, crímenes de este tipo han quedado impunes. Tenemo que defender el derecho intenacional para proteger un futuro pacífico.
-Hay personas que piensan en Europa que el único país que no se ha visto perjudicado por la guerra de Ucrania ha sido Estados Unidos, cuyas materias primas vende ahora mucho más caras que antes de la guerra. ¿Cuál es su opinión?
-Yo no diría eso. Estados Unidos es el país del mundo que más está apoyando a Ucrania. Los precios del gas a los que usted alude han bajado tras un ciclo de especulación en verano. No están todavía al mismo precio que cuando contábamos con el gas ruso pero ha bajado hasta un precio bastante razonable. Alemania quiere llegar a 2030 con solo un 20 por ciento de consumo de energías fósiles y un 80 por ciento de energías renovables.
-Rusia le cortó el suministro de gas a Alemania en agosto. ¿Cómo se las han arreglado?
-Mejor de lo esperado aunque vendrán algunas curvas. Nos hemos liberado de la dependencia del gas ruso y creo que eso nos va a ayudar a conseguir de una forma más rápida nuestros objetivos respecto al cambio climático. Podemos decir que hemos aprendido algo con esta guerra, por ejemplo, agililzar los procesos de decisión en Alemania y la Unión Europea.
-¿Algo parecido a lo que pasó con la pandemia y la dependencia que tenía Europa de China?
-Sí. Nos hizo reflexionar sobre los procesos de deslocalización industrial. Y también con las vacunas, logramos desde la Unión Europea ayudar a países terceros que no habría tenido la posibilidad de adquirir vacunas para su curación.
-¿Alemania recuperó ya el PIB previo a la pandemia?
-En algunos sectores sí; en otros, no. Conviene recordar que la inflación no vino solo por la guerra de Ucrania sino antes y fue una secuela de la pandemia, que causó también problemas en las cadenas de suministro. La guerra agravó esa subida de precios pero fue una segunda fase.
-¿En qué campos cree que Alemania y España podrían colaborar de forma fructífera?
-En Alemania preferimos energía renovable. El potencial de España en este campo es enorme y creo que hay muchas posibilidades de colaboración entre nuestros dos países. Observamos un creciente interés de las empresas españoles en el sector energético alemán Para nosotros el sector energético es clave y la tradicional idea de la inversión alemana en España se está completando ahora con una creciente inversión española en Alemania.
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