Las parroquias de los barrios más ricos de Sevilla son las que atienden a más 'sintecho'

Comenzó la intervención Francisco José Sánchez-Heras, presidente de Cáritas Regional de Andalucía, cuyo acento lo puso especialmente en «sensibilizar y denunciar» lo que él denomina como «la campaña de los olvidados». El máximo responsable andaluz del ente eclesial apuntaba que ver a vecinos en las calles es una situación a la que «nos estamos acostumbrando y acabamos normalizando, invisibilizándolos en muchos casos», precisaba en ese mismo orden de cosas. Incidió igualmente en que del 83 por ciento de personas atendidas fueron hombres, y el 51 por ciento tenían nacionalidad española. Lamentó especialmente aquí el presidente regional que es especialmente devastador ver cuando es una mujer la que no tiene lugar en el que descansar.

Explicó Sánchez-Heras que el lema de «Nadie sin hogar» obedece a la intención de poner a las personas en el centro de la política y la organización como sociedad. «Hablamos de personas que tienen sueños, y sueñan con el hogar, con el calor humano. Buscamos que la gente no sea indiferente a este problema. Cuando se habla de personas sin hogar, hablamos de personas ante todo y de dignidad. Dignidad que la sociedad tiene que recuperar para que todos vivamos dignamente. Hoy ya el trabajo no garantiza la integración», reseñaba el presidente de Cáritas en Andalucía.

Hizo hincapié a su vez el presidente de la comunidad en el «deficiente sistema de atención a la salud mental», que provoca patologías donde no las había, al tiempo que lamentaba la falta de ingresos mínimos, el obstáculo de la brecha digital o la falta de fluidez en la gestión de la dependencia, acusada si cabe en personas inmigrantes.

En lo que atañe a la capital andaluza, Miguel Ángel Carbajo Siles, director de Cáritas Diocesana de Sevilla, fue quien desgranó la atención de los distintos proyectos que atendieron en 2024 a 421 personas, una cifra sensiblemente inferior a la de 769 personas del año anterior al haber cambiado los criterios de acompañamiento y filiación, tal y como comentaban fuentes de Cáritas a este periódico. «El objetivo es generar un vínculo con la persona atendida para iniciar un proceso de acompañamiento que le permita salir, atendiendo a necesidades básicas, no solo de alimento, también de escucha y cariño», redundaba la cabeza visible de Cáritas en Sevilla.

Para analizar la atención de esas 421 personas sin hogar atendidas hay que fijarse en las dos líneas de intervención: la atención de calle realizada por cuatro equipos parroquiales y la Cáritas Universitaria y el acompañamiento integral para la recuperación de la autonomía y la inclusión social. El proyecto «Lázaro», de la Cáritas Parroquial de San Sebastián del Porvenir, es el que más personas atendió (144), por encima de los proyectos «Levántate y anda», de San Vicente Mártir, en el centro; «Beatriz Pedro Dónders», en Nervión (82); «Emaús», en Los Remedios (50); y la Cáritas Universitaria del Centro (13).

En lo que concierne al Centro Amigo, uno de los proyectos que sostiene Cáritas Diocesana de Sevilla, allí fueron acogidas el año pasado unas 33 personas, a las que se les ofreció acompañamiento socioeducativo y apoyo a la incorporación social. Señalaba Carbajo que en la confederación oficial de la Iglesia Católica sigue siendo prioridad el acompañamiento con sentido. «La prevención del sinhogarismo es muy importante para nosotros», apuntaba. «Un 20 por ciento de toda la atención va para ahí en ayudas de gastos de alquiler, suministros y deudas hipotecarias», enumeraba.

Los números que manejan en Cáritas de Sevilla reflejan que hay 127 voluntarios pendientes de la calle; 19 del Centro Amigo, y 22 técnicos trabajando con una inversión total que casi alcanza el millón de euros, del cual la mayor parte fue empleado en el Centro Amigo. Entre febrero y marzo estará abierto el nuevo centro ubicado en Don Remondo, que dará sitio de noche a 12 personas tras un proceso de seguimiento y validación por parte de Cáritas.