El Gobierno gasta 120 millones en otros museos y olvida el Bellas Artes de Sevilla

El Museo de Bellas Artes de Sevilla tiene las competencias transferidas a la Junta de Andalucía pero la titularidad la mantiene la Administración General del Estado. Esto es, la propiedad tanto del edificio como de las colecciones son estatales pero la gestión recae en la comunidad autónoma, de forma que son las dos administraciones las que se ocupan del mismo. Ambas están condenadas a entenderse para sacar adelante una necesaria ampliación, sería la cuarta gran reforma en el antiguo Convento de la Merced Calzada en el que el museo se ubica desde su creación en septiembre de 1835.

Fuentes de la Consejería de Cultura han confirmado a este periódico que ya se ha solicitado unas reuniones técnicas con el gabinete de Ernest Urtasun para abordar la ampliación a través del Palacio de Monsalves y la antigua biblioteca pública de la calle Alfonso XII. El equipo de Patricia del Pozo le presentará la redacción de los programas institucional, arquitectónico, de colecciones y expositivo del Plan Museológico, «en los que se relacionan las necesidades de la institución con sus sedes, las colecciones y la forma de contarlo».

Aunque aún no hay fecha prevista para ese encuentro presencial con el que la Junta quiere evitar situaciones parecidas a lo ocurrido con el Museo de Cádiz y su ampliación por la Casa Pinillos (tema del que aún no ha obtenido respuesta), las mismas fuentes apuntan a una «buena disposición» por ambas partes para sentarse y aclarar de una vez por todas el futuro del museo sevillano. El camino ha sido proceloso.

En 2007, con Carmen Calvo de ministra de Cultura, se redactó el protocolo con las bases de la ampliación, se avanzó el plan museológico e incluso se anunció el inicio de las obras y el compromiso de financiación por parte del Gobierno de España para el año siguiente. El presupuesto para estas actuaciones llegaba a los 16 millones de euros, a entregar en cuatro años. Los trabajos se iniciarían a final de ese mismo año, el de la crisis mundial. ¿El resultado? Nada y vuelta a la casilla de salida.

El siguiente escollo fue otro gran espacio museístico de la capital andaluza. La reforma del Arqueológico, para la que el ministerio proyectó un presupuesto de algo más de 25 millones de euros y para el que, recientemente, el Gobierno ha aprobado un modificado de 3,5 millones de euros, por lo que la inversión estatal final llegará a casi los 29 millones de euros. El edificio neo renacentista de Aníbal González se encuentra cerrado desde enero de 2020 y su reapertura prevista para el año 2027. Como en el caso del Bellas Artes, tras un largo periplo.

De hecho, Guillermo Vázquez Consuegra ganó el concurso para la restauración del inmueble en 2009, lo que da idea de lo dilatado de un proceso lleno de baches. Si se compara con el antiguo 'museo de pinturas', las cuentas para que su ampliación se materialice antes de 2035 resultan muy ajustadas. Otro ejemplo de la larga espera es el Arqueológico de Orense que, parón tras parón, va a dilatar su reapertura hasta un cuarto de siglo. Tendrá un gasto de casi 12 millones de euros.

El tiempo corre en contra. Después habrá que garantizar si el Ejecutivo de Pedro Sánchez hace la misma apuesta que en otros museos, ya sea de los 16 estatales, o del resto que están transferidos a los gobiernos regionales. En el caso del Museo del Prado, el montante más grande se lo lleva la obra de rehabilitación arquitectónica y adecuación museística del Salón de Reinos, cuyo presupuesto se ha elevado de 34,8 millones de euros a 45,9 millones, entre otras razones, por la necesidad de integrar unos restos arqueológicos aparecidos durante la obra. A esto hay que sumar algo más de un millón de euros para la rehabilitación de las cubiertas y fachadas.

Para las obras de ampliación del Museo Sorolla ubicado en la antigua residencia familiar y taller del pintor valenciano en el Paseo General Martínez Campos de Madrid, el ministerio aportará hasta este 2025 un total de 6'5 millones de euros. Cabe destacar que el gabinete que hoy encabeza el ministro de Sumar subraya en su justificación de los trabajos que ese edificio no cuenta «con espacios adecuados para taller de restauración, almacén de bienes culturales, talleres didácticos, sala de exposiciones temporales, salón de actos, área de acogida de grupos, cafetería, etc». Unas carencias muy parecidas a las que tiene el Bellas Artes sevillano. Además, para los expertos, la necesidad de ganar espacio a través de la anexión del Palacio de Monsalves y la antigua biblioteca de la calle Alfonso XII, no es tanto por el volumen o brillantez de las obras almacenadas, sino por las condiciones en las que estas se encuentran.

Hace tres años, el entonces ministro Miquel Iceta anunciaba un acuerdo con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto para, a través de fondos Feder, acometer diez proyectos de restauración y mantenimiento de patrimonio histórico de uso turístico de titularidad estatal con una inversión de 35 millones de euros (15,2 millones de euros a mejoras en el Paisaje de la Luz, el eje museístico de Madrid).

En esa partida figuran dos museos ciudades patrimonio mundial por la Unesco. Así, las obras en el de Cáceres empezaron en verano del año siguiente, con una inversión estatal de casi ocho millones de euros. Por su parte, el Arqueológico de Tarragona se ha modernizado con una inversión de 4,4 millones a cargo del Ministerio de Cultura. La primera fase se inició en 2019 –cerró un año antes– y la gran reapertura se prevé para finales de 2026. Lo hará con una gran exposición referente de la época romana en Cataluña y para cuyo plan museográfico el ministerio aportará 3,7 millones de euros.

Cifras muy similares se han destinado a otro emblema de la civilización romana en España, el Museo de Mérida. El espacio, inaugurado en 1980, se extenderá a través de las viviendas aledañas que la Junta de Extremadura ha ido adquiriendo para su derribo. El total de la inversión de Cultura supera los ocho millones y medio de euros.