La cara y la cruz del patrimonio sevillano

Esta semana, ABC de Sevilla visitó la iglesia del Hospital de la Caridad y pudo observar las grietas surgidas en el techo de la nave del templo desde el coro hasta el presbiterio. Los técnicos de la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ya están estudiando estas fisuras. Al lado, se están realizando las obras de las Atarazanas y se están excavando hasta la cota original dos naves que se hallan al lado de este edificio religioso.

Hay muchos factores que engloban la conservación del patrimonio de la ciudad en cuanto a sus iglesias y conventos. Por un lado, están las numerosas parroquias y templos que se encuentran en el centro y barrios históricos. Llegó a haber hasta 24 collaciones pero, con el paso de las centurias, se perdieron San Miguel o Santa Lucía. Además, en las últimas décadas, la Junta de Andalucía hizo actuaciones en San Vicente, San Isidoro, San Julián, Ómnium Sanctorum o San Andrés.

Hace pocos años, se actuó en San Gil, los Terceros, San Roque y, sobre todo, en Santa Catalina, un templo que estuvo cerrado desde 2004 hasta 2018 y que necesitó de una intervención integral para que reabriera tras numerosas polémicas porque no se resolvía la situación en un edificio con unas características muy singulares por ser de estilo gótico y mudéjar y tener, al mismo tiempo, una capilla sacramental de Leonardo de Figueroa, una obra cumbre del barroco sevillano.

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Las circunstancias que rodearon la restauración de la iglesia de Santa Catalina propiciaron que las administraciones comenzaran a preparar planes referidos al patrimonio y a aumentar partidas en los presupuestos tras los años con problemas económicos debido a la crisis de 2008.

Monseñor Juan José Asenjo, durante su época como arzobispo de la ciudad, trabajó en varios convenios con el Ayuntamiento para poder afrontar los costes de la restauración de estos bienes religiosos. Sin embargo, la pandemia del coronavirus congeló diversas actuaciones que se esperaban en la parroquia de Ómnium Sanctorum, San Esteban o Santiago. Ésta última iglesia sí se está rehabilitando tras haber invertido la hermandad de la Redención casi 300.000 euros para rehabilitar este templo.

Los cenobios sevillanos tienen más problemas aún porque se tratan de grandes espacios donde viven comunidades religiosas cada vez más pequeñas y el mantenimiento de lugares como los claustros, las iglesias u otros edificios adyacentes necesitan de una inversión importante.

Por ejemplo, se recuperó a finales del año pasado la iglesia del convento de Madre de Dios, sin embargo, hay estancias del cenobio dominico que siguen necesitando una restauración. También, en Santa Inés, se está trabajando en la que fue la conocida como 'casa del portero' y en las pinturas murales de las galerías altas del patio principal del monasterio de franciscanas. En este lugar, el Ayuntamiento está invirtiendo 40.000 euros para acometer medidas urgentes de seguridad y conservación.

También, el Consistorio ha destinado 75.000 euros para la intervención de las pinturas murales de la capilla de San José, cuya primera fase ya finalizó gracias también a una subvención municipal, y que consistió en la consolidación de estos frescos entre otras obras de mantenimiento del templo. Se trata de una joya del barroco del siglo XVIII, declarado monumento nacional desde 1912, y que está en un alarmante estado de conservación. Este lugar fue afectado en los disturbios de mayo de 1931 tras haberse proclamado la II República y el incendio afectó a los techos.

Por su parte, se aprobó una ayuda de 70.000 para la rehabilitación de la Puerta de Córdoba, junto a San Hermenegildo. El Ayuntamiento va a colaborar con la hermandad para rehabilitar una parte de la muralla de la Macarena que forma unidad estructural con este edificio de la corporación. En concreto, esta ayuda sirve para la rehabilitación de la parte exterior de la Puerta de Córdoba y darle una unidad estética con la muralla.

Otro lugar en el que se ha intervenido es el convento de San Leandro, donde se actuó en las obras previstas en la Inspección Técnica de Edificaciones. El Consistorio sigue actuando en el patrimonio sevillano porque ha firmado en diciembre convenios para la restauración de las fachadas de la capilla del Carmen de Calatrava y la portada y la solería del convento de Santa Isabel, detrás de San Marcos.

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Asimismo, aunque ya no tengan culto, hay que tener en cuenta a la hora de su rehabilitación y posibles usos futuros a templos desacralizados como son San Hermenegildo, al lado de la plaza del Duque; San Laureano, en el barrio de los Humeros, o la antigua iglesia del convento Casa Grande del Carmen, la cual visitó este periódico y vio cómo se encontraba en un deficiente estado tras años de abandono. Pertenecen al Ayuntamiento o la Junta de Andalucía pero son antiguos bienes religiosos que esperan un proyecto integral para recuperarlos.

Todas estas situaciones son sólo algunas de las que viven decenas de edificios religiosos de Sevilla, los cuales necesitan un mantenimiento continuo para que el patrimonio histórico y artístico no se venga abajo.