El Gobierno deja en el aire el futuro de El Copero con el puente de la SE-40

A pesar de ser unas instalaciones altamente sensibles, la Declaración de Impacto Ambiental que publicó el BOE el 1 de enero apenas le dedica una línea. En concreto, se refiere exclusivamente a la necesidad de incluir en el proyecto el «apantallamiento longitudinal complementario en la margen norte» del puente «para que se reduzcan las vistas a la Base de Defensa del Copero«. Más allá de colocar pantallas para dificultar la visión de las instalaciones, no se indica nada más de cómo será la convivencia de un puente que va a pasar a muy poca distancia de la pista de vuelo del centro militar.

Y ese silencio llama especialmente la atención porque la base situada en terrenos de Dos Hermanas ha sido punto crucial de algunas de las alegaciones presentadas al proyecto que va a sacar adelante el Gobierno. La Asociación de Constructores y Promotores de Sevilla, Gaesco, fue una de las entidades que alegó en 2021. Hace un año, el gerente de Gaesco, Juan Aguilera, se preguntaba en declaraciones a este periódico: ««¿Hay que desmantelar la base? ¿Modificarla? ¿Habrá problema en las operaciones de vuelo?». El exdecano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Andalucía, Ceuta y Melilla, Abraham Carrascosa, otra de las instituciones que presentó alegaciones entonces, era más pesimista al respecto sobre el futuro de la base.

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Fuentes militares consultadas por ABC son rotundos cuando se les pregunta por el puente, el cual va a afectar «sí o sí» a la navegación aérea porque la estructura cruza de lleno el área de aproximación de las aeronaves que aterrizan y despegan de una pista que discurre en perpendicular al trazado del viaducto. Las dudas que surgen en este punto es si se tendrán que reacondicionar las operaciones de aterrizaje y despegue de los helicópteros.

En cartera, además, hay pendiente un proyecto de ampliación de la pista que suponía una mejora significativa de las instalaciones. Un proyecto que estaba por concretar y que puede verse afectado por la instalación de una estructura como un puente de las dimensiones definidas por el Gobierno. El Ministerio de Transporte ha insistido en varias ocasiones que esta solución técnica al cierre del anillo de la SE-40 no compromete la base militar ni tampoco a su futura ampliación. Algo que ponen en duda las fuentes militares consultadas.

En 2020, Defensa envió un informe a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental que incluía una serie de requisitos para la viabilidad del puente que pasan por garantizar las servidumbres aeronáuticas y radioeléctricas del helipuerto, mantener la operatividad de la base en todo momento y que las afecciones a las zonas de seguridad (tanto lejanas como próximas) deben ser autorizadas por el departamento que dirige Margarita Robles. Además, exigía que se eviten sobreelevaciones «aguas arriba» que pudieran repercutir en las instalaciones. En este proyecto, el Gobierno no se iba a cuestionar a si mismo. Por eso cuando se abrió el periodo de alegaciones, el Ministerio de Defensa no presentó ninguna.

El PP de Sevilla, a través de su presidente, Ricardo Sánchez, reclamaba este martes al Gobierno información veraz sobre el nivel de afección que tendrá el puente sobre la base del Copero y si esta estructura acabará frenando las posibilidades de desarrollo de un enclave que alberga entre otras unidades al batallón de helicópteros Bhelma IV.

Otra circunvalación, la SE-30, fue la que sentenció a otro de los enclaves militares de la ciudad. El 31 de marzo de 1990 se suprimían las operaciones de vuelo en Tablada que perdía su condición de aeródromo como consecuencia del trazado de la nueva carretera que partía por la mitad la pista de aterrizaje. Un año antes, el alcalde Manuel del Valle, cerraba un acuerdo con Defensa tras más de un año de negociaciones para obtener la cesión de esos terrenos. La SE-30 transformó la ciudad, pero ésta perdió de manera definitiva una de las primeras bases aéreas que se construyeron en el país y también por el camino se quedaron compromisos como convertir la dehesa de Tablada en una nueva zona de expansión. Ya han pasado más de 30 años y aquellos terrenos siguen estando infrautilizados. Como curiosidad, al igual que ha ocurrido ahora, durante el diseño de la SE-30 también se estudiaron otras posibilidades para salvar la pista de Tablada que no prosperaron.