Esperas de hasta diez horas en la calle Pureza para reservar bodas en Santa Ana en 2026

Con sillas de playa, mantas y paraguas, novios o familiares de las parejas esperan hasta diez horas para la apertura del libro de bodas a las cinco de la tarde, señalada por el repique de las campanas de la torre de Santa Ana, especialmente para reservar fechas en primavera y otoño, las estaciones más demandadas en muchos templos de Sevilla, o incluso en algún momento del verano.

En la parroquia de Santa Ana existen fechas significativas para casarse frente al retablo de Pedro de Campaña, uno de los más importantes de la diócesis de Sevilla. Entre ellas destacan los cultos a los titulares de la Esperanza de Triana, del Rocío, y las hermandades de gloria residentes en el templo, como Madre de Dios del Rosario, la Pastora y el Carmen.

Después de este día y hasta el 2 de febrero, no se podrán reservar fechas para bodas en 2025. Sin embargo, la parroquia estará disponible para tomar nota de las solicitudes en el despacho parroquial, donde los interesados podrán dejar sus peticiones para ser atendidos posteriormente.

El hecho de esperar durante varias horas para coger fecha de boda se ha convertido en una realidad en varios templos de la ciudad. Un claro ejemplo ocurrió el pasado verano en la parroquia de la Magdalena, donde los novios pasaron toda la noche en vela, aguardando su turno para asegurar la fecha deseada. Este proceso se vuelve necesario para las parejas, ya que deben coordinar otros aspectos como la reserva de la hacienda, el fotógrafo, el hotel o el catering, lo que genera una situación compleja y de gran tensión en esos momentos de espera.

Junto a Santa Ana y la Magdalena, existen otros templos muy demandados para bodas, como la Catedral, la basílica del Gran Poder, la Macarena, el Cachorro, la capilla de los Marineros y el hospital de la Caridad. Sin embargo, este último cerrará sus puertas en breve debido a trabajos de restauración.

Por otra parte, esta cuestión no va solo de coger una fecha, sino de acordar con el párroco o la hermandad el iniciar los trámites necesarios hasta la ceremonia o el curso prematrimonial