-¿Es cierto que uno de los grandes retos de los matemáticos es encontrar nuevos números primos, aquellos que solo son divisibles entre ellos mismos y el 1?
-Sabemos que hay infinitos números primos pero es verdad que hallar números primos muy grandes sirve para probar software y hardware. Los números primos tienen que ver con la encriptación de información pero hallar un nuevo número primo tampoco va a cambiar radicalmente la forma en que codificamos la información. En los años 70 se descubrieron nuevos métodos de encriptar información, casi imposibles de desencriptar. Y ahí está el origen de que podamos enviar información segura por Internet. En ese sentido, sí podría ser un reto muy relevante hallar nuevos números primos.
-¿Cuál es el gran reto de las matemáticas actuales?
-Hay muchísimos. En el año 2000 la Fundación Clay, cuyo presidente vendrá la semana que viene al Congreso de Sevilla, expuso los diez grandes problemas del milenio para los matemáticos. De esos diez problemas sólo se ha resuelto en estos 24 años la conjetura de Poincaré. Quizá el más famoso de los nueve pendientes es la hipótesis de Riemann, que explicaría de alguna forma cómo están distribuidos los números primos. Esa hipótesis no se considera aún demostrada por la comunidad matemática.
-Dicen que muchos matemáticos no hacen bien las cuentas. Ni muy rápido...
-Los matemáticos, en general, son malos haciendo cuentas. Yo no soy malo en esto pero si me pides que haga una multiplicación de dos números medianitos, usaré la calculadora. A mí lo que se me da mejor es el razonamiento lógico y geométrico, como a muchos compañeros. Los matemáticos no vemos en nuestro trabajo diario tantos números como se piensa. Muchos estudiantes nos dicen que en las clases ven muchas más letras griegas que números.
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete