Los 15 «fracasos» que el PSOE achaca a José Luis Sanz en sus cien primeros días de gobierno en Sevilla

El exalcalde y senador del PSOE cree que, transcurrido este tiempo, ya se puede vislumbrar un modelo de gobierno y hacer una evaluación. Y ésta es: «No se dan cuenta que ya no son oposición, no tienen brújula y no les gusta la ciudad que han heredado porque hay una evidente desconfianza hacia los proyectos que se han impulsado en estos ocho años». De esta forma, ha enumerado hasta quince ejemplos de cómo el PP está desmantelando el modelo que dejaron Espadas y Muñoz.

El principal exponente de lo que argumenta es la Cultura. Para el portavoz del grupo socialista, «hay una obsesión y una acción de gobierno frívola» y acusa directamente a Minerva Salas, la número dos del gobierno y delegada del ramo, cuya actuación en estos cien días no ha estado exenta de polémica: «Es un despropósito, nunca hemos visto este esperpento. No le gusta la Feria del Libro, el Festival de Cine, tiene el Lope de Vega cerrado y aún no ha presentado las temporadas de los teatros Alameda o Turina, que empiezan a final de mes». Y dirige el foco a Salas: «Cada vez que comparece en público nos llevamos un torpedo en la línea de flotación de la oferta cultural de la ciudad. Y prometían que Sevilla iba a ser la capital europea de la cultura...».

A partir de ahí, ha desgranado proyectos del PSOE por los que no apuesta José Luis Sanz, como la pasarela de Altadis. «Estaba encauzado y era fruto de una negociación con unos promotores, que ahora pone Sanz en riesgo la inversión de casi cinco millones por decir que no le gusta. El alcalde no está para decir en un Pleno si le gustan o no las cosas».

Otro de los proyectos que ha derogado Sanz es el Plan Respira. Muñoz le ha acusado de «alinearse con el negacionismo ambiental» y de «poner en riesgo la financiación que pueda llegar de Bruselas y los ministerios».

También ha citado su proyecto del cierre de bares en la Madrugada y la posibilidad que deja abierta Sanz de beber en la calle en determinados bares tradicionales. «Será complicado plasmar en una ordenanza ese privilegio que tendrán algunos establecimientos».

De ahí, al Urbanismo. El nuevo gobierno anunció que impulsará un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) lo que, a juicio del PSOE, «nos puede llevar a la inseguridad jurídica en un momento de tanta inversión pública y privada».

Muñoz ha criticado igualmente que el gobierno haya «renunciado» a que Sevilla acoja el Congreso de Agencias de Viaje de Norteamérica, que finalmente se lo han llevado Marbella y Málaga. Por otro lado, se sorprende por el hecho de que José Luis Sanz no haya «hablado» de la Agencia Espacial Española: «¿Cuándo se firmará el convenio para que los funcionarios ocupen el edificio CREA? No hay ningún interés en torno a un proyecto estratégico y fundamental para el sector aeroespacial».

Tampoco ha escuchado hablar al alcalde del centenario de la Exposición Iberoamericana de 1929 ni de la Ley de Capitalidad para Sevilla, que pidió Muñoz en su último año de alcalde, para lo que dijo que «no era el momento». Como ejemplo de la citada improvisación que le achaca a Sanz está el asunto de los bonos para el comercio. «Lo han sacado fruto de la presión del sector, porque estaban dispuestos a eliminarlos por tener el sello del PSOE», ha comentado el exalcalde.

Entre los asuntos más criticados de la gestión del gobierno municipal anterior está la limpieza. La suciedad en las calles era una evidencia que el mismo Antonio Muñoz reconoció y no fue capaz de solucionar. José Luis Sanz prometió en la campaña que sería su primer caballo de batalla. Ahora, el exalcalde se pregunta tras estos cien días: «¿Ha mejorado? ¿Se soluciona con zafarranchos efímeros? Es otro fracaso, como el de nombrar un gerente que cobra 150.000 euros para Tussam y Lipasam sin que se sepan sus funciones».

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Por último, considera que no ha lanzado los proyectos de inversión en los barrios y «ha hecho desaparecer» el organigrama de la Oficina de Memoria Histórica. Tampoco ha frenado, según Muñoz, las licencias de pisos turísticos, pese a que el alcalde actual achacó a su antecesor que se habían multiplicado bajo su gobierno.

El último de los asuntos que el PSOE critica de la acción del nuevo gobierno municipal es la «ocurrencia de subir el agua un 30%» -este porcentaje no está confirmado por el Ayuntamiento- cuando lo que anunció en campaña electoral era que bajaría los impuestos. «No conocemos ese estudio, pero mucho me temo que es otra improvisación».