El alcalde de Sevilla critica el ninguneo de Sánchez y Montero, «en brazos del independentismo»

Ese mensaje ha sido el colofón tras una intervención medida, con alguna coletilla humorística para sacudirse esa fama de «sieso» que le achacan en la capital hispalense, como le ha recordado el director de ABC de Sevilla, Alberto García Reyes. El director de ABC, Julián Quirós, ha dado la bienvenida a la Casa del periódico a todos los presentes, entre ellos el presidente de Vocento, Ignacio Ybarra, y ha destacado el palmarés político de Sanz, quien además de un sinfín de cargos orgánicos fue durante años, antes de regidor de Sevilla, alcalde de Tomares, en la misma provincia.

«He sido alcalde de Tomares, alcalde de Sevilla, pero le anuncio que me gustaría ser alcalde de Madrid. Quiero jubilarme como alcalde de Madrid», le ha dicho el político del PP a Quirós, bromeando en presencia precisamente del actual alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien lo había presentado justo antes como alguien que demuestra lo que hay que hacer «sin traicionar sus principios» —léase presupuestos aprobados previa cuestión de confianza por su negativa a introducir a Vox en el Gobierno local, convicción renovada este lunes—. En el público, reían destacados dirigentes populares como su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, su vicesecretario de Economía, Juan Bravo, y el de Coordinación Autonómica y Local, Elías Bendodo.

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Durante su discurso, Sanz ha defendido Sevilla como una gran ciudad, la tercera más visitada de España, que, sin embargo, va mucho más allá de su valor turístico y es también potencia económica del sur del país. Pero, como todas, tiene también sus problemas. Y el «principal», ha dicho el alcalde sin rodeos, tiene nombre y apellidos: «Es la falta de interlocución con el Gobierno central. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha decidido ignorar a Sevilla». Él, por intentarlo, incluso ha enviado al ministro de Transportes, Óscar Puente, una carta en catalán para reclamarle inversiones en infraestructuras pendientes desde hace años. «Por si le era más fácil leerla», ha justificado Sanz sobre su misiva en el idioma cooficial de Cataluña, tras tentativas infructuosas de comunicarse con él en la lengua que también se habla en Valladolid, el español.

El Gobierno, lamenta Sanz, «solo premia a los territorios que dan votos al sanchismo». Y Sevilla, tras la alcaldía de Juan Espadas, está ahora en manos del Partido Popular, después de una victoria de relieve cosechada en las elecciones municipales del 2023. «He intentado hablar con varios ministros sobre problemas de Sevilla, pero es prácticamente imposible», incidía el alcalde hispalense con un deje de amargura en la voz, que no amilanaba sin embargo su determinación para situar a su ciudad en el mapa. En el horizonte, Sevilla 2029, cien años después de la exposición iberoamericana celebrada ahí.

Sanz ha criticado que el único interés de Sánchez parezca «obstaculizar la acción de la Justicia» por los casos de corrupción de su entorno personal y político, sumado a su deseo continuo de «amarrar apoyos para seguir en la Moncloa». «Las inversiones del Gobierno de España no se pueden decidir desde Waterloo», ha sentenciado, en referencia a la ciudad belga donde reside el prófugo Carles Puigdemont desde su huida en 2017 para no afrontar el juicio del 'procés'. Ahora, como líder de Junts, condiciona la política nacional al ser indispensables para el Ejecutivo los siete votos de su partido en el Congreso de los Diputados.

El alcalde hispalense, consciente del futuro desembarco de la vicepresidenta Montero en Andalucía como candidata del PSOE frente al popular Juanma Moreno, quien ahora mismo gobierna con mayoría absoluta la comunidad autónoma, ha tenido también unas palabras para ella. Ha denunciado que como ministra de Hacienda haya dedicado unos 6.300 millones de euros a los trenes de Cataluña y sea incapaz, por contra, de cerrar el anillo de Cercanías de Sevilla. Una de las tres actuaciones indispensables en la ciudad, ha afirmado, junto a la terminación de la SE-40 —la segunda ronda de circunvalación— y la conexión por tren del aeropuerto con el centro urbano y con la estación de AVE de Santa Justa. «Un ‘hattrick’ de incumplimientos» del Gobierno de Sánchez, ha resumido. «No ha tenido la educación de contestar a ninguna de mis cartas. Montero se ha echado en brazos del independentismo y eso es incompatible con la defensa de Andalucía», ha sentenciado.

También le ha afeado que mientras el PSOE defiende el acuerdo entre el PSC y ERC sobre 'financiación singular' —un eufemismo para una suerte de cupo catalán— para la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña, se hable solo de financiación autonómica y no local, donde, según él, los más de 8.000 ayuntamientos españoles continúan con problemas de infrafinanciación. Por todo ello, ha afirmado, cunde la «preocupación» entre los socialistas andaluces porque, dice, la figura de Montero se empieza a percibir como «un auténtico lastre».

El alcalde, en una breve entrevista que le ha hecho García Reyes tras su intervención, ha remarcado también la importancia del Congreso nacional del PP del próximo julio, para el que ha dicho que se están haciendo bien las cosas. «Solo hay una alternativa de gobierno. Todo lo que no sea votar a Feijóo será votar a Sánchez en las próximas generales», ha advertido. Preguntado sobre el futuro del presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, tras haber quedado en entredicho su gestión por la dana del 29 de octubre, tragedia en la que murieron 228 personas solo en la provincia de Valencia, no se ha pronunciado sobre lo que debería hacer, pero ha subrayado que lo importante es que ahora esté centrado en la reconstrucción de las zonas afectadas.

Más allá de sus mensajes en clave nacional, bajo la atenta mirada de primeros espadas del Partido Popular, el alcalde de Sevilla ha reivindicado el trabajo hecho en la capital hispalense y ha presumido de haber mejorado la ejecución presupuestaria respecto a su antecesor socialista, y eso que le costó Dios y ayuda convencer a Vox de que no le tumbase las cuentas públicas. En el Foro ABC ha realizado varios anuncios de interés para la localidad, como la transformación del paisaje urbano con un anillo verde de 42 kilómetros, la recuperación de la ribera del río Guadalquivir, «la gran avenida de Sevilla», y la renovada promesa de construir viviendas protegidas, que ha doblado al asegurar que se alcanzarán las 15.000.

En un asunto que afecta a todas las grandes ciudades europeas, como es la proliferación del turismo, Sanz se ha mostrado firme al defender la imposición de tasas a los visitantes para mantener un sector que atrae a cuatro millones de personas a la capital hispalense cada año. Eso, ha argumentado, no lo deben pagar los sevillanos vía impuesto sobre bienes inmuebles (IBI), sino aquellos a quienes va destinado el servicio. Es decir, los turistas. Así, el alcalde no ha titubeado al cerrar filas con una política que de primeras podría parecer alejada del ideario popular e incluso ha apuntado que nadie deja de visitar París ni Roma por tener que pagar «siete u ocho euros». No en vano, ha señalado el regidor, el ‘ranking’ de Airbnb situó a Sevilla como la decimocuarta ciudad del mundo más recomendable en 2025. No está mal.