Enrique Valdivieso, el gran catedrático de arte que salvó el retablo de la iglesia de Santa Ana de Triana

Valdivieso profesor ayudante en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid (1970-1974). En 1975 obtuvo la plaza de profesor agregado de Historia del Arte en la Universidad de la Laguna, de donde pasó a la Universidad de Sevilla en 1976. Allí llegó como agregado de cátedra de Historia del Arte, logrando la cátedra en 1982. Ejerció la docencia en la Hispalense durante cuarenta años hasta su jubilación en 2016, tras impartir clases tres años como profesor emérito y obtener el Premio FAMA de la Universidad de Sevilla en 2015. Además, fue condecorado con la Medalla de la Ciudad en 2017.

Ingresó en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras como académico numerario en 1996 con el discurso titulado 'Temas cervantinos en la pintura sevillana decimonónica'. Ha publicado numerosos trabajos entre los que destacan 'La pintura en Valladolid en el Siglo XVII' (1971), 'Pintura Holandesa del Siglo XVII en España' (1973), 'Juan de Roelas' (1978), 'Pintura Sevillana del Siglo XIX' (1981), 'Historia de la Pintura Sevillana' (1986), 'Valdés Leal' (1988), 'Murillo' (1990), 'Vanidades y desengaños en la pintura española del Siglo de Oro' (2002) y 'Pintura Barroca sevillana' (2003). Además, numerosos artículos publicados en revistas especializadas en Historia del Arte.

Esta misma semana, Enrique Valdivieso volvió a ser noticia en ABC de Sevilla al presentar en la Academia de Buenas Letras una nueva edición de su libro 'Pedro de Campaña. Pintor flamenco en la Sevilla del Renacimiento' (Athenaica). En esa conferencia, el director de la academia, Pablo Gutiérrez-Alviz, recordó la labor fundamental que este académico hizo para recuperar el retablo de la iglesia de Santa Ana, ya que gracias a su intervención se pudo restaurar con una colecta popular que completó la otra parte que aportó la Junta de Andalucía. «Eso hizo que fuera nombrado Hijo Adoptivo de Triana, algo de lo que se enorgullece, pero yo espero que el Ayuntamiento lo nombre también Hijo Adoptivo de Sevilla», llegó a decir Gutiérrez-Alviz durante el acto.

Según confesó el propio Valdivieso hace unos días en su conferencia sobre Pedro de Campaña en Buenas Letras, «cuando llegué a Sevilla en 1976 se me cayó el alma a los pies al ver el mal estado de las pinturas del retablo de la iglesia de Santa Ana porque estaban destrozadas». Eso hizo que el catedrático le sugiriera a la Junta de Andalucía que lo restaurara. «Dijeron que si el Arzobispado pagaba la otra mitad lo arreglarían, pero como la Iglesia no tenía dinero suficiente, se hizo una colecta popular y se logró más de la mitad del dinero. Esa ha sido de las mejores restauraciones del IAPH», confesó. En dicho retablo se cuentan escenas de San Joaquín y Santa Ana, como cuando esta quedó encinta. También se muestra la infancia de la Virgen o sus desposorios con San José, además de la Visitación de Santa Ana. «Son pinturas de gran calidad y de una belleza extraordinaria», señaló.

Como investigador principal estuvo implicado en dos proyectos de investigación: 'Pintura Andaluza del Siglo XIX en Francia: Estudio de Fuentes Archivísticas, Hemerográficas y Museológicas. Recuperación y Puesta en Valor' e 'Investigación, recuperación y puesta en valor del patrimonio pictórico mural sevillano del siglo XVIII'.

En cuanto al tema de las exposiciones, fue comisario de las muestras 'Murillo', que se organizó en Sevilla, Madrid y Londres en 1982. También estuvo al frente de la exposición 'Valdés Leal', que se hizo en Sevilla y Madrid en 1991. En 1988 comisarió otra muestra dedicada a Zurbarán y en 2004 la que llevó por título 'Domingo Martínez en la estela de Murillo'. Estas dos últimos se realizaron en Sevilla. En San Sebastián fue comisario de la muestra 'Pintura barroca sevillana' (1990).

Igualmente, realizó tareas de comisario de la exposición 'Teatro de grandezas' dentro del Programa Andalucía Barroca. Además, se encargó del inventario de bienes muebles de la iglesia católica en la diócesis de Sevilla y fue el responsable del inventario general de bienes muebles de Sevilla. Asimismo, llevó a cabo el inventario de pinturas de la Catedral de Sevilla, el inventario de bienes muebles de la iglesia católica y de bienes muebles de la iglesia católica. Diócesis de Sevilla.

Publicó también numerosos libros y artículos. Dedicó monografías a los principales pintores de la escuela sevillana: 'Juan de Roelas' (1978), 'Zurbarán' (1988),' Francisco Pacheco' (1990), 'Murillo, sombras de la tierra luces de cielo' (1990), 'Pedro de Campaña' (2008), 'Murillo' (2010), 'Antonio Cabral Bejarano' (2014), 'Francisco de Herrera “el Joven”' (2015), 'Valdés Leal', 1988 y 2ª ed. 2021 y 'Sebastián de Llanos Valdés', 2023, que abarca el periodo comprendido entre 1978 y 2024.

Uno de los libros de referencia de Enrique Valdivieso es, sin duda, 'Historia de la pintura sevillana: siglos XIII al XX', donde realizaba una completa panorámica de la historia de la pintura en Sevilla desde la Edad Media hasta la primera mitad del siglo XX. Todo ello acompañado con medio millar de ilustraciones. Editado por la Fundación Focus en 1986, museos españoles y extranjeros, además de colecciones privadas, aportaron el rico material gráfico, entre el que se incluyeron numerosas obras que permanecían inéditas hasta la fecha. Asimismo, el volumen ofrecía una novedosa visión del siglo XVIII en materia de producción pictórica hispalense y trataba con amplitud el siglo XIX, que había quedado marginado en la historiografía del arte hasta entonce.

Otros libros suyos de referencia son 'Pintura sevillana del primer tercio del siglo XVII', con Juan Miguel Serrera Contreras; 'La pintura en el Museo de Bellas Artes de Sevilla'; 'Historia de la pintura sevillana'; 'Bodegones, floreros y trampantojos en la pintura sevillana' o, más recientemente, 'Pintura sevillana en el tránsito del siglo XIX al XX'.

Valdivieso también fue promotor en 2017 de la realización de las copias de las pinturas de Murillo de la parroquia de Santa María la Blanca de Sevilla, que representan 'La Eucaristía' y 'La Inmaculada', robadas por los franceses en 1810. Antes, en 2008, promovió la realización de las copias de las pinturas de Murillo de la iglesia de la Santa Caridad, que habían sido robadas también por las tropas del mariscal Soult.