La «fase de prueba» previa a las multas en la zona de bajas emisiones de la Cartuja se iniciará al principio de 2024

Durante la sesión de control y fiscalización al Gobierno local celebrada este viernes por el Ayuntamiento de Sevilla, el concejal socialista Juan Carlos Cabrera ha preguntado por la ejecución del contrato promovido en el anterior mandato por el entonces Ejecutivo municipal del PSOE, para la instalación de cámaras de control del tráfico en el casco histórico y Triana, con motivo de las restricciones a los vehículos privados previstas en tales zonas por el denominado 'Plan Respira' de los socialistas.

Tras la adjudicación de dicho contrato, recordémoslo, el Ayuntamiento, aún durante el anterior mandato y con los socialistas todavía en el Gobierno, aprobó una modificación al alza de casi 770.000 euros en dicha contratación para incorporar a la misma la instalación de nuevas cámaras de control del tráfico en las zonas de bajas emisiones delimitadas en la Cartuja, con la prohibición de que entre las 7 y las 19 horas circulen por las mismas los vehículos más contaminantes, principalmente vehículos de gasolina matriculados antes del año 2000 y de diésel anteriores al año 2006.

El concejal de Movilidad, el popular José Lugo, ha precisado que a día de hoy, merced al mencionado contrato, han sido instaladas «todas las cámaras» previstas en la Cartuja y también las asignadas al centro, mientras aún «quedan algunas» por colocar en Triana. Ha reiterado que las restricciones al tráfico privado en el centro y Triana no entrarán en vigor hasta contar con nuevos recursos de transporte público y aparcamiento, con lo que aunque estén instaladas las cámaras, «no se va a sancionar a los ciudadanos por la entrada» en tales zonas con sus vehículos.

En el caso de las dos zonas de bajas emisiones habilitadas en la Cartuja, derivadas de la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, el concejal de Movilidad ha manifestado que «a partir de principios de 2024» será acometida una «fase informativa o de pruebas» de la nueva regulación, con sus consecuentes restricciones a los vehículos más contaminantes, para después de «un tiempo prudencial» de esa «fase de pruebas», «pasar a las sanciones», pues se trata de medidas «obligadas por Europa». Dicha fase informativa, recordémoslo, era anunciada ya en el anterior mandato.