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El dueño de Pichardo ante el cierre de su tienda de disfraces en el centro de Sevilla: «Internet, los bazares y los pocos vecinos... todo suma»

La emblemática tienda de disfraces ha anunciado su cierre por «falta de continuidad» después de 72 años en Sevilla

La emblemática tienda de disfraces Pichardo de Sevilla cierra por jubilación

La puerta de Pichardo en los años cincuenta pichardo
Cristina Rubio

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Sevilla pierde otro de sus negocios históricos, la tienda de disfraces Pichardo. Fundada en 1952 por Diego Díaz Pichardo y su mujer Ana María Alarcón Bocanegra en la calle José Gestoso, como una imprenta, rápidamente se convirtió en toda una institución. Tal es el cariño que los sevillanos tienen a esta casa de disfraces que según explica a ABC su actual propietario, Diego Díaz Alarcón, hijo de los fundadores, ni siquiera ha podido terminar de poner los carteles de liquidación. «Ayer puse el primer anuncio de la liquidación por cierre, no me ha dado tiempo de colocarlos todos y ya se ha enterado todo el mundo» reconoce el empresario quien, a su vez, comprende la velocidad con la que se ha difundido la noticia al tratarse de «un lugar emblemático de la ciudad».

Aunque en sus inicios se concibió como un lugar dedicado a los artículos de papelería, sus propietarios decidieron innovar y expandir su marca. «Mi madre se aventuró con el negocio de los Belenes y mi padre decidió incorporar artículos de broma, siendo pioneros en este sector« explica Díaz Alarcón. La tienda de belenes que la familia Pichardo tiene en la calle Javier Lasso de la Vega, continuará funcionando a cargo de su hermana María y su sobrina.

Aunque con mucho pesar por todo lo que representa tanto para la ciudad como para su propia familia, la segunda generación será la última de disfraces Pichardo. «No tengo continuidad. Mis hijos cada uno ha seguido su camino y estoy feliz de que hagan lo que les gusta« apunta el actual encargado. Es una decisión que le ha costado tomar, desde que hace tres años, cumpliera los 65, Diego Díaz ha decidido »descansar, que ya tocaba« para lo que no le queda más remedio que echar el cierre para siempre.

La creciente competencia

En Pichardo se puede encontrar -hasta su cierre definitivo en seis meses- todo tipo de artículos para fiestas y carnavales durante el año entero. Desde un disfraz de tabernera medieval, soldado del ejército alemán a una pata de jamón; todo lo que a uno se le pueda ocurrir está en Pichardo. Que además cuenta con un almacén próximo a la actual tienda en la plaza Francisco de Herreros y una nave en Espartinas.

Aunque siguen contando con su clientela fiel el heredero de esta casa de disfraces reconoce que hay «mucha competencia». «La venta en internet, los bazares, los propios supermercados... todo ello unido a que cada vez hay menos vecinos y más hoteles y apartamentos turísticos. Son cosas que se juntan que se hacen insostenibles« argumenta Diego Díaz quien además critica las trabas a las que se enfrentan los negocios, »en vez de ayudar te ponen pegas«.

Aunque para la pena de sus descendientes este sea el final de más de siete décadas, Diego Díaz Pichardo -que falleció hace un par de años a la edad de 99 años- deja una huella que perdurará en la memoria de los sevillanos gracias a las risas y buenos momentos que sus artículos les han regalado.

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