Las huestes fernandinas del siglo XXI

El arzobispo de Sevilla es el gran canciller de esta «singularidad», como la define Antonio María González-Pacheco, en la actualidad presidente-regidor de la orden que lleva en su nombre el santo del día y el rey que conquistó la ciudad en 1248: San Clemente I, papa; y San Fernando, rey. El resto de órdenes militares, erigidas como asociaciones privadas de fieles, dependen del obispo de Ciudad Real.

Está compuesta en la actualidad por casi trescientos integrantes, la mayoría en Sevilla, a los que hay que sumar una nutrida delegación en Italia en el priorato que dirige Paolo De Nicoló, quien llegó a ser regente de la Casa Pontificia, encargada de todo lo relativo al apartamento pontificio y las audiencias privadas, especiales o generales del Papa.

Hay delegaciones en prácticamente todas las diócesis españolas y mantiene fuertes lazos con los monasterios trapenses de Santa María de Viaceli (Cantabria) y San Isidro de Dueñas (Palencia), cuyos abades son comendadores de la orden. Enrique Trigueros, el anterior abad de este monasterio palentino es autor del preámbulo del libro de Horas (liturgia universal de la Iglesia) que la propia orden editó. También venera reliquias de sus santos patronos, por cesión del Cabildo catedralicio.

El mismo título honorífico de comendadores lo ostentan los monasterios de Santa Paula (jerónimas) y San Clemente (cistercienses), estrechamente vinculados a la conquista de Sevilla. No en vano, la colaboración con los monasterios de vida contemplativa es el carisma distintivo de esta orden con reminiscencias medievales pero con actividad coetánea.

Así, la Orden de San Clemente y San Fernando venía editando desde 2012 una colección de carpetas exclusivas con textos e ilustraciones originales denominada 'Lugares de paz y oración' en torno a un monasterio de clausura al que revertían los beneficios de la publicación. Juan Lacomba, Carmen Laffón, Luis Manuel Fernández, Ricardo Cadenas, José Luis Mauri, Teresa Duclós, Javier Buzón, Lola Montero, Daniel Bilbao y Concha Ybarra son los artistas que han prestado sus pinceles para esta colección.

La orden caballeresca canaliza gran parte de las ayudas de muchos benefactores a título individual o colectivo dirigidas a los cenobios de la archidiócesis, la que cuenta con mayor número de monasterios de vida contemplativa de toda España. Además, organiza un ciclo de conciertos 'Anima Christi', del que se llevan celebrados esta temporada dos encuentros musicales en Santa Inés y Santa Isabel.

Su actividad incluye igualmente la dotación de doce becas para monjas que estudien en la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla bajo el título Reverenda.Madre Sor Mercedes Vázquez-Leño Bascon, monja jerónima.

También la edición de la revista 'Clementinum' dedicada a espiritualidad, historia, arte, cultura y humanidades desde 2009 y peregrinaciones a distintos lugares del orbe católico como Tierra Santa, la basílica de San Clemente en Roma o el Colegio de San Clemente de los españoles en Bolonia.

Los candidatos a ingresar en la orden tienen que reunir los requisitos exigidos por el gobierno de la misma y, «previo a la investidura, hay unas vísperas solemnes en las que él se presenta al capítulo» como reminiscencia de la vela de armas medieval en la torre del homenaje antes del nombramiento como caballero.

Mantiene lazos con el patriarca de Jerusalén, nombrado comendador de la orden, y con el Regimiento de Guerra Electrónica (REW 32) con base en El Copero, nombrado protector honorífico «unidos por la fidelidad y el servicio al Santo Rey Fernando III». Su presencia es notable no sólo en la procesión de la Espada del 23 de noviembre sino en el Corpus o el Santo Entierro. Son los caballeros fernandinos del siglo XXI.