La zona norte del Casco Antiguo se ha convertido en uno de los principales focos de acceso para la movida que cada fin de semana se da cita en los alrededores de la Alameda de Hércules, así como una de las zonas ... en las que mayor número de mascotas se concentra de toda la ciudad. Ambas circunstancias condenan a las calles menos transitadas de su entorno como socorridos, y recurridos, urinarios de animales (humanos y mascotas).
Las multas por ambas infracciones son inexistentes. Una permisividad que, lógicamente, no ataja el problema de higiene que afrontan los vecinos de uno de los barrios en los que actualmente se está pagando el metro cuadrado de vivienda más caro de toda la ciudad. Es la gran paradoja del Casco Antiguo: el que debería ser el espacio más protegido de la villa es en estos momentos el epicentro de la desidia municipal.
Lipasam no baldea por la zona. Y cuando lo hace, muy esporádicamente, no emplea el método más efectivo para velar por la salubridad de unas calles cuyo paisaje está protagonizado por los cercos y el olor del orín. Apuntar con la manguera en dirección horizontal no es el mejor método para limpiar una calle. En todo caso, es un recurso efectivo para arrastrar la basura. Durante el reportaje, ABC comprobó cómo un barrendero, que pedaleaba sobre un triciclo, sólo recogía algunas latas y elementos de grandes dimensiones. Las colillas, tras su paso, seguían en el mismo sitio. Y la que resultó de su pitillo, sorprendentemente, la tiró por la alcantarilla. Un preocupante reflejo del concepto de civismo y limpieza de alguno de sus empleados.
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