Expira el plazo para el estudio del Ministerio sobre la conexión Santa Justa-aeropuerto de Sevilla
El ministro Óscar Puente señala que el estudio estará «pronto»
El ministro dijo en abril del año pasado que confiaba en que a lo largo de 2024 se abordase la licitación del proyecto, que no se ha hecho
La Junta de Andalucía propone al Gobierno unir Santa Justa y el aeropuerto con un Cercanías con parada en Sevilla Este
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El estudio del Ministerio de Transportes sobre la conexión ferroviaria entre Santa Justa y el aeropuerto de Sevilla ya lleva retraso. El plazo para la presentación del proyecto expiró el pasado lunes aunque el titular de este departamento, Óscar Puente, respondió ayer a ... un particular en la red social X que estará «pronto».
La realidad es que a finales de 2021 la Junta de Andalucía pactó con la por entonces ministra de Transportes Raquel Sánchez que sería la consejería de Fomento la que se encargaría de elaborar el estudio de alternativas que sirviera de base al Gobierno central para elaborar el proyecto y sacar a licitación la obra. Sin embargo, pese a que el Ejecutivo andaluz encargó ese estudio en abril de 2022, el Ministerio decidió romper con ese acuerdo y hacer otro por su cuenta, teniendo en cuenta que se trata de una infraestructura de su competencia.
El documento que elaboró la Consejería tuvo un coste de 309.000 euros y un plazo de ejecución de doce meses. En sus conclusiones, la Junta de Andalucía proponía al Gobierno conectar la estación de tren de Santa Justa con el aeropuerto de San Pablo con un cercanías con una parada en Parque Alcosa-Sevilla Este y otra en la ya existente Palacio de Congresos (Fibes).
Sin embargo, Ministerio de Óscar Puente no sólo no tuvo en cuenta este trabajo, sino que ni siquiera respondió oficialmente a su envío por parte de la Consejería. En su lugar, Puente esperó hasta marzo del año pasado para contratar el suyo propio, por 847.021 euros, cuyo plazo de ejecución acaba de expirar sin que aún se sepa el contenido de sus conclusiones.
El propio ministro señaló en su visita a Sevilla el Viernes de Dolores del año pasado que esperaba «tener pronto» su estudio y confió en que a lo largo del año 2024 se abordase la licitación del proyecto, aunque Pedro Sánchez le corrigió días después señalando que estaría en 2025. Meses después, el pasado mes de octubre, el departamento que dirige Óscar Puente comentó que el estudio seguía «en fase de redacción», según figurba en una respuesta oficial del Gobierno central al grupo de Vox en el Congreso de los Diputados.
El Gobierno exponía en esta respuesta que esta actuación incluye «el estudio de viabilidad» marcado por la Ley del Sector Ferroviario, «un análisis previo de alternativas, así como un estudio de la demanda y un análisis coste-beneficio, como ayuda a la toma de decisiones sobre la ejecución de la actuación desde el punto de vista socioeconómico».
«Dicho estudio de viabilidad será informado por el Consejo Asesor del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible», explicaba el Gobierno, concluyendo que «los estudios informativos, junto con el correspondiente estudio de impacto ambiental», serán «sometidos a información pública y audiencia» y, finalmente, el expediente de alegaciones y el estudio informativo serán objeto de una evaluación ambiental «que culmina con la correspondiente declaración de impacto ambiental», paso previo a la aprobación del estudio informativo, que «determina la alternativa a desarrollar».
El ministro ayer, en un comentario a la noticia de ABC sobre la adjudicación de la obra del tramo Valencina-Salteras de la SE-40 que compartió en sus redes sociales, comentó que el cercanías entre Santa Justa y el aeropuerto estaría «pronto», a preguntas de un usuario.
«La más importante»
De entre todas las infraestructuras que tiene pendientes el Ministerio de Transportes en Sevilla, la conexión ferroviaria entre la estación de Santa Justa y el aeropuerto de San Pablo es «la más importante», según la patronal de la construcción Gaesco. Para esta institución, que lleva años luchando por que el Gobierno cumpla también con la SE-40 o el tercer carril de la AP-4, esta semana estaba marcada en rojo en el calendario de cara a presionar al Ejecutivo de Pedro Sánchez para que no retrasara ni un día más el cercanías con el aeropuerto.
De hecho, según el reglamento europeo 2024/1679, se otorga por derecho comunitario una conexión de transporte sostenible a la terminal ubicada en los terrenos de San Pablo. Es decir, que la Unión Europea obliga al Gobierno de España a construir de una vez por todas esta infraestructura. Se trata de un texto normativo que regula las redes transeuropeas de transporte (TEN-T) con el foco puesto en la sostenibilidad, la integración multimodal, la innovación y la resiliencia.
De acuerdo con el número 58 del preámbulo del reglamento, el aeropuerto de Sevilla, al ser un nodo urbano de la red transeuropea de transporte y tener un rango de usuarios entre los cuatro y los doce millones, «requiere una conexión ferroviaria obligatoria, por ferrocarril o metro», que debería estar lista cuanto antes, «si bien se establece la fecha límite de 2050, como recoge su artículo 34». Y es que se trata del único aeropuerto español de este calibre -el año pasado superó los nueve millones de pasajeros- que carece de esta conexión ferroviaria.
El propio ministro Puente avanzó que el estudio que estaba elaborándose arrojaba «previsiones muy altas de tráfico ferroviario», garantizando así su viabilidad. La apuesta, tal y como recomendó el plan de la Junta, pasa por aprovechar el trazado de la actual línea C4 de trenes de cercanías (Bifurcación Tamarguillo-La Salud) e incorporando una variante en el tramo de la estación de Fibes.
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