Cáritas alerta de la gravedad de la vivienda en Sevilla: «Hay familias hacinadas en pisos o trasteros y si quieres cocina, hay un plus»
El informe de 2024 del órgano eclesial revela una reducción del 14 por ciento en el número de hogares atendidos y al mismo tiempo denuncia la pobreza persistente sin obviar la exclusión residencial
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Iniciar sesiónEl año pasado ya fue objeto de una profunda reflexión con todos los actores que están implicados y este año es uno de los grandes puntales sobre los que se sostiene el análisis global que elabora cada año Cáritas Diocesana de Sevilla, que ha presentado ... este miércoles en el Arzobispado una memoria en la que expone por el lado positivo una reducción del 14 por ciento en el número de hogares atendidos en 2024, alcanzando los 12.462 hogares en los que viven 35.804 personas tanto de la capital como de la provincia; y en la otra cara de la moneda, quizá la más verdadera y la que más difusión necesita de cara a que el año que viene las previsiones sean mejores, la persistencia de una pobreza cronificada, de modo que alertan de la extrema vulnerabilidad que sufren muchas familias sevillanas y también de personas en situación administrativa irregular, agraviada no sólo por su limitada capacidad económica sino también por las grandes dificultades a la hora de acceder a una vivienda y que ésta esté en condiciones dignas. Cuestión prioritaria a resolver a medio o largo plazo con el fin de que estos números sigan viéndose reducidos.
«En 2023 ya lo incluimos en la memoria, pero en 2024 el problema de vivienda se ha convertido en un elemento de enorme preocupación«, comentaba en ese punto Miguel Ángel Carbajo, presidente de Cáritas Diocesana de Sevilla desde hace varios meses tras relevar a Mariano Pérez de Ayala. «Puedo daros datos de familias que están viviendo en Sevilla, con el coste de los barrios, o en las periferias, como San Juan de Aznalfarache, donde una habitación está en torno a unos 300 euros, las camas se alquilan entorno a 100-180 euros, y no da derecho a cocina, si quieres cocina, se paga un plus», afirmaba, dando a su vez otros datos concretos que ponen de manifiesto una realidad que conviene no ignorar: «Hay familias además que no siempre pueden estar toda la semana, lo mismo pueden usar la habitación de lunes a viernes, o la cama, pero el fin de semana la familia tiene que marcharse. Esa realidad nos las encontramos», incidía.
Lamentaba el presidente de Cáritas Diocesana de Sevilla que hay personas que viven «en hacinamiento, trasteros, en pisos hacinadas, en cocinas. Situaciones de lo más singular, en sitios que no reúne condiciones de habitabilidad. La gente va buscando al techo y hay dificultad en el alquiler, cuyo precio es elevadísimo». Por eso tilda de trato «humillante» el hecho de que se esté abusando de estas situaciones con el pan de tantas familias de manera tan desproporcionada. «Hay familias de madres con hijos que tienen que vivir en esas condiciones», apostillaba.
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