Los centros sociales de San Jerónimo y Sur serán para mujeres y personas convalecientes
El Ayuntamiento insiste en desmentir que vayan a ser albergues y aclara que tendrán capacidad para 20 o 25 personas, con vigilancia 24 horas y un técnico dedicado en exclusiva a cada una de ellas
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Sevilla
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Iniciar sesiónEl delegado de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Sevilla, José Luis García, ha salido esta mañana al paso de la polémica generada entre los vecinos de San Jerónimo y El Cerro del Águila por la construcción de dos centros sociales en sus barrios. ... El edil, que ha estado acompañado por los representantes de más de una decena de entidades del sector, ha insistido en que «no serán albergues sino centros de resiliencia» y ha querido ofrecer «un mensaje de tranquilidad para desmentir los bulos». Así, ha aclarado que estos dos nuevos espacios serán «centros cerrados, con un vigilancia de 24 horas, al que irán personas derivadas por los propios servicios sociales» y que, además, acogerán sólo a «mujeres y personas convalecientes».
Ambos centros se encuentran actualmente en fase inicial y se espera que el proyecto constructivo pueda estar finalizado entre el primero y el segundo trimestre de 2025. En total, el gobierno municipal invertirá tres millones de euros en construir estos dos edificios en la calle José Galán Merino (Distrito Norte) y en la calle Portobelo (Distrito Sur), de los que el 50% provendrá de una subvención concedida por la Junta de Andalucía y el resto se financiará con fondos propios de la Gerencia de Urbanismo. Tendrán una capacidad máxima de 25 plazas, de las que 20 serán camas normalizadas y cinco para personas con movilidad reducida o necesidades sanitarias. Como novedad, «cada usuario tendrá un técnico a su lado que realizará un trabajo integral y lo acompañará en su último paso a la vida independiente», explicó García.
El concejal popular ha insistido en que son «pequeños centros» que «no se asemejan en nada al albergue de la Macarena». De hecho, ha anunciado que existen otros dos similares, pertenecientes a entidades privadas, que están funcionando en otros barrios de la ciudad y «no tienen ningún problema ni de vecindad ni de crear malestar en sus entornos». Por ello, ha mostrado su voluntad de diálogo con los vecinos de San Jerónimo y El Cerro para aclarar los detalles de ambos proyectos, aunque ha advertido de que ha mantenido varias reuniones previas con ellos para este fin. «Sólo hemos seguido las directrices que nos han marcado los profesionales del Ayuntamiento, de las unidades de emergencia y de los servicios sociales», ha señalado.
Los detalles de los proyectos
El delegado ha adelantado que los residentes en estos dos centros serán dos colectivos muy concretos. Por un lado, uno de ellos se dedicará en exclusiva a mujeres víctimas de violencia de género, «que se ven obligadas a vivir en la calle», o a mujeres que hayan sido víctimas de la trata, de modo que cuenten con un hogar «cuando se hacen intervenciones en pisos o clubs». La otra de las infraestructuras será para personas convalecientes. García ha explicado que existe un elevado número de personas que «sale de un hospital y que no tiene a dónde volver para su recuperación, sobre todo mayores de 65 años que no pueden pagar una residencia». En ambos casos, «lo que no queremos es que terminan en un albergue o en mitad de la calle».
Uno de estos colectivos irá al centro de la calle José Galán Merino en San Jerónimo. En total, se ocuparán unos 3.700 metros cuadrados de la parcela, en la que se construirá un edificio de 780 metros al que acompañarán zonas exteriores cubiertas, amplios jardines y unos huertos «para poder plantar sus propios vegetales, alimentarse con ellos, y crear una salida laboral». En la parcela de la calle Portobelo, en el Distrito Sur, se hará otro edificio de 700 metros que «dará a la carretera y no a la zona residencial», y que tendrá unas características idénticas. Ambos contarán con doce habitaciones, sala de enfermería, cocina, lavandería, comedor, talleres ocupacionales o una sala veterinaria, entre otros, «para no dejar a sus animales en la calle».
García ha aclarado que «esta estrategia no se la ha inventado este gobierno» sino que «viene marcada por unos compromisos que adquirimos todas las fuerzas políticas en el anterior mandato». En concreto, ha explicado que en el año 2021, y tras casi dos años de trabajo, fue ésta una de las medidas que se aprobó en una comisión contra la exclusión social en la que participaron unas 38 entidades. De aquella mesa de trabajo se obtuvieron 56 propuestas que ahora se llevarán a cabo y a lo que se sumará también el refuerzo del presupuesto. «El PSOE destinó 8 millones a la unidad de emergencia social en el último año de su mandato y en este gobierno del PP hemos dedicado 18 millones». O lo que es lo mismo, «diez millones más que un gobierno progresista, que se traduce en casi 40 profesionales más».
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