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Dos investigadores de la Universidad de Sevilla serán observadores internacionales en las elecciones de Taiwán

Los docentes, que acuden de la mano del movimiento democrático de China, realizarán una investigación sobre transformación digital

Profesores universitarios, en contra de la creación del Instituto Confucio en la Hispalense

Santiago Ramírez y Mar Llera ABC
Mercedes Benítez

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Dos investigadores de la facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, Santiago Ramírez y la profesora Mar Llera, viajarán la proxima semana a Taiwan como observadores internacionales de las elecciones presidenciales que tendrán lugar el próximo 13 de enero. Los investigadores sevillanos acuden de la mano del movimiento democrático de China a un importante proceso electoral que tendrá lugar en la isla a la que el régimen chino considera una provincia más bajo su soberanía.

Los invetigadores, los mismos que presentaron hace unos meses un escrito al rectorado cuestionando la puesta en marcha del instituto Confucio en la Hispalense porque consideraban que vulneraba principios de autonomía y libertad académicas y la defensa de los derechos humanos, han sido invitados por la Oficina Econòmica y Cultural de Taipéi en España. Acudirán junto a la organización New School of Democracy fundada por por Wang Dan, líder estudiantil durante las manifestaciones de Tiananmén del año 1989 que exigían más libertad y el final de la corrupción.

Eso supone que los dos miembros e la Hispalense formarán parte de la misión de observadores organizada por la New School of Democracy y supone una participación inédita hasta ahora en la historia de la Universidad de Sevilla. «Llevamos casi una década tejiendo lazos académicos con líderes prodemocracia de esa región», aseguran los profesores, cuya vinculación con la situación de esta zona viene desde hace años y, de hecho, han invitado en varias ocasiones a líderes de Taiwán que han estado ya en Sevilla.

En octubre de 2015, mientras esperaban a ser procesados, dos activistas de la Revolución de los Paraguas (que tuvo lugar en Hong Kong en 2014 por movimientos que tomaron las calles para demandar la retirada del modelo que sólo permite votar a dos o tres candidatos seleccionados por un comité compuesto por 1200 personas con capacidad de elección, en su mayoría afines a los criterios de la política del Gobierno chino), estuvieron en las aulas de la Hispalense. En este caso fueron Joshua Wong y Kinman Chan los que impartieron la lección inaugural del curso en la Facultad de Comunicación de la Hispalense.

A esta intervención siguieron las visitas de los disidentes Alex Chow y Joseph Cheng, cofundador de la New School of Democracy, en la primavera de 2017 a Sevilla. Poco después pasaría por Sevilla Lin Fei-fan, líder taiwanés de la Revolución de los Girasoles, que en 2014 se opuso a un acercamiento económico a China. Audrey Tang, responsable del Ministerio de Asuntos Digitales de Taiwán, y las «hacktivistas» Claire Cheng y Poyu Tseng -actualmente candidata al Legislative Yuan (el parlamento taiwanés), también participaron en actividades de la Hispalense en 2019, gracias al apoyo de la Taiwan Foundation for Democracy y de la Fundación Emmanuel Mounier.

Entrevistas

Ahora los investigadores sevillanos acudirán a Taipéi a realizar su tarea de observadores internacionales con una agenda que incluirá entrevistas con los líderes políticos y una investigación propia que están realizando.

Así, durante su estancia en Taipéi, los investigadores sevillanos -además de labores de observación electoral- llevarán a cabo un trabajo de campo sobre democracia digital, analizando las iniciativas del Ministerio de Tang y de dos organizaciones cívicas: DoubleThink Lab y Open Culture Foundation. Ambas promueven innovadores mecanismos de gobernanza digital y «rendición de cuentas» en una línea crítica con el poder -tanto el poder político, como el Big Tech (las cinco grandes Google, Apple, Meta, Amazon y Microsoft). El objetivo final es poner la inteligencia artificial al servicio del empoderamiento ciudadano, no del control social, ni del lucro de las empresas.

«La Torre del Oro relucirá en Taipéi, dando calor a los defensores de la democracia y la libertad en Taiwán, en China y, por ende, en el mundo», resalta Santiago Ramírez recalcando que se trata de «un momento histórico, no sólo para Taiwán, sino para el mundo» ya que lo que suceda en estas elecciones tendrá una gran repercusión para la estabilidad en el Estrecho de Taiwán y en el Mar de China Meridional, un área por donde transita el 30 por ciento del comercio mundial.

«Estados Unidos vigila expectante la situación» -comenta Mar Llera. «Pekín afirma que el voto de los taiwaneses determinará si finalmente se desata o no un conflicto armado destinado a forzar la reunificación de la isla con el continente. Pero la realidad es más compleja. A Taiwán no se le está dejando margen de maniobra porque su vigorosa democracia expone a la luz las falsedades de la dictadura vecina» -comenta Mar Llera.

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