Flores y cartas despiden a Vicente, el quiosquero del barrio de la Macarena

El puesto de prensa de la calle Fray Isidoro, en la esquina con León XIII, se ha convertido en un punto de encuentro para vecinos y amigos

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Cartas y flores en homenaje a Vicente en su quiosco abc

Sergio Rodríguez

Sevilla

La muerte de Vicente, el querido y popular quiosquero de la calle Fray Isidoro, en la esquina con León XIII, ha conmocionado profundamente a los vecinos del barrio de la Macarena. Las puertas de su quiosco se han transformado rápidamente en un altar improvisado lleno ... de flores, cartas y recuerdos, donde los sevillanos han querido rendirle un último homenaje a quien durante décadas les vendió el periódico.

Durante los últimos días, el incesante ir y venir de vecinos de todas las edades hacia el quiosco ha dejado claro el vacío que deja su ausencia. Vicente no era un simple comerciante: para muchos, era un referente cotidiano, una presencia entrañable que formaba parte del paisaje diario del barrio. Su pérdida se siente como la de alguien de casa.

En la fachada del quiosco, entre ramos y cartas, se leen mensajes manuscritos llenos de ternura y gratitud. «No me lo creo Vicente. No doy crédito a esto... ¿Qué ha pasado? ¿De la noche a la mañana? Para la familia: no sabes lo que le vamos a echar de menos. Lo siento muchísimo vuestra pérdida».

Más allá de las despedidas repentinas son los recuerdos que las personas cercanas le dejan. «Querido Vicente, el barrio se queda huérfano sin la luz de tu quiosco. Te agradezco todos los buenos días que me diste cada mañana casi al amanecer», se lee en otra de las cartas.

Pero son los recuerdos más íntimos los que mejor retratan al quiosquero. Un mensaje especialmente conmovedor resume el vínculo que logró crear con sus clientes: «Gracias por estar siempre ahí, por ser el primero en darme los buenos días cuando iba al instituto, por guardarme las revistas y hacer que una niña de nueve años saltara de alegría. Te queremos, Vicente. Gracias por todo».

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