Desmontan la estructura que protegía la cubierta de la antigua iglesia de San Hermenegildo

No es el primer indicio del avance de la actuación, adjudicada por el Ayuntamiento con un presupuesto de 851.192 euros y un plazo de ejecución de un año, aunque finalmente se ha prolongado más tiempo del previsto. Justo antes de Semana Santa, la Gerencia de Urbanismo informó del desmontaje de parte del andamio que durante meses envolvió la fachada de la antigua iglesia y que, al igual que la sobrecubierta, evitaba que se produjeran desprendimientos en la rehabilitación del edificio, además de facilitar a los operarios el trabajo sobre el revestimiento del exterior del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural.

En concreto, se procedió a la retirada del andamiaje más próximo a la plaza de la Concordia, donde empezaron a atisbarse los resultados finales en los que se ha mantenido el color blanco que tenía la fachada, después de que Patrimonio mostrara su oposición a que se recuperara el color rojo ‘Alcázar’ con el que contaba originariamente. Fue en esos días cuando también se retranqueó el cajón de obras, medida adoptada bajo el paraguas del dispositivo de seguridad que se puso en marcha para Semana Santa. A estos dos primeros pasos se ha sumado la retirada de esta sobrecubierta que protegía el techo y que indica que la intervención en este espacio ya está prácticamente concluida. Una buena noticia para el proyecto, máxime teniendo en cuenta que las obras acumulan más de un año de retraso.

En el caso de las cubiertas de San Hermenegildo, los trabajos han consistido en el desmontaje de la techumbre de madera con una grúa telescópica, como se recogía el proyecto que adelantó ABC de Sevilla. Además, se retiraron previamente las tejas y las cubriciones y, una vez que quedó al aire, se realizó un zuncho perimetral de hormigón armado con varillas de acero inoxidable para garantizar la seguridad de la estructura. Una vez que los tablazones se restauraron, se ha procedido al montaje, cierre de la cubierta y recolocación de las tejas. Ahora, con este procedimiento finalizado, los operarios han retirado la sobrecubierta metálica que protegía el interior de la lluvia y otros elementos externos que podían afectarle. Para ello, se ha hecho uso de una grúa de grandes dimensiones, paso previo a la retirada definitiva del resto del andamiaje que todavía cubre el inmueble.