ASAJA
Felipe Gayoso: «No es que esté permitido robar. Es que en el campo se roba de todo»
El saqueo de la producción olivarera no es un hecho excepcional. Es una manifestación más de un diagnóstico certero: en el campo andaluz está permitido robar
Félix Machuca
Sevilla
Asesor jurídico de Asaja, la patronal agraria y ganadera andaluza, nos acerca a una realidad que se asoma a nuestras vidas a través de datos cada vez más espectaculares, sobre la crónica negra del campo. Es sevillano, muy trianero y se pirra por pasear por ... el río. Quizás porque siempre estuvo vinculado al mismo, en su juventud como presidente de un club de actividades náuticas y, después, por su apuesta innegociable de que Sevilla tiene que vivir de cara al Guadalquivir. Es aficionado a los toros, al fútbol y a dejarse llevar por una buena vela por el atlántico bravo del cabo de San Vicente. Le cuesta encontrarle a Sevilla un defecto. Pero cuando lo hace señala, sin dudarlo, el tranvía. Sus amigos dicen de él que tiene una mano derecha muy diestra para jugar al pádel y la izquierda muy hábil para negociar con los sindicatos.
-¿Es así, señor Gayoso?
-No es que esté permitido robar. Es que se roba todo.
-El caso es que desde, al menos quince años atrás, vengo escuchando a los agricultores quejarse de la indefensión del campo. Y todo parece que va a peor.
-No solo va a peor para los agricultores. Es que los ganaderos también sufren todo tipo de expolio en ganado vacuno, porcino, caprino y ovino. Le daré un dato curioso: el cerdo es el animal que más se roba. Y le digo que hacerse con un cerdo en un corral es difícil, pero resulta complicadísimo llevarse de una finca de la sierra sevillana hasta cuarenta cabezas de porcino.
-¿Qué es el hurto famélico?
-El robo de un saquito de aceitunas para aliñarlas o de naranjas para el postre. Era común en las clases muy humildes. Y era una costumbre casi tolerada. Hoy ya no existe.
-Que te levanten en Carcabuey dos cisternas de cincuenta mil litros de aceite no tiene nada que ver con el hurto famélico, ¿ verdad?
-No, los robos en la actualidad son empresas que viven y se dedican profesionalmente a este tipo de objetivos. Le recuerdo las 80 toneladas de aceitunas en el Aljarafe que metieron en salmuera para esquivar la identificación corriendo además el peligro de que esa aceituna no pasara ningún control sanitario.
-Pero ampliemos el foco. No solo se roban aceitunas, aceite y naranjas. Se roba todo lo que se mueva y lleve cobre y hasta placas solares.
-Efectivamente, transformadores de luz, bombas de riego, bombas de pozo, placas fotovoltaicas, tubos de riego, motores y gasoil.
-Algunos amplían el mercado hasta los coches de caballos que cogen el camino de Extremadura…
-Es un hecho. Los coches de caballo se roban y le doy un dato: en una localidad sevillana se llevaron ochenta monturas de un tirón
-¿Qué explica tan alto índice de vulnerabilidad?
-Pese al esfuerzo conjunto de los agricultores, guardas rurales y la propia Guardia Civil, utilizando Telegram e Instagram, las bandas van un paso por delante de nosotros. Hacemos lo que podemos pero echamos en falta que el ministerio del Interior repase las estadísticas de robo en el campo.
-¿La Guardia Civil podría hacer más?
-Hace todo lo que puede. Pese a que el sector agrario demanda más efectivos. Pero eso no está en manos de la Guardia Civil.
-¿Y las nuevas tecnologías no ayudan al agricultor a organizar mejor su defensa?
-Ya lo hacemos. Incorporamos todos los avances que podemos. Pero también los roban. Por robar, roban hasta los cables de las alarmas. Cada día utilizan técnicas más avanzadas.
-No hay dudas de que tras esta geografía del saqueo existe una perfecta organización de la rapiña. ¿Quiénes son los capos que mandan a los que hacen el trabajo sucio?
-Estamos hablando de bandas organizadas que, en algunos casos, están vinculadas, al mundo de los narcos
-Pero sabría decirme cómo se organizan esas bandas. Se lo digo de otra manera: ¿una banda que roba aceituna es la misma que roba coches de caballos?
-Sí, sí, si. Tienen su especialización, pero los autores obedecen al capo de la banda.
-El caso es que ustedes han detectado que estas bandas asisten al trabajo con maquinaria sofisticada: radiales con grupos electrógenos, tijeras neumáticas de bomberos, sopletes…los malos cada vez mejor preparados y ustedes esperando al séptimo de caballería que nunca llega.
-Esa es la realidad. Sé de agricultores que este año, incluso tras haber contratado a dos vigilantes más, se quejan de que han sufrido robos de mayor cuantía.
-¿Vive el campo andaluz una pérdida de hegemonía en beneficio de sectores más tecnológicos?
-Por decisión de Madrid y Bruselas, el campo andaluz perderá de 2023 al 2027, 500 millones de euros de la PAC. De esos 500 millones, Sevilla perderá 240 millones de euros. No solo le meten la mano en el bolsillo al campo sevillano los delincuentes, sino también la UE y nuestro Ministerio, para beneficiar a otras comunidades como Cataluña
-Sevilla es una potencia agrícola. ¿A quién le importa menos, a Madrid o a Bruselas?
-A ninguna de las dos.
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