Felipe VI en Sevilla: «A las víctimas del terrorismo les debemos memoria, dignidad y justicia»

Es la primera vez que Su Majestad ha visitado el Ayuntamiento de Sevilla, donde fue recibido por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre, y el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz.

El Salón Colón se ha quedado pequeño para asistir al momento de la entrega que estuvo precedido por un emotivo vídeo que recuperaba algunos de los momentos vividos tras el terrible atentado perpetrado en 1998 como la masiva manifestación que tomó la avenida de la Constitución y la Plaza Nueva. «Es para mi un honor muy grande que, además, quiero compartir con todos los españoles porque permitidme que así lo diga, lo considero esencialmente un reconocimiento para el conjunto de nuestra sociedad. Una sociedad que ha sufrido el terror pero que siempre confió en la dignidad de las víctimas».

Felipe VI ha recordado en su discurso que aquel terrible 30 de enero de 1998, cuando los terroristas asesinaron a Alberto y Ascen, él cumplía 30 años. «Un día que se cubrió de una profunda tristeza para mí y para toda la sociedad española que, como había hecho seis meses antes tras el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, volvió a llenar las calles».

Su discurso ha girado una y otra vez sobre la reivindicación del reconocimiento a las víctimas. «A ellas les debemos tres valiosas palabras: memoria, dignidad y reconocimiento. Es una responsabilidad de todos mantener su legado y defender los derechos de los que fueron privados por querer tan sólo algo tan precioso como vivir sus vidas con normalidad». Y en esa línea le ha dedicado palabras muy cariñosas a aquellos que han sufrido el zarpazo del terrorismo: «Mi total reconocimiento y respeto a todos los familiares de las víctimas a las que el terrorismo destruyó la vida y que a pesar de todo, siguen dándonos cada día una lección magistral de fortaleza y dignidad. Las víctimas dignifican nuestra democracia«.

Por momentos, las palabras del Rey parecían que se iban a quebrar de la emoción, lo que llamaba ciertamente la atención teniendo en cuenta que el monarca es un adiestrado orador. Uno de los momentos más entrañables fue cuando se dirigió directamente a la madre de Alberto Jiménez Becerril, que desde primera fila seguía el discurso junto a su hija Teresa, agarrada a su brazo. «No quiero terminar sin decirle que espero que estas palabras sencillas y muy sentidas, le hayan podido reconfortar siquiera un poco, pese a lo sumamente difícil que es convivir con ese dolor y ausencia tan injustos. Como también sé que desde entonces su último pensamiento cada noche es para su hijo Alberto y su nuera Ascen».

Las palabras de su Majestad concluyeron con una ovación cerrada de un público en pie. La comunión entre Felipe VI y la Fundación es absoluta. «El Rey ha demostrado un compromiso extraordinario con las victimas», ha destacado en su intervención el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, que ha expresado su orgullo de ser el regidor que le ha abierto por vez primera la casa consistorial hispalense. Sanz ha subrayado en su discurso la estrecha vinculación de la ciudad con los Reyes de España desde la época de la reconquista.

El regidor también ha recordado como este año se cumplía el 25 aniversario de «un asesinato vil» que conmocionó a la ciudad. «En esa esquina de la calle Don Remondo no llegó el final fue el principio de la derrota del terrorismo». Y es que el atentado de Alberto y Ascen como el de Miguel Ángel Blanco tuvieron un efecto revulsivo para la estocada definitiva a ETA.

Después de José Luis Sanz intervino el hijo del matrimonio, que ejerció como portavoz de la Fundación y de la familia. Alberto destacó algunas de las manifestaciones públicas que ha realizado Felipe VI arropando a las víctimas y recordó que el primer acto público del monarca con la reina Letizia tras su proclamación fue un encuentro con las asociaciones de víctimas. Así, destacó el «apoyo inquebrantable» del Rey y su llamamiento a «no olvidar nunca las lecciones del pasado»; señalando que Felipe VI «reúne todos los valores» de la Fundación Jiménez-Becerril, con un llamamiento a «educar a los más jóvenes en la verdad y el recuerdo».

Su Majestad llegaba a las once de la mañana al edificio consistorial donde aguardaba una fila de autoridades con el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, a la cabeza; también el presidente del parlamento andaluz, Jesús Aguirre, y el jefe de Fuerza Terrestre, el teniente general Carlos Melero Claudio, que ostenta la representación de las Fuerzas Armadas en la zona sur. Junto a él, Alberto Jiménez-Becerril, con el que se ha detenido a charlar brevemente Felipe VI.

Cuando el Rey se bajó del coche, las más de 300 personas congregadas en la Plaza Nueva han roto en aplausos y vivas. En otro coche iba el ministro del Interior, Fernando Grande- Marlaska, que se ha sumado en último lugar a la fila de autoridades.

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Al concluir el acto de entrega y tras un breve encuentro con los invitados, el monarca ha descendido por la escalinata que preside el Ayuntamiento hispalense donde seguían esperando centenares de vecinos para verlo marchar. Ha sido el momento elegido por su Majestad para acercarse al público congregado y estrechar algunas manos. Los gritos de «viva el Rey» se han multiplicado al instante.