La diez claves del nuevo Estadio Benito Villamarín

La construcción del nuevo Estadio Benito Villamarín obligará al Betis a mudarse durante dos temporadas a La Cartuja. Allí disputará sus partidos de Liga y de competiciones europeas como local. Estos días, los abonados están procediendo a la selección de sus nuevos asientos, lo que permitirá ampliar el aforo disponible durante cada encuentro por la mayor capacidad que tiene el estadio. En total, cada partido podrá ser contemplado por casi 70.000 espectadores.

El Ayuntamiento de Sevilla aportará al proyecto una parcela de más de 8.800 metros cuadrados en la calle Doctor Fleming, a la que se sumarán unos 470 metros de vario. Así, de los 44.2321,87 metros cuadrados de suelo que engloba el proyecto en su totalidad, el Consistorio aporta casi un 21% del conjunto, en una operación que se calcula en 9,44 millones de euros. A cambio, la ciudad recibirá 3.000 metros cuadrados de locales en el edificio polivalente, que se destinará a usos sociales y vecinales.

En la explanada situada en la calle Doctor Fleming se construirá un edificio polivalente en el que se ubicarán usos comerciales, deportivos, sanitarios y sociales como alternativa de ocio y servicios a los aficionados. El espacio se construirá con una estructura de terrazas y no podrá superar las nueve plantas (ocho más la baja) en su parte más elevada, que será la más cercana a la avenida Padre García Tejero. Contará con un auditorio de entre 400 y 500 butacas, un aparcamiento subterráneo de dos plantas que no será para residentes, además de un nuevo hotel de lujo.

El Estadio Benito Villamarín mantendrá su aforo pero contará con una nueva grada de Preferencia. Esta tendrá capacidad para unos 10.000 espectadores de aforo general y 3.500 de tipo premium. El club espera que estas experiencias vips sean claves para financiar el coste de la obra, unidas al aumento de los ingresos por patrocinio del recinto, a los mayores ingresos por el tour, el museo y la venta en las tiendas.

Desde que el club planteó la realización de este proyecto, sus responsables han mantenido diversas reuniones con las asociaciones y entidades vecinales de los alrededores del Villamarín. En las mismas se han dado a conocer todos los detalles de la ampliación del estadio y los pormenores de una operación urbanística en la que se asegura que no aumentarán los inconveniente que habitualmente sufren los vecinos los días de partido. Estos han presentado algunas alegaciones que en parte se han estimado.

La idea del club verdiblanco es que el nuevo estadio permita a los socios aprovechar más su experiencia cada vez que acudan al Benito Villamarín. Por ello, se pondrán a su disposición una serie de servicios para fomentar el pre y el post partido, de modo que los aficionados hagan la conocida como 'previa' dentro del espacio. Esto permitirá, según los cálculos del Betis, que su llegada sea más escalonada y que, por tanto, se reduzcan los atascos.

Pero más allá de lo que ocurra en los días del partido, el Betis también apuesta porque el Benito Villamarín sea un estadio abierto durante los 365 días del año. Para ello, se ofertarán servicios de ocio al conjunto de los sevillanos para que acudan allí a vivir esas experiencias. Habrá, además, un gimnasio, un hotel, un auditorio y locales de restauración que contribuirán a conseguir el mismo objetivo.

El nuevo Estadio Benito Villamarín quiere ser también un espacio que se integre en el entorno de la ciudad en el que se ubica y que ofrezca zonas públicas a disposición de los vecinos. Por ello, otra de las iniciativas que se pondrán en marcha será la retirada completa del vallado que actualmente se sitúa en el perímetro de las gradas de Gol Norte, Fondo y Gol Sur.

Precisamente, para fomentar las experiencias del pre y post partido, el club quiere aprovechar al máximo las galerías comerciales que se construyeron junto a las nuevas gradas de Gol Norte, Fondo y Gol Sur, que se ejecutaron en dos fases distintas. Para conseguir este objetivo, se modificará el acceso de los aficionados al interior del estadio a través del retranqueo de los tornos actuales, que se colocarán más cerca de las gradas.

El proyecto del nuevo Estadio Benito Villamarín, que es el resultado del diseño elaborado por la candidatura conjunta que presentaron el arquitecto cordobés Rafael de La Hoz y el estudio estadounidense Gensler, contempla también dar respuesta a una de las históricas reclamaciones de los aficionados. Una vez que se construya la grada de Preferencia se procederá a instalar la cubierta, que protegerá a los abonados frente al sol o la lluvia.