«Carmona es el único sitio del mundo que conozco donde procesionan imágenes de Jesús por lugares que ya existían hace 2.000 años»

Ingresó en la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría de Sevilla con la ponencia «La transformación urbana de Sevilla en el siglo XX» y ha recibido por su labor el Premio Nacional de Restauración y Bienes Culturales y el Premio Nacional de Edificación. Hoy es impulsor de la candidatura de Carmona a Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.

-¿Qué es lo primero que hizo cuando le hicieron ese encargo?

-Ha sido un gran honor para mí y lo primero que hice fue la creación de un consejo asesor para redactar la candidatura. En él hay historiadores, arquitectos, antropólogos, biólogos, pintores, etcétera. Somos 13 personas con un Premio Príncipe de Asturias como Manuel Losada, cuatro premios nacionales de Restauración y Bienes Culturales, catedráticos y académicos. Y estoy muy agradecido a la ayuda del responsable del servicio de Patrimonio del Ayuntamiento de Carmona y director del museo, Ricardo Lineros.

-¿Cuál es el enfoque de esta candidatura?

-Hemos decidido enfocarlo no como ciudad de patrimonio ni como monumentos, que Carmona tiene muchísimos, sino por algo que hace más aún excepcional a esta ciudad. Entre sus muchos atributos está el de paisaje cultural y hemos apostado por el territorio que domina Carmona, la Vega, el valle del Guadalquivir y, por supuesto, Los Alcores. Hablamos de un paisaje antropizado donde documentos rigurosos demuestran la existencia del ser humano en Carmona desde hace más de 5.000 años. Y eso permite entender la cantidad de civilizaciones que han dejado su huella en Carmona. Esto se demuestra en la propia arqueología: hay restos cartagineses en la torre de la Puerta de Sevilla, restos romanos, no sólo la famosa y popular necrópolis romana sino también en la muralla, en el Alcázar de la Puerta de Sevilla y el mismo trazado de urbanismo de la ciudad.

-¿Qué tiene que ver con esa riqueza de restos de antiguas civilizaciones la naturaleza del terreno sobre el que se asienta Carmona?

-Mucho, porque Carmona se asienta sobre una roca calcarenita, un material muy poroso que ha facilitado la entrada de agua de forma continua durante miles y miles de años. Esto hace que en el subsuelo de Carmona haya una cantidad muy importante de agua que los romanos canalizaron a través de galerías. Se han identificado ya veinte kilómetros de galerías. Eso, junto a la Vega del Guadalquivir y otras circunstancias, han hecho posible que haya habido vida humana en Carmona durante tantos miles de años.

-¿Es una de las ciudades más antiguas de Europa o del mundo?

-Hay ciudades mucho más antiguas en el mundo pero desde luego es una de las más antiguas del sur de Europa donde se constata la presencia humana de forma continua. En Valencina de la Concepción, en el Aljarafe sevillano, hay restos de civilizaciones más antiguos pero no de forma continua.

-¿Es eso lo que hace de Carmona una ciudad casi única en el mundo?

-Sí. Carmona es la conjunción del pasado y del presente con una continuidad permanente y eso es otro atributo que se incluye en la candidatura de Carmona para Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco. En mi opinión, ese conjunto de muestras patrimoniales es lo que hace de Carmona algo único. La necrópolis romana, el Alcázar de la Puerta de Sevilla y otros edificios reúnen la civilización cartaginesa, la romana, musulmana y la castellana. Yo tuve la suerte de restaurar la Puerta de Sevilla junto con Alfonso Giménez en 1986. Y he de decir que ha sido la obra de mi vida, mucho más importantes para mí que las obras que la dirección de ejecución de la restauración de la Catedral, la Giralda, la muralla o la Casa de la Moneda o el propio Alcázar. Que yo sepa, Carmona es el único sitio del mundo donde todos los años se procesionan imágenes de Jesús de Nazaret por lugares que ya existían en esa época que se rememora en esas representaciones. Que se han conservado durante dos mil años.

-¿Es optimista respecto al éxito de la candidatura?

-Sabemos que Carmona tardará muchos años en llegar a París, sede de la Unesco. No podemos perder de vista que Andalucía, junto a Castilla y León, la Toscana y la Lombardía italiana son las cuatro regiones que cuentan con mayor Patrimonio Mundial de la Humanidad declarado por la Unesco. Si Carmona, en lugar de estar en Sevilla estuviera en Senegal, llegaría a París mucho más pronto y sería todo mucho más fácil. Pero Carmona está cerca de Córdoba, que tiene el casco histórico, la Mezquita, Medina Azahara y los patios declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad.

-Y hay otras candidaturas también cercanas esperando...

-El Monasterio de la Rábida y los lugares colombinos optan a esta declaración desde 2011 y el mar de olivos de Jaén también lleva muchos años intentándolo. Y la propia Itálica, en la provincia de Sevilla, está en la carrera desde 2017. Pero más allá de la declaración y de su éxito, queremos poner en valor todo que tiene la ciudad y preocuparnos por su conservación para que todo ese legado se mantenga.

-¿Lo ve entonces como una carrera de fondo?

-Sí. Nuestro lema es el mismo que el de los corredores de maratón. Lo importante es llegar pero mucho más importante es lo que se aprende en el camino.