Sevilla
La Cartuja se reinventa para el futuro sin olvidar el legado de la Expo
Se recuperarán viejas infraestructuras y se levantarán edificios donde estaban los pabellones de Japón, Austria e Israel
La demolición del telecabina será el primer paso para la mejora urbanística que proyectan las administraciones
Dejar de ser una isla, la asignatura pendiente del parque
El canal seco del Camino de los Descubrimientos ha salido ahora a subasta
Más de de 25.500 trabajadores, casi 3.500 euros en facturación -un 16% de crecimiento respecto al año anterior- son algunos de los datos que confirman el éxito del Parque Científico y Tecnológico (PCT) Cartuja, un motor económico en Sevilla y Andalucía. Sin ... embargo, pese a ser el puntal empresarial de la capital, el recinto que acogió la Expo'92 tiene una serie de asignaturas pendientes como la emancipación de la propia historia de aquel acontecimiento a nivel urbanístico y el déficit de permeabilidad con el resto de la ciudad. Ahora, la colaboración de las administraciones públicas coordinada por la dirección del parque plantea la reinvención de la Cartuja sin olvidar el legado que dejó la Exposición Universal.
Esa visión apocalíptica de algunos espacios abandonados y de infraestructuras inutilizadas cambiará. El primer paso será la demolición de la estación intermedia del telecabina, un amasijo de chatarra que, con su retirada, dejará a la vista uno de los pabellones más simbólicos como es el de Marruecos. A eso se le sumarán proyectos como el de Cartuja Qanat, financiado por la Unión Europea, que transformará la calle Thomas Alva Edison en un lugar de recreo bioclimatizado que servirá de impulso urbanístico y que se inaugurará en torno al día 20 de octubre.
El director del PCT, Luis Pérez, explica a ABC que llevan «un ritmo de crucero en cuanto a la rehabilitación de los espacios que no estaban en condiciones». Aquí, además de los citados, enumera el proyecto de rehabilitación de la estación del telecabina que se ubica junto a la Escuela de Ingenieros, y que se transformará en un centro de interpretación de la Expo. Se trata de una iniciativa enmarcada en el Plan de Sostenibilidad Turística que ha puesto en marcha el Ayuntamiento y que, entre otras medidas, implicará la reurbanización de todo el entorno del puente de la Barqueta, la recuperación de las carrozas de lo que fue la Cabalgata, la creación de un punto de información turística en el parque, la puesta en marcha del 'Pasaporte Cartuja' y el arreglo del carril bici del Camino de los Descubrimientos o la iluminación de los puentes. Unas actuaciones que rozarán los cinco millones de euros de inversión.
«Llevamos un ritmo de crucero en la rehabilitación de los espacios que estaban en malas condiciones»
Luis Pérez
Director del PCT Cartuja
Asimismo, la Junta de Andalucía también ha proyectado la reutilización del Hospital Cartuja y la rehabilitación integral del Pabellón de Hungría, que llevaban años abandonados, así como la construcción de tres nuevos edificios en las parcelas de los antiguos pabellones de Japón, Austria e Israel. En este plan de reinvención del recinto se suma también una actuación en el Canal de la Expo, que se encuentra en proceso de subasta, y que se pretende que se convierta en una zona verde junto al nuevo Archivo General de Andalucía en el Pabellón del Futuro.
Una herencia a cuidar
Sin embargo, existe todavía una serie de deberes pendientes con infraestructuras que son símbolo del acontecimiento que acogió Sevilla en 1992 y que se encuentran abandonadas y sin proyecto de reutilización. Si la estación intermedia del telecabina del Camino de los Descubrimientos se va a demoler y la de término se recuperará como museo, nadie sabe aún qué ocurrirá con elementos como el cohete, la maqueta del Hispasat 1 o el Pirulí.
El arquitecto y presidente de la asociación Legado Expo, Rafael Ruiz, considera que «todas las administraciones se tienen que poner de acuerdo para saber de quién es el Ariane 4 y ponerlo en valor». Este símbolo de la Cartuja y del skyline de la ciudad podría servir, a juicio de Ruiz, como un estandarte de la futura sede de la Agencia Espacial a la que aspira Sevilla. A eso se le suma la maqueta del satélite, al otro lado del canal, y el Pirulí, que es propiedad de la Junta. «La empresa que lo montó sigue trabajando el mismo modelo, por lo que se puede restaurar. Han intentado poner norias cuando ya teníamos un mirador privilegiado sobre el casco histórico y sería un incentivo para que la gente fuera a ese parque de los Jardines del Guadalquivir, que es extraordinario desde el punto de vista paisajístico».
La estación intermedia del telecabina que va a ser demolida
Los jardines son una gran deuda de Sevilla con la Cartuja. Al situado tras el Pabellón del Futuro, cuyo proyecto quedó abandonado cuando llegó Juan Espadas a la Alcaldía, le falta una mejora de accesibilidad en su entrada por la Barqueta. A éste se le suma el Jardín Americano que, junto al canal, «de debe convertir en el pulmón verde del casco norte», expone.
En cuanto al mobiliario que se conserva en un estado deplorable, como las farolas o pérgolas, los responsables de la asociación Legado Expo creen que es factible su reutilización o reposición. Ruiz recuerda que las pérgolas fueron «una situacion transitoria durante la Expo, para dar sombra mientras crecían los árboles». Esa situación de provisionalidad, hoy que hay grandes ejemplares dando sombra a las calles del parque, no debe suponer su desmontaje: «Se podrían reutilizar porque son un diseño sencillo pero muy característico. Es una seña de identidad y deberían volver. Es un soporte para plantas», señala el arquitecto.
«Ahora que Sevilla aspira a ser sede de la Agencia Espacial debería convertir el cohete en uno de sus símbolos»
Rafael Ruiz
Arquitecto, presidente de Legado Expo
En cuanto a las farolas, que están casi mayoritariamente destruidas, Legado Expo considera que el mejor ejemplo ha sido el del parque Magallanes, que ha instalado nuevas manteniendo el diseño de las clásicas luminarias de veleta. «La de Sevilla fue la primera exposición universal que tuvo mobiliario urbano propio. Se encargó un diseño a uno de los mejores de la época». Otro problema es el que tienen las más pequeñas, «tipo lenteja», que en los años 90 se sustituyeron en su mayoría por su contaminación lumínica. Entre otras iniciativas, esta asociación pide que la señalización del recinto se ponga al día.
Entre esta defensa a la supervivencia de la muestra de 1992 y el ánimo de los responsables del PCT por convertir el parque en un parque emancipado ya de lo que fue su historia, hay un dato que marca una hoja de ruta a seguir: la Cartuja es el único recinto de cuantos han acogido una exposición universal en el mundo que se ha recuperado íntegramente y el que más edificios conserva (29). «Se ha convertido en un casco histórico y en relativamente buenas condiciones si se compara con Hannover, que es un polígono industrial abandonado; Shangai, donde sólo queda el museo y el pabellón de China; o la de Milán, en la que sólo queda un edificio y ahora se construyen naves para su feria de muestras.
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