sanidad
«Mucha gente va al centro de salud como a El Corte Inglés, exigiendo todo y pensando que los médicos somos tontos»
La médico de familia a la que un «paciente» le lanzó una silla en su consulta en el centro de salud de Palomares (Sevilla) dice que las agresiones verbales se han convertido en algo habitual en su trabajo: «No podemos denunciar todos los insultos y amenazas que sufrimos porque estaríamos todo el día en el Juzgado»
«No compensa estudiar diez años Medicina para ganar lo mismo que un fontanero y que te agredan en tu trabajo»
Un profesional sanitario es agredido a diario en Sevilla de forma física o verbal

El pasado 18 de mayo la Policía Local de la localidad sevillana de Palomares del Río tuvo que actuar ante la agresión de un paciente a una médica de familia del centro de salud de esta localidad, a la que le lanzó una silla. ... Los hechos, que serán juzgados el próximo mes de octubre, se produjeron a las 9 de la mañana cuando el agresor acudió allí a solicitar la ampliación de una baja laboral. La facultativa le informó de que no podían mantenerle la baja si no se tomaba la medicación que le habían recetado y el «paciente» (en su caso tal calificativo parece un oxímoron) dio dos violentos puñetazos sobre la mesa y le arrojó una silla que por fortuna no alcanzó su objetivo. A continuación, golpeó más mobiliario y se abalanzó sobre la doctora que pidió socorro y logró salir de la consulta mientras la perseguía el agresor. Compañeros de la doctora y personal administrativo acudieron en su ayuda y lo detuvieron hasta que la Policía Local hizo acto de presencia y se lo llevó a la comisaría. La víctima de esta agresión ha hablado por primera vez con un medio de comunicación con la condición de que no aparezca su nombre ni su imagen. Tras un mes de baja por ansiedad, pidió un traslado a otro centro de salud de la provincia de Sevilla, donde ejerce actualmente su labor.
-¿Puede recordar la agresión?
-Antes de empezar a trabajar en el centro de salud de Palomares, lo hice durante unos veinte años en las Urgencias de un centro de salud de Mairena del Aljarafe. Y allí, en todo ese tiempo, sólo tuve una agresión, la de un paciente que me cogió por el cuello. Pero en Urgencias todo es más complicado y estas cosas son más frecuentes. Cuando llegué a Palomares, donde permanecí dos años, vi que aquello era un maremagnum de amenazas continuas al médico, de faltas de respeto. Algunos pacientes nos llaman sinvergüenzas y nos quieren coger por el cuello hasta que un día sufrí esa agresión que salió en todos los medios de comunicación. Y fue cometida por un paciente normal y corriente, de esos que no te lo esperas, porque hay otras con adicciones que te los ves venir.
¿Y qué ocurrió?
-Muchos pacientes creen que un parte de baja es un cheque en blanco y,en este caso concreto, este hombre ni había retirado de la farmacia el medicamento que le recetamos para curarse, cuando le dimos la baja. Muchos pacientes creen que nosotros somos tontos pero no lo somos. Le pregunté si se había tomado la medicación y me dijo que sí. Por la información del sistema sabía que ni siquiera había recogido la medicación de la farmacia y se lo dije. Entonces se levantó hecho una furia, pegó dos puñetazos en la mesa y me lanzó la silla. Luego se abalanzó hacia mí para cogerme. Este hombre declaró posteriormente a la Policía que no iba hacia mí sino hacia la ventana, porque le entró ansiedad. Pedí auxilio a gritos y un compañero entró corriendo. Hay cámaras que acreditan lo que ocurrió y que me ven saliendo llorando de mi consulta.
-Usted se tuvo que pedir una baja, entre otras cosas, para no volver a ver a su agresor en el centro.
-Estuve un mes de baja por ansiedad pero si no me hubieran dado una plaza en propiedad en otro centro de salud, no me habría reincorporado y seguiría de baja. Por cierto, me pedí la baja como accidente laboral y me quitaron media nómina porque, según me dijeron, el INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) duda, al parecer, de si una agresión como la que sufrí en mi consulta es un accidente laboral.
-A una compañera suya de su nuevo centro de salud también la han agredido recientemente.
-Sí, la amenazaron de muerte. Yo también tengo pacientes muy conflictivos, con adicciones, que vienen todos los días y a los que nadie pone límites. Y estoy empezando a sentir miedo de nuevo en mi nuevo lugar de trabajo. Ahora mismo un centro de salud es un campo de minas para cualquier profesional porque aquí todo es gratis y va gente que está aburrida o que quiere consumir lo que le plazca. Y nadie se atreve a decirles que no porque el médico no está amparado.
-¿Las agresiones han dejado de ser algo excepcional en los centros de salud para convertirse en algo habitual?
-Esto ya es un continuo. Y, por desgracia, es algo generalizado que no sólo pasa en el campo sanitario sino también en los colegios. Hablamos de amenazas, de insultos, de faltas de respeto constantes a los profesionales. Las agresiones físicas y verbales a los sanitarios están creciendo una barbaridad en los últimos meses y todos los centros de salud van a acabar necesitando guardias de seguridad porque el sistema actual, con tantas esperas y tan poco personal, favorece que algunos pierdan los nervios y la paguen con los profesionales sanitarios, que no tienen culpa de ese mal funcionamiento. Y no hay medidas eficaces de protección. En mi centro de salud yo estoy encerrada en una habitación que no tiene ninguna otra salida por la que huir de una agresión. El sistema de alarma que ha puesto el SAS en todos los centros de salud no da tiempo de activarlo.
-¿Falta cultura sanitaria en la población, aparte de educación?
-Hay de todo, claro, pero es que el usuario de un centro de salud va como a El Corte Inglés, exigiendo. El mismo paciente va un día, va otro, te pide un medicamento, te pide otro, tira el que no le gusta, de tres cajas se toma una, en fin. Yo hago visitas a domicilio y veo el abuso masivo de medicamentos. Veo bolsas de medicamentos acumuladas en las casas. ¿Quién le pone freno al paciente si el SAS le dice a los médicos que deben acceder a todo lo que le pida el usuario porque tiene todos los derechos? Y todo gratis. No hay medida. En el centro de salud donde estaba antes te abrían todas las puertas sin pedir permiso, te grita. El sistema actual ha convertido al usuario de la sanidad en un tirano y el médico tiene que atender todas sus peticiones.
-¿Y qué ocurre si no atienden todas esas peticiones?
-Que el paciente te amenaza y te insulta. A mí me dicen sinvergüenza y algunos lo hacen continuamente. Y uno me tiró una silla a la cabeza. El lema del sistema sanitario es «vaya usted al centro de salud y exija porque el médico se lo va a dar todo. Y todo gratis». Me he tenido que ir de Palomares a un pueblo muy lejano de Sevilla, que está muy lejos de donde vivo, porque no podía soportarlo más. Y no soy la única. Casi todos estábamos amenazados.
-¿Cuál es su estado anímico y el de sus compañeros?
-Ninguno puede más. La situación es ya inmanejable para los profesionales.
-¿Las denuncias judiciales contra sus agresores no sirven?
-En octubre tengo el juicio por esta agresión de la que hemos hablado pero no confiamos demasiado en que le vaya a caer un gran castigo. Y muchas veces los profesionales no denunciamos los insultos o las amenazas. Yo no puedo estar todo el día en el juzgado. Y, si usted se fija, casi todas las agresiones las sufrimos las mujeres. Con los hombres no se atreven tanto.
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