Patrimonio
La Catedral de Sevilla presenta la obra 'María Magdalena como melancolía', restaurada en los talleres del Prado
La Catedral de Sevilla presenta este viernes 23 de diciembre la pintura atribuida a la pintora Artemisia Gentileschi
El icono feminista que atesora la Catedral de Sevilla desde hace siglos
La Catedral de Sevilla presenta este viernes 23 de diciembre la pintura restaurada 'María Magdalena como melancolía', atribuida a la pintora Artemisia Gentileschi. Durante estos meses y coincidiendo con el 400 aniversario de su ejecución, se ha llevado a cabo una intervención en la pintura en los talleres del Museo Nacional del Prado por la restauradora Almudena Sánchez.
Esta restauración ha permitido recuperar el aspecto original, ya que la composición fue alterada en fecha desconocida y transformada al añadir elementos ajenos a la obra y a la intención de la artista. Esta pintura ha sido atribuida hasta la fecha a la pintora italiana Artemisia Gentileschi, quien siguió la trayectoria estilística de Caravaggio y redescubierta cuatro siglos después, siendo un modelo en contra de las injusticias por causa de su condición como mujer.
La técnica es claramente tenebrista siguiendo la moda italiana iniciada por Caravaggio, pintor contemporáneo de Artemisia Gentileschi. El contraste fuerte entre luz y sombra le aporta «un mayor dramatismo y llama la atención del espectador», donde predominan los tonos dorados y cálidos, ha reseñado la Catedral en una nota de prensa.
Artemisia nació en Roma el 8 de julio de 1593, hija del reconocido pintor Orazio Gentileschi. A temprana edad entró a trabajar en el taller de su padre. Su extraordinario ingenio la hizo destacar en el panorama italiano de la primera mitad del siglo XVII. Terminó sus días en Nápoles, entonces territorio español, donde conocería a don Fernando Afán de Ribera y Téllez-Girón, III duque de Alcalá de los Gazules, virrey de Nápoles.
Historia del cuadro
Diversas investigaciones recogen que la pintura llegó a la Catedral procedente de la Casa de Pilatos donde el virrey de Nápoles custodiaba un importante fondo artístico. Tras su muerte, su patrimonio se dispersó en gran parte y la pintura acabó en la Catedral de Sevilla donde se expone en la sala de exposiciones del pabellón neoclásico anexa a la entrada por la Puerta del Príncipe.
La restauradora, Almudena Sánchez, ha señalado que «la particularidad que presentaba esta obra radicaba en la presencia de un repinte antiguo, realizado con fines morales para ocultar del pecho y del hombro de la Santa con ánimo de lograr una imagen más púdica». Este fue el principal motivo por el que se decidió llevar a cabo la restauración de la obra, que tendría como finalidad la eliminación del repinte y la recuperación de la imagen original de María Magdalena tal y como fue concebida por su autora. Se mantuvo el acuerdo de intervención en la pintura con el objetivo de eliminar el falso chal de gasa que cubría esa parte del cuerpo.
Antes
Después


La restauración comenzó el día 10 de 0ctubre de 2022 y finalizó el 13 de diciembre, justamente en los días previos a su traslado a la Catedral de Sevilla. Como se hace habitualmente en el Museo del Prado, antes de la restauración se realizaron los estudios técnicos de la obra consistentes en la radiografía y la refectografía infrarroja, estudios fundamentales para conocer en profundidad el estado de conservación y el proceso creativo del artista.
La radiografía mostraba la composición con una gran definición, sin cambios ni correcciones, en la que podía apreciarse nítidamente parte del pecho y del hombro que permanecían ocultos en la superficie pictórica. Al mismo tiempo, el laboratorio de química tomó muestras de la pintura con la finalidad de estudiar los materiales empleados.
Análisis
Sánchez ha explicado que «el resultado de estos análisis aportó una información muy interesante, tanto sobre la técnica empleada en la ejecución de la obra como sobre el repinte. Por un lado, puso de manifiesto que la técnica pictórica es propia y característica de la pintura española, y más concretamente de la pintura madrileña, al hallar en la preparación el uso de la ceniza, material que solo se encuentra en las pinturas realizadas en la escuela madrileña del siglo XVII».
Asimismo, ha apuntado que «este descubrimiento abre la posibilidad de que se trate de una versión realizada en España a partir de la pintura original de Artemisia Gentileschi» y ha asegurado que Un trabajo de investigación más profundo permitiría conocer a los posibles autores de esta obra. Por otro lado, el corte estratigráfico indicaba claramente que el repinte del chal había sido aplicado sobre la pintura original. A su vez, el barniz que cubría la superficie, también aparece en la estratigrafía entre la pintura original y el repinte.
El análisis del laboratorio, según Almudena Sánchez, «también indicaba que los materiales empleados en el repinte son bastante similares a los originales, por lo que no contamos con ningún dato que revele la época en la que pudo ser realizado el repinte».
Tras la valoración de todos estos resultados y la comprobación en la radiografía del buen estado de conservación de la pintura original que estaba bajo el repinte, Sánchez ha explicado que «se informó a la Catedral de Sevilla y se procedió a dar comienzo a las primeras pruebas de eliminación del repinte que ampliaba el chal de la Santa. Los excelentes resultados logrados en estos primeros ensayos llevaron a seguir avanzando con nuevas pruebas en otros puntos del repinte».
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