La casa por el tejado: los siete barrios de Sevilla que siguen incomunicados

La mayor pastilla de suelo urbanizable que tiene Sevilla es el Pítamo, donde se deben levantar 10.000 viviendas una vez que se resuelva el bloqueo que se produjo al carecer el proyecto de informe medioambiental. Sin embargo, en la zona más próxima a Bellavista, la conocida como el Pitamillo, Emvisesa sí ha desarrollado una promoción de 125 viviendas, contigua a las Torres de Hércules pero que, sin embargo, ambas barriadas están incomunicadas por el Cercanías. La vía no está soterrada y ni siquiera hay un proyecto municipal para colocar un tablero que las integre. Sí lo tiene Dos Hermanas e incluso en los Presupuestos Generales del Estado se ha dedicado una partida para el proyecto de soterra la vía que corresponde a su término municipal. Y, en el caso de la gran promoción de Pítamo, su construcción llegará antes que el desarrollo del Cercanías y del metro. El plan parcial prevé un intercambiador en el barrio.

La otra gran promoción del sur de Sevilla es el barrio de Isla Natura, en Palmas Altas. El ritmo de construcción es elevado. Sin embargo, todo hace indicar que las primeras viviendas se entregarán a finales de este año o 2025 sin que estén las conexiones terminadas. Son dos los accesos rodados que necesita el nuevo barrio: el sur incluye un viaducto sobre el Guadaíra y tres nuevas rotondas para unir Bellavista con la zona residencial; y, el norte, enlazará la avenida de Las Razas a través de un viaducto sobre la SE-30. Mientras, en el futuro debe llegar una parada de la línea 3 de metro, en su tramo sur.

Los vecinos del Polígono Sur llevan décadas reclamando una solución a la separación que provocan las vías del Cercanías en la zona lindera con Bami, con un muro que recorre toda la calle Castillo de Baños de la Encina. El aislamiento no ha hecho más que reforzar la imagen de gueto que tiene el barrio más pobre de Sevilla, que casualmente está muy próximo a algunas de las zonas más caras de la ciudad. Un caso paradigmático ocurrió con el Cerro del Águila, una barriada separada del casco urbano por el Tamarguillo y apenas unida por un puente con fama de conflictivo. La solución llegó con el soterramiento del cauce, aunque el barrio conserva una idiosincrasia particular ya que articuló su vida como si fuera un pueblo.

Por el potencial de crecimiento de este distrito se planteó que el metro comenzase por allí antes que por Pino Montano. Una decisión política lo privó de ello, y ahora la solución mientras llega una línea 2 para las próximas generaciones de vecinos será un tranvibús: un autobús eléctrico sobre plataforma reservada que irá por el mismo trazado que el metro. Se le suma que el Cercanías apenas tiene una parada en el Palacio de Congresos. Al déficit de transporte público se le une el de los accesos rodados, tan sólo por la SE-30 y la avenida de Montesierra, que son dos cuellos de botella de primer orden. La solución para descongestionar Sevilla Este y desbloquear las grandes bolsas de suelo disponibles como Santa Bárbara o el Buen Aire pasa por la SE-35, una carretera prometida pero nunca desarrollada.

Sus vecinos padecen desde que se construyó este barrio un problema enorme con el transporte público. Al igual que Sevilla Este, es una de las zonas más rejuvenecidas de la ciudad, donde casi toda la población es activa y numerosos universitarios, que apenas tienen posibilidades de llegar al Centro. Tussam sólo tiene paradas en Kansas City, obligando a algunos vecinos a caminar por una vía de servicio y una zona oscura y despoblada; en Montesierra; y con una frecuencia extremadamente escasa en la línea que cruza el barrio.

Otra de las zonas aisladas de Sevilla ha sido tradicionalmente Pino Montano, por la barrera infranqueable de la Ronda Urbana Norte. La ausencia de la SE-35 ha castigado el desarrollo de pastillas urbanizables como San Nicolás y han hecho fracasar el proyecto del Higuerón. Ahora, la solución está más próxima con la construcción del tramo norte de la línea 3 del metro.

En los 90, el Aljarafe se convirtió en la comarca con mayor potencial de crecimiento junto con Dos Hermanas, con el sueño cumplido de la línea 1 del metro. Sin embargo, en el caso del Aljarafe apenas se beneficiaron los vecinos de Mairena y San Juan. Algunos ayuntamientos como el de Tomares pusieron lanzaderas, pero nunca se desarrollaron las infraestructuras desde Bormujos o Gines hacia el metro. La A-49 se convirtió en un agujero negro sobresaturado, cuya única solución pasa por terminar la SE-40. Se vendieron las promociones con la promesa de estar a 5 minutos del Centro de Sevilla y acabó construyéndose la casa por el tejado.